Quiero convertir mi hobby en un negocio: ¿por dónde empiezo?
6 de enero de 2020 • 11:27
Esto es lo que tenés que hacer si querés que tu hobby se vuelva rentable.
No cabe duda de que, en la lista de sueños por cumplir, para muchas personas la idea de dedicarse full time a su hobby y vivir de él está bien arriba. Nadie lo sabe mejor que Abigail Tañón Maisonet y Román Meyrelles, quienes fundaron juntos varios emprendimientos en Argentina. Ellos son apasionados por emprender, enseñar y ayudar a otros emprendedores con su agencia Arminda . Hoy nos cuentan cómo hacer para poder convertir tu hobby en un trabajo y en una marca.
Muchas veces nuestro hobby se relaciona con la actividad principal que desarrollamos (con nuestra preparación académica o nuestro trabajo) o quizás es algo totalmente distinto. Vemos que cada vez le dedicamos más tiempo y hasta nos encontramos vendiendo lo que hacemos, ya sea un producto o un servicio. Entonces aparece la gran pregunta: ¿podré convertir esto en un negocio del que pueda vivir? Y si es así, ¿cómo lo hago?
Si tu hobby se relaciona con tu actividad principal quizás es más fácil poder analizar las posibilidades, ya que de alguna manera estás metida en el tema. Ahora, si nunca has hecho de manera profesional tu pasatiempo, hay muchas cosas que debes analizar para convertirlo en un negocio. En esta nota vamos a darte algunos consejos sobre cómo comenzar con esta aventura. ¡Me gusta! ¡Me encanta! Ahora… ¿Puede ser un negocio rentable?
Un típico error de quien emprende es enamorarse del producto o servicio que crea y ¡enojarse cuando no logra ese efecto en los posibles clientes!
- Lo primero que deberías preguntarte es: ¿Es algo original lo que ofrezco? Y con "original" no nos referimos a que tiene que ser algo disruptivo, sino a que tu propuesta no sea un "me too" (un proveedor más sin ningún diferencial) en un mercado determinado. Por ejemplo, ser la primera que ofrece un producto o servicio en una zona geográfica en particular ya te hace contar con una ventaja.
- Lo segundo que deberías preguntarte es: ¿puede mi producto o servicio suplir una necesidad (latente o manifiesta) en la gente? Hace algunas décadas la premisa era desarrollar un producto o servicio y luego salir a venderlo. Ahora la perspectiva cambió y lo primero que se busca es identificar lo que quiere o necesita el consumidor, para luego en base a eso trabajar en satisfacer esa necesidad con nuestra propuesta.
Si las respuestas a ambas preguntas anteriores son positivas, se enciende la luz verde y seguimos para adelante. Si, en cambio, una o las dos respuestas son negativas, ¡a no desesperar! Veamos si es posible adaptar nuestro producto o servicio para que responda positivamente a las dos preguntas. Si no hay caso, y no podemos revertir las repuestas negativas, mejor no avanzar con el plan y seguir disfrutando de la actividad como hobby.
Consejo: es muy importante ser muy objetivos en las respuestas a estas preguntas. Antes de responderlas, investigá un poco, observá, consultá a amigos y conocidos que pienses que puedan darte una respuesta objetiva, buscá info en la web.
¿ESTÁS LISTO?
Sí, es momento de dejar la pasión a un lado y ponernos analíticos.
El punto de encuentro entre la oferta y la demanda es lo que se denomina mercado y dentro de un determinado mercado estarás vos con tu emprendimiento, pero también tus competidores y los consumidores. Es importante tener la mayor cantidad de información posible de ese mercado. ¿Se agranda? ¿Se achica? ¿Quiénes son los posibles clientes? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué medios consumen? ¿Qué competidores existen? ¿Qué características tiene su producto o servicio? ¿Cómo comunican su propuesta? ¿Cuáles son los casos de éxito que se conocen? Para hacernos de esta información, la web es de mucha ayuda. Ahí podemos buscar notas en medios, visitar las redes sociales de nuestros competidores, observar los comentarios de sus seguidores, etc.
