¿Por qué nos preocupa tanto lo que comemos?
La comida dejó de ser sólo un medio de subsistencia para ocupar un lugar central en nuestras vidas. Investigamos por qué cada vez es más importante la forma en que nos alimentamos.
7 de mayo de 2014 • 12:18
Existe una creciente preocupación por la alimentación sana - Créditos: Corbis
Ya lo decían los griegos: "mens sana in corpore sano" o mente sana en cuerpo sano, es el paradigma que hoy se reivindica, con más fuerza que nunca. Cada vez más gente se preocupa por la alimentación y no piensa en la comida solo como un medio de subsistencia. Al contrario, la comida es vista como una parte fundamental de la vida y existe una fuerte creencia de que "somos lo que comemos" .
Por este motivo mucha gente hace elecciones en cuanto a su forma de alimentación, como evitar los productos industriales o eliminar la carne o harinas. Existen muchas opciones y el objetivo es lograr una alimentación " más sana ", con el fin de mejorar la calidad de vida. El tema de la alimentación tiene cada vez más importancia: muchos grupos se involucran en la lucha por "exigir mejoras en la producción", denunciar productos o publicar libros en todo el mundo sobre este tema.
" Existe un creciente interés por lo que se come, por su procedencia, por su composición, por los efectos sobre la salud. Esto responde al menos a dos cuestiones: por un lado, a la problematización de la comida y por otro, al creciente interés por la salud", explicó Cecilia Díaz Méndez, directora del grupo de investigación en Sociología de la Alimentación y profesora de Sociología de la Universidad de Oviedo en España.
Claro que esta discusión se da en el marco de la gente que puede elegir lo que come , que lamentablemente no es todo el mundo, ya que muchos no tienen esta opción, sobre todo en nuestro país. La mayoría de estos planteos empezaron a discutirse en Estados Unidos y Europa y desde la Argentina se adoptaron, aunque acá todavía se viven realidades desiguales. Pero, como cada vez es más frecuente escuchar en los medios de comunicación a los detractores o defensores del vegetarianismo y otras corrientes, nos parece importante ahondar en las raíces de esta discusión.
"Ahora podemos cuestionar la comida porque tenemos la nevera llena. En épocas de hambre nadie se para a pensar lo que come mientras sea comida. Poder cuestionarlo y poder elegir son señales de prosperidad. Pero al mismo tiempo vivimos en una sociedad donde a la vez que millones de personas se mueren de hambre otros millones sufren de sobrepeso ", aclaró el especialista José Miguel Mulet, profesor de biotecnología en la Universidad de Valencia y autor del libro "Comer sin miedo".
De dónde viene todo esto
Existe una creciente preocupación por la alimentación sana - Créditos: Corbis
Sabemos que abordar una cuestión tan compleja es complicado, pero por eso consultamos a especialistas de diversas disciplinas y distintos lugares del mundo para tratar de tener una visión lo más completa posible. La idea no es atacar a quienes hacen elecciones de alimentación diferente, con las que estamos totalmente de acuerdo siempre que lo hagan de manera segura y responsable, sino tratar de entender de dónde viene todo esto y en qué contexto se da esta discusión.
"La problematización de la comida tiene que ver, al menos en Europa, con la aparición recurrente de casos de "crisis alimentarias", de problemas ligados a la alimentación que ponen en cuestión cómo se produce la comida, cómo se desperdicia, cómo da lugar al hambre y la desigualdad y cómo puede llegar a producir enfermedades ", explicó Díaz Méndez. "El ciudadano se da cuenta de que la comida "ya no es lo que era", que en definitiva significa que "no es inocua" y muestra su preocupación al respecto, sobre todo porque en este sistema agroalimentario global, las posibilidades reales de que el ciudadano pueda controlar los efectos negativos de la alimentación son muy reducidas", explicó la especialista española.
