¿Todavía no te asignaste un sueldo por tus servicios? Es hora de que lo hagas.
Cuando estás a cargo de tu propio emprendimiento, un concepto básico del que te van a hablar todos los contadores es el de asignarte un sueldo para tu trabajo. La idea es que te des una retribución que sea justa, aunque en un principio tenga que ser "modesta" y que acompañe tus gastos fijos mensuales . Te dejamos algunas cuestiones para que tengas en cuenta:
1. Contemplá tus gastos personales mensuales.
¿Cuánto te cuesta llevar adelante tu estilo de vida? Cuánto gastás en celular, en obra social o prepaga, en pagar el cable, la luz o tus consumos con tarjeta de crédito. Todo esto es, a modo de ejemplo (porque el estilo de vida de cada uno varía de persona a persona), un poco de lo que deberías tener en cuenta a la hora de asignarte un sueldo. Con todos estos gastos hacé una suma total y anotala.
2. Hacé benchmark
Otra cuestión que deberías tener en cuenta antes de asignarte un sueldo es cuánto se paga en el mercado por la misma tarea. Podés revisar los convenios de las distintas profesiones, hablar con conocidos que se dediquen a lo mismo o buscar online ofertas de trabajo similares, que te ayuden a darte una idea de lo que se está cobrando (o pagando) por un trabajo parecido. Sacá un promedio de todo eso y anotalo.
3. Considerá un sueldo fijo y uno variable
Una opción muy válida es armarte un sueldo que varíe en función de las ganancias de tu empresa. Para eso podés asignarte un sueldo fijo moderado, y sumarle un porcentaje que varíe en función de las ganancias, por ejemplo, el 5 al 10 por ciento de la facturación bruta.
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