¿Hace tiempo que tenés ganas de empezar a correr pero no te animás? Cinco runners que estuvieron alguna vez en tu misma situación comparten su historia y te cuentan cómo dar los primeros pasos.
Es un fenómeno en alza. Saludable, democrático y apto para todo público, el running ganó las calles y cada vez son más los que se animan a calzarse un par de zapatillas y dar los primeros pasos. Los números dan cuenta de esta movida que propone no sólo un método de ejercitarse sino, también, un espacio para el crecimiento y la superación personal. Una encuesta realizada a nivel nacional el mes pasado por la Universidad Abierta Interamericana y McDonald´s sobre preferencias, frecuencias, motivaciones, barreras y hábitos a la hora de realizar algún ejercicio físico reveló que más del 80% de las mujeres eligen correr o caminar. Por otro lado, la maratón de Buenos Aires, una de las carreras más importantes en el calendario de eventos de esta disciplina en la ciudad y que propone un recorrido ¡nada más y nada menos que de 42K!, tiene cada año más inscriptos. En 2011 fueron 7.225 los anotados; en 2012, 8.135; en 2013, más de 9.100; y el año pasado, 10.335. Para esta edición, la organización espera superar los 11.000. Por eso, si alguna vez te preguntaste qué es lo que motiva a estos simples mortales a encarar semejante desafío, conocé las historias de estas mujeres que hoy disfrutan de los beneficios de la actividad más popular de los últimos años.
Catalina Vallejos, 25 años, locutora radial
Es graduada en educación física. Tiene más de 350.000 followers en Instagram (@CataVallejos) a los que mantiene actualizados con fotos, videos y relatos sobre las carreras en las que participa. Forma parte del team Boostgirls de Adidas, que fomenta el running como estilo de vida
¿Cómo y por qué empezaste a correr? Empecé a correr hace cinco años, cuando terminé la secundaria aproximadamente. Siempre había hecho mucho deporte y en ese momento sentí que me faltaba actividad física. Era algo que necesitaba hacer para mí. En el running encontré mi disciplina. Con 30 minutos todos los días le fui agarrando el gustito. Fue un proceso largo y difícil al comienzo, pero cuando te atrapa es rico y se convierte en parte de tu vida.
Los primeros obstáculos. La mente porque puede jugarte una mala pasada. Pero sé que mi cabeza es más fuerte que mi cuerpo. Los dolores musculares y las lesiones también pesan pero la mente puede hacer que sigas adelante. La motivación personal y de la gente que te rodea es súper importante para vencer ese obstáculo.
Los logros. Nunca pensé que iba a poder correr 21 km tantas veces en un año – ya llevo cinco carreras cumplidas de esta distancia – y la verdad es un hermoso logro. Terminar cada carrera feliz y contenta es una alegría inmensa. Los paisajes que uno conoce son increíbles y me gusta ir grabando los recorridos y compartirlos con la gente para que puedan también disfrutar y conocer cómo es el deporte.
El balance. Es una terapia. Cuando uno está mal, sale a correr y se olvida de las preocupaciones. Y, si uno está bien, al finalizar se siente aún mejor. Es un deporte que te da mucha energía; es cómodo de practicar: uno no necesita más que de la buena predisposición y un buen par de zapatillas. Además, la actividad te puede acompañar toda la vida porque siempre trae beneficios. Si tienes el bichito de probar, no lo dudes, aunque al principio duelan los músculos pero después los cambios te motivan a seguir adelante.
Estefanía de Hoyos, 21 años, instructora de Zumba Fitness
Estefanía es vegana - no consume ningún derivado de animales -. En su dieta nunca faltan los cereales, las legumbres, las semillas y los frutos secos. Dice que el veganismo la hace sentir plena, llena de energía y feliz
¿Cómo y por qué empezaste a correr? Fue hace tres años. Yo tenía un sobrepeso de unos 10 kilos desde mis 10 años. Un día me anoté en el gimnasio. Comencé a hacer la típica rutina: 20 minutos de caminata en la cinta, 10 minutos de escalador y 20 minutos de bicicleta fija, y luego, algunos ejercicios anaeróbicos. Al día siguiente, hice lo mismo, y al otro, también. Al cuarto día, sentía que quería "hacer algo más" en la cinta. Así que probé correr durante los últimos 2 minutos. Me gustó mucho. Al otro día probé correr los últimos 3 minutos, y al otro, probé correr los últimos 4. Cada minuto que agregaba, me gustaba más, así que decidí empezar la semana que seguía corriendo 5 minutos. Recuerdo que esos 5 minutos a la otra semana me costaron muchísimo. El tiempo fue pasando y cada vez me sentía con más energía, más contenta y motivada. Y me puse una meta: anotarme en una carrera de 5 km. Corrí, y puedo asegurar que pocas veces en mi vida sentí lo que sentí durante esa carrera. Me di cuenta lo diferente que es pasar de correr en una cinta, adentro de un gimnasio, a correr al aire libre, atravesar diferentes lugares y paisajes, sentir el calor del sol en todo tu cuerpo y el viento en la cara. Y desde ese día, decidí probar empezar a correr al aire libre.
Los primeros obstáculos. Mi sobrepeso. Los primeros pasos fueron muy duros y difíciles. Creía que no iba a poder, todo el tiempo sentía eso, pero al mismo tiempo, no quería dejarme vencer por eso.