En la Argentina una referente en este tema es la periodista y escritora Soledad Barruti quien acaba de publicar su primer libro "Malcomidos". Para la periodista " tenemos información real, tenemos mitos, tenemos mucha más comida que nunca en la historia y en el medio de semejante confusión colectiva, una única pista: hay que atender lo que llega a nuestros platos antes de que sus efectos nos tomen por sorpresa. Creo que a eso se debe una tendencia cada vez más creciente a cuestionar lo que comemos", dijo en consonancia con la especialista española.
Además, Díaz Méndez agregó que la preocupación por la comida está muy ligada a un mayor cuidado de la salud y de lo estético: " En relación con el creciente interés por la salud se mezcla un aspecto más: el interés por mantener un cuerpo esbelto y saludable el mayor tiempo posible. Esto puede estar ligado al interés en una sociedad que envejece y quiere controlar los efectos físicos de hacerse mayor, pero también tiene que ver con el interés creciente por estar delgado y mostrar con ello el control que se posee del cuerpo", dijo.
La discusión ideológica
Existe una creciente preocupación por la alimentación sana - Créditos: Corbis
Sin embargo, aunque la raíz de la creciente preocupación por la comida pueda darse por motivos de salud, luego se propaga entre la gente por la moda, y muchos de los argumentos de fondo desaparecen o se ven tergiversados por cuestiones ideológicas, según explicaron varios especialistas.
Para Harry Campos, médico psiquiatra y psicoanalista "está de moda y estamos más con el tema de la comida porque está más en el discurso de la gente. Está el paradigma de "uno vive por lo que come" y el tema de la alimentación saludable pone en agenda la discusión ", agregó y dijo: "Es muy difícil salir de ese discurso".
Mulet reforzó el argumento de Campos y agregó que "uno puede ser vegetariano por diferentes motivos. Desde el punto de vista de salud no está justificado, porque podemos tener una alimentación equilibrada comiendo carne. El peligro es supeditar la ideología a la nutrición. El veganismo es difícilmente justificable y fácilmente se caen en desequilibrios nutricionales. La comida macrobiótica es una moda, que como todas van y vienen, sin ninguna base científica y pocas cualidades dietéticas. Pero eso sí, te venden suplementos muy caros".
"Hay una postura ideológica muy respetable y valiosa que tiene que ver con rechazar el sufrimiento de los animales y correr la mirada antropocéntrica que nos rige. Eso deviene en el veganismo, una opción de vida que va más allá de los alimentos", defendió Barruti sobre las elecciones que tienen que ver con la ideología. El problema de elegir una forma de alimentación diferente es no tener la suficiente información para hacerlo bien, porque se pone en riesgo a la salud. Esto sucede cuando la gente copia por moda, sin considerar las consecuencias que esto tiene sobre el cuerpo. Por eso, más allá de la elección ideológica, es importante tener en cuenta los fundamentos científicos y consultar siempre con especialistas.
Sobre este punto, Graciela Onofrio, médica psiquiatra y psicoanalista especialista en trastornos de la conducta alimentaria, explicó que "la comida restringida responde a una búsqueda social, sobre todo entre los jóvenes pero no solo entre ellos, de volver a una alimentación más natural y lo menos contaminada posible. Pero, a pesar de que es una búsqueda lícita con buenas intenciones, tampoco escapa a las leyes de mercado. Futuros estudios más precisos podrán brindarnos datos más certeros respecto de la favorable disposición inmunológica que facilitan ciertos alimentos, si bien, hasta el momento, en dichos estudios las referencias a la cantidad y modos de elaboración distan de ser tópicos que se puedan abarcar con precisión".
" Cuestionar lo que se come no tiene nada de malo. Al contrario es bueno y necesario ya que una dieta equilibrada es una de las claves de la salud ", concluyó Mulet en respuesta a la pregunta principal de la nota: ¿por qué nos preocupa tanto lo que comemos?
¿Ustedes se preocupan por tener una alimentación más sana? ¿Conocen gente que esté viviendo procesos parecidos a los que se describen en la nota?
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