La familia Céspedes había pensado veranear en el Sur, pero ante las noticias del peligro que representaba el hantavirus decidió cambiar de planes. No temían por ellos, relataban Omar y Mariela mientras reconstruían sus planes de vacaciones, sino por sus dos pequeños hijos, a quienes no querían exponer a ningún riesgo. Las últimas advertencias de que no había afectado a menores de 10 años y que tenía formas de contagio muy específicas no alcanzaron para convencerlos.
Ya habían proyectado alquilar una casa junto con otra familia en Punta del Este cuando un amigo les pasó el dato: "No hay más peligro de contagiarse que otros años y que en otros lugares del país y, como no hay nadie, está baratísimo: vénganse".
Fueron a una cabaña en Bariloche y regresaron sanos y salvos.
Los prestadores de servicios turísticos de la zona, así como las autoridades, saben que cuando la gente vuelva a visitar la Patagonia andina y comente que la vida transcurre normalmente en la región, sólo entonces podrán recuperar la confianza de los visitantes.
Para apresurar ese proceso, varios puntos turísticos del Sur, encabezados por Bariloche, han desembarcado una comunicación fuerte en Buenos Aires -principal centro emisor de viajeros del país- que tiente a quienes no hayan todavía tomado sus vacaciones anuales.
"Queremos que se hable de Bariloche, porque sabemos que ese nombre representa para muchos lo que sucede en toda la zona -explica el subsecretario de Turismo de la ciudad, Angel Rovira Bosch- . Si a nosotros nos va mal, a toda la región le va mal; si a nosotros nos va bien, a todos les va bien."
Coincide el secretario de Turismo de Villa La Angostura, Miguel Angel Misenta, quien cree que tarde o temprano llegarán a actuar en conjunto los 15 municipios que conforman el corredor de los lagos".
Una baja en la alta temporada
"Nuestro problema no es hanta -explica el funcionario municipal-, nuestro problema fue el fenómeno de la comunicación que tuvo en los medios."
No fue el funcionario, pero sí algunos empresarios de la zona los que se animaron a arriesgar que una noticia menor fue hábilmente aprovechada por destinos competidores. Después de todo, la Patagonia, por precio, no sólo está en el nivel de otros destinos nacionales, sino también del Caribe, y no se aleja mucho de algunos lugares de los Estados Unidos.
Cuánto, en contante y sonante, ha afectado a Bariloche y su zona de influencia la baja afluencia de turistas, es algo que Rovira Bosch no se arriesga a calcular todavía. Por lo pronto, ha pedido la exención de algunos impuestos al Ministerio de Economía nacional y líneas de crédito al Banco Nación para las empresas de Bariloche.
"Esta es nuestra versión de lo que en el campo es la pérdida de una cosecha -compara Rovira Bosch-, que además venimos de una mala temporada de invierno y de los incendios del año último."
Media máquina
Por su parte, el presidente del Ente Mixto de Promoción Turística de Bariloche (Emprotur), Héctor Barberis, calcula que la actividad económica de la ciudad se ha reducido al 50 por ciento.
"La promoción la centraremos en la actividad al aire libre, en contacto con la naturaleza, que es justamente donde radica la desconfianza", señala Barberis.
Material sobre las normas de prevención en las áreas naturales se distribuye en la oficina de informes del Centro Cívico, en el acceso a la ciudad, en la sede de Parques Nacionales y en las casetas de ingreso a los parques.
La folletería no sólo se refiere al hantavirus, sino al tratamiento de los residuos, los incendios y otros menesteres que no hacen más que comprobar que, a pesar de la belleza de ese paisaje de ensueño, no se trata de sólo una postal.
Encarnación Ezcurra
Quien espera
Cuando las noticias de los afectados por el hantavirus ocupaban los titulares de los diarios y la televisión, y las autoridades empresarias y municipales de Bariloche atisbaron su efecto en la temporada turística, acudieron a la Secretaría de Turismo de la Nación para solicitarle asistencia y apoyo.
"Todavía estamos esperando", dicen sus dirigentes con un dejo de incredulidad.
Una temporada alta que sufrió un resbalón
A tono: a regañadientes, los alojamientos y los servicios de turismo debieron bajar los precios para capear un verano muy por debajo de las expectativas.
