Las curiosidades históricas están al alcance de la mano en la provincia del centro de la república
SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Esta es una provincia que tiene muchos sitios donde la historia y el paisaje se tocan en puntos comunes; por allí están San Javier y Villa Nougués, Raco y Siambón o, más al Norte, San Pedro de Colalao. Tiene selvas y valles, montañas y ríos y una música que -como las empanadas- le mejoran el humor a cualquiera.
Pero posee mucho más: la posibilidad de armar circuitos cortos, donde el paisaje convive con las piedras de la historia y la cultura precolombina. Esta propuesta es para realizar a partir de la capital tucumana, trepando por la ruta panorámica 307 rumbo al Oeste (serpenteando entre una vegetación selvática, con enormes árboles musgosos de los que cuelgan lianas y claveles del aire) hasta llegar al Alto Valle de Tafí.
Allí, los carteles indican que se encuentra a dos mil metros de altura, sentirá que el aire sopla más fresco y recordará que en ese viaje, de apenas 107 kilómetros, lo fue acompañando el río de los Sosa y las colonias de pájaros y mariposas que viven en esos boscosos faldeos.
También es posible que en el valle sienta la sensación de haber llegado a una terraza abierta al paisaje, con los nevados del Aconquija y el espejo de agua del dique La Angostura, a su frente.
Conviene quedarse unos días en Tafí del Valle y dedicarse a disfrutar de los paseos y las cabalgatas, sin desaprovechar la oportunidad de conocer (a unos 4 kilómetros) el Parque Arqueológico Los Menhires (en la localidad de El Mollar) y, en el mismo Tafí, el convento jesuítico y museo de La Banda.
En medio de este paisaje -bastante parecido a los valles del Altiplano- se desarrolló la cultura Tafí que incluye, entre otros objetos, figuras talladas en impresionantes monolitos pétreos, cuya altura en muchos casos supera los dos metros.
Los distintos tonos de verde albergan construcciones de otras épocas, empeñadas en sobrevivir para deleite de los viajeros con vocación histórica
Si el viaje continúa, en el el sector de Tafí conocido como La Banda, se encuentra la capilla jesuítica que construyeron hace 300 años los misioneros de la Compañía de Jesús para catequizar a los indios calchaquíes.
Restaurado en distintas etapas, ahora el museo histórico, arqueológico y de arte religioso forma un conjunto en el que también funcionan un mercado artesanal y algunas casas de comidas típicas.
Desde Tafí se organizan también excursiones y cabalgatas hacia el valle de Chasquivil, al Portezuelo de las Animas y a la laguna de Las Amaicheñas.
La ciudadela
Para continuar con la propuesta de este circuito, desde Tafí hay que seguir viaje subiendo un nuevo faldeo, hasta alcanzar los tres mil metros de altura en el paraje conocido como Abra del Infiernillo, que cruza y divide el espectacular paisaje de las sierras del Aconquija y las Cumbres Calchaquíes.
Más adelante y ya en bajada, aparece Amaicha del Valle, a una altura de 2200 metros. Amaicha es una localidad pequeña, pintoresca y muy antigua, que todos los años celebra la mítica Fiesta de la Pachamama; es, además, un gran centro artesanal de tapices y objetos de la cultura indígena. A pocos kilómetros, hay que empalmar la Ruta Nacional 40 hasta llegar a la ciudadela de los quilmes.
Construida en la ladera del cerro Alto del Rey, se encuentra este sitio donde vivió una de las tribus más belicosas de los valles, que guerreó durante 35 años hasta que fue sometida en 1665 y posteriormente casi extinguida por el desarraigo a la que fue sometida. En esta ciudad-fortaleza de unas 30 hectáreas, prolijamente reconstruida, funciona un museo arqueológico y el recorrido por la ciudadela se puede hacer, si se desea, con guía.
Continúa la historia
No son éstas las únicas ruinas indígenas de la zona, pues también se encuentran -entre otras- las de Cerro Pintado y Fuerte Quemado, pero como no han sido señalizadas ni restauradas, sólo se puede llegar con la ayuda de baqueanos.
Fotos: Carlos Couto
Información
La Casa de la provincia de Tucumán atiende consultas en los teléfonos 322-0206, 322-0299, 322-0564 o322-0565, o bien en las oficinas de Suipacha 140.
Carlos Manuel Couto
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