Tratá de informarte lo más que puedas sobre tu mercado, esto te servirá para poder darte cuenta del potencial que puede llegar a tener tu emprendimiento.
Otro punto importante es informarte acerca de los aspectos legales a tener en cuenta al convertir tu hobby en un negocio, así como también si se necesitan ciertos permisos para la comercialización y cuánto cuestan esos permisos.
LOS RECURSOS
Por último, pero no por eso menos importante, nos toca enfocarnos en nosotros y nuestros recursos.
Aquí se trata de analizar con qué recursos contamos. Dentro de los recursos está el dinero que disponemos para invertir en la puesta en marcha de nuestro proyecto, esto implica inversión en equipo, materia prima, comunicación (publicidad, página web, flyers, etc.), capital de trabajo (el dinero que necesitaremos para poder afrontar nuestros compromisos durante los primeros meses), etc.
Otros recursos importantes a analizar son los equipos que ya tenemos. Es importante tener claro si nuestros equipos actuales tienen capacidad para trabajar a mayor escala, o quizás sea necesario invertir en una máquina con mayor capacidad. Imaginate que el plan es que dentro de poco puedas vivir de tu hobby/emprendimiento, con lo cual tenés que tener en mente cual podría ser la cantidad de unidades a producir mensualmente (en el caso que se trate de un producto) para que puedas vivir de la venta de estos productos.
El próximo recurso a analizar es tu tiempo y capacidad de trabajo. En este caso el análisis se centra en un recurso intangible, pero fundamental. La pregunta será ¿Cuánto tiempo podrás destinarle al emprendimiento? Ese tiempo total que podrás destinarle mensualmente, usando toda tu capacidad productiva ¿Será suficiente para que generes ingresos de los que puedas vivir?
EL ENTORNO
Por último nos queda analizar otro recurso intangible, que es nuestro entorno. Con ésto nos referimos al apoyo que podamos obtener de nuestro grupo familiar y amigos. Esto es fundamental, ya que sobre todo en la primera fase, será muy importante contar con su apoyo.
Por sobre todo en el caso de quien esté en pareja. Es súper importante que tu pareja entienda de antemano que muy posiblemente tus ingresos se reduzcan durante un tiempo (si es el caso que hoy percibís un sueldo en relación de dependencia) o que tus ingresos sean muy reducidos en la primera etapa del emprendimiento.
Aparte de nuestro grupo familiar y amigos, también nuestros contactos forman parte de nuestro entorno. Tener una red de contactos que nos puedan ayudar a hacer crecer nuestro emprendimiento es súper importante. No dudes en comentarle acerca de tus planes a quien veas con potencial de ayudarte, nunca sabés que ideas o posibilidades puedan surgir de ese contacto.
Si luego de analizar todo esto estás convencida y más motivada que antes, ¡es una buena señal para poder seguir avanzando con tu plan de convertir tu hobby en un negocio! Si por el contrario, luego de este análisis llegás a la conclusión que en tu caso no es posible vivir de tu hobby, esto no significa que sea el fin de tu sueño. Quizás tengas que cambiar de perspectiva y buscar monetizar tu pasión de otra manera. Por ejemplo enseñando a otros sobre esta actividad que tanto te gusta (y por supuesto cobrar por lo que enseñas).
En este caso la tarea será volver a leer esta nota, pero desde una nueva perspectiva. Quizás descubras que este nuevo plan te puede permitir seguir vinculada a esa actividad que te apasiona y poder ganar suficiente dinero para vivir de ello.
La idea de convertir un hobby en profesión obliga a tomar conciencia que no vas a estar todo el tiempo de trabajo haciendo lo que te gusta, también te va a tocar hacer otras cosas que quizás no te gusten tanto, como las tareas administrativas, rutinarias y otros aspectos burocráticos que son parte del día a día de quien comienza su negocio. Esto significa que lo que vendrá no será sólo entretenimiento placentero, como el que te da un hobby durante algunas horas por semana. Ahora se trata de la actividad que te dará tu ingreso para poder vivir.
De una forma u otra, si todo indica que sigas adelante en convertir tu hobby en tu profesión, ¡adelante! Llegó el momento.