El Llao Llao amplió los servicios y puso a tono las tarifas
La primera señal de que iba a ser un verano difícil para el turismo en Bariloche y zonas aledañas fue la merma en el caudal de pescadores, que tradicionalmente inauguran en masa la temporada en el Sur durante noviembre y principio de diciembre.
"Una actividad al aire libre, a orilla de los ríos y los lagos: es justamente contra todo lo que se advertía desde los medios", recuerda Héctor Barberis, del Emprotur.
El panorama del turismo de la zona siguió en la misma sintonía durante enero y las proyecciones para febrero no son mejores.
Desde los organismos oficiales y empresariales no hubo una orden expresa sobre las tarifas, pero muchos eligieron bajar los precios y atraer más clientes para salvar parte de los costos de la temporada.
Gerardo Soto, de Travesías Aventura 4x4, guardó siete de sus 10 nuevas camionetas Land Rover. "El año pasado -repasa Andrea de Soto, su mujer- las teníamos todo el día en uso, a la mañana y a la tarde." Andrea admite que redujeron los precios pero cree si la gente no se convence de que no hay peligro, el resto del verano será aún peor.
Otra empresa de excursiones, Rommi, no bajó los precios porque, según Claudio Burloni, de la empresa, "si reducimos las tarifas, tenemos que cerrar, ¿cómo mantengo la infraestructura?", pregunta. El impacto ha sido fuerte: de 200 personas por semana que contrataban sus servicios en el verano de 1996, hoy calcula que serán unas 50.
El golpe llegó hasta la mansión del Hotel Llao Llao, donde están trabajando "al 52 por ciento de lo previsto", según su gerente, Pablo D`Onfrio. Si no fue mayor, asegura, fue gracias a los clientes norteamericanos, que "se asombraban de saber el impacto que esa enfermedad había tenido en el turismo de la zona; ellos tienen varias regiones con riesgo de contagio, pero no lo sufren de esta forma", comentaba.
El Llao Llao redujo las tarifas y agregó actividades en los paquetes. "De todas maneras -añade D`Onofrio- no es una cuestión que pase por el precio: nadie pondría en riesgo la vida de su familia por contratar algo más barato.
"Es un tema de confianza. La gente que tiene casa en la villa de Llao Llao vino, porque sabe que no hay peligro. Los que no vinieron por miedo, no vendrán ni aunque sea más barato", concluye.
Paraíso para pocos
Un treinta por ciento menos de alquiler de autos hizo que Budget, como otras compañías de alquiler de autos, bajaran un poco los precios y mejoraran las facilidades. En vez de dar 1000 kilómetros libres, han duplicado esa cifra. "Y eso que nosotros somos una empresa internacional -comenta Pablo Valenzuela, de Budget-, porque las locales puede todavía modificar más sus precios."
La región
aleja los
fantasmas del
hantavirus
acicalando los
servicios: las
excursiones
lacustres son
una de las
mejores
opciones
aleja los
fantasmas del
hantavirus
acicalando los
servicios: las
excursiones
lacustres son
una de las
mejores
opciones
El hotel Sol Bariloche, de El Rápido, amortiguó la baja del turismo estudiantil con charlas con los padres, pero igual sintió las secuelas, afirma Santiago Bush Frers, del hotel. El Edelweiss, en el centro, también sufrió las consecuencias, a pesar que el turismo extranjero mantuvo su afluencia. "El año pasado teníamos el 70 por ciento de las habitaciones ocupadas, hoy sólo el 50", calcula Marta Vélez, jefa de reservas. "Esto está tan lindo -se lamenta-, es una lástima. Ojalá pudiera mostarles a mis propios chicos, que están jugando en el parque."
Como que no hay dos sin tres
La gota que rebalsó el vaso, dicen. La excelente temporada de verano de 1996 terminó abruptamente con los incendios, en los que nunca corrieron peligro las ciudades pero que evaporó los turistas de un plumazo.
Le siguió un invierno casi sin esquí, ya que los niveles de nieve no alcanzaron a cubrir ni los cerros ni las aspiraciones de quienes esperan todo el año para deslizarse por sus laderas blancas.
Y ahora el hantavirus."¡Catorce casos en toda la región! Más gente sufre accidentes en algunas esquinas porteñas y nadie deja de caminar por sus calles", dice Rovira Bosch.
El impactó dió de lleno en las expectativas de los lugareños, que cifraban las esperanzas en una temporada estival que daba para mucho.
Fotos: Rubén Digilio
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