Los logros. El running genera un círculo virtuoso: corrés, te sentís bien, te incentiva a alimentarte mejor, dormís mejor, y todo eso conlleva a querer seguir corriendo, y ahi vuelve a arrancar el círculo. Mental y espiritualmente noté que "me volví" más alegre, más positiva. Te sentís más fuerte emocionalmente, y quiero resaltar este sentimiento, que es el de "yo puedo" o "yo puedo más". Esa creencia, inconscientemente (o por lo menos, en mi caso) se va expandiendo a otros planos y otras tareas de la vida cotidiana.
El balance. El running vale la pena, es algo que uno hace por uno mismo, es un rato que uno se dedica. Diganle a su amigo/a, hermano/a, primo/a, novio/a, vecino/a, o a quien sea que quieran, y empiecen juntos. Al hacerlo acompañado se pierden las vergüenzas, las dudas, y el hecho de acompañar a otro, hace que nos comprometamos y que, si nos cuesta, mantengamos mejor la constancia. No hay excusas, cada momento, largo o corto, sirve. Pasos rápidos, lentos, cortos, largos, todo sirve. Y vas a ver que, cuanto más corres, más vas a querer correr.
Yamila Abbate, 28 años, empleada administrativa
Además de correr, Yamila practica skate, otro de los deportes que cada vez cuenta con más adeptos en el país. En el running su última meta fue cubrir una carrera de 10K; ahora busca mejorar sus tiempos en esa misma distancia
¿Cómo y por qué empezaste a correr? Siempre hice actividad física y jugaba deportes de equipo. Pero perdí el entusiasmo y, cuando dejaron de divertirme esas actividades, abandoné todo. No pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta que necesitaba ponerme en movimiento y tener algún tipo de desgaste físico. Entonces empecé a correr con mi cuñada, que también tenía ganas de probar. Al principio dábamos algunas vueltas por la plaza cerca de casa y después ya nos animamos a salir a la calle y a ponernos metas para cumplir tiempos y distancias.
Los primeros obstáculos. Mi peor enemiga soy yo misma. Mi mente muchas veces me traiciona y cuando voy corriendo me dice que no doy mas, que estoy cansada, que no voy a llegar. Pero con el tiempo esas cosas se superan y aprendés a sobrellevarlas y superarlas.
Los logros. El running me ayudó a superarme. El "no puedo" o "no me va a salir", "no voy a llegar" ya no son para mi. Correr me ayuda a pensar en positivo todo el tiempo. El ánimo te cambia y te llenás de energía y buena vibra. Además, entrenar no sólo te aporta fuerza física sino que también desarrolla la fuerza mental, entrenás la mente para que no te juegue una mala pasada y se acostumbre cada vez máss a distancias más largas.
El balance. Nunca es tarde para arrancar, no hay motivo para tener miedo a salir a correr. Pero antes es importante investigar, preguntar, asesorarse sobre cómo evitar lesionarse. Tenemos la suerte de tener disponible mucha información.
Valeria Candanedo, 30 años, arquitecta.
Valeria es panameña y conocida por su programa "Manos al acecho", un espacio en el que demuestra que una chica puede usar una caja de herramientas con conocimiento de causa. También forma parte del equipo de ocho chicas BoostGirls de Adidas
¿Cómo y por qué empezaste a correr? Mi mamá corrió toda la vida y ella fue un gran estímulo para que me decidiera. Además, ya había intentado con diferentes maneras de ejercitarme pero todas me parecían muy aburridas. Hasta que empecé a correr y me enamoré del running. Soy una persona a la que no le gusta estar encerrada así que el running es perfecto para mí: correr en diferentes paisajes es lo mejor.
Los primeros obstáculos. El obstáculo más difícil de vencer es la mente. Si no tienes una mente fuerte, ésta te puede jugar una mala pasada con pensamientos negativos mientras corres. Una mente positiva hará que tengas un mejor desempeño en cada carrera.
Los logros. El running me enseñó a tener paciencia y ser perseverante. En esta disciplina los resultados no son inmediatos; hay que entrenar por varios meses para lograr ver resultados. Lo mismo pasa con la vida: hay que tener paciencia y saber que uno tiene que luchar por lo que realmente quiere o por sus metas.
El balance. La motivación proviene de uno mismo. Al principio nos puede dar algo de pereza pero después del entrenamiento nos vamos a sentir excelentes y eso te motiva a seguir entrenando cada día.
Josefina Martínez, capacitadora laboral, 52 años
Josefina Martínez es mamá de Camila y Luciano y este año se animó por segunda vez a correr los 42K de la famosa Maratón de Buenos Aires
¿Cómo y por qué empezaste a correr? Comencé por curiosidad y porque mi hermana y una amiga lo hacían. Yo era "bicho" de gimnasio y miraba con desconfianza a esos "locos" que corrían porque sí. Hasta que un buen día me animé y salí con ellas a trotar.
Los primeros obstáculos. El mayor obstáculo fue no creer en mí ni en mi capacidad para lograr aquello que me propusiera. Al principio recuerdo que no aguantaba ni 100 metros sin perder por completo el aliento.
Los logros. El running me dio mucho. Socialmente, me permitió conocer gente, hacer nuevos amigos y entrenar con diferentes profesores muy valiosos. Físicamente me aportó bienestar y salud, más energía y felicidad y, sobre todo, la sensación de que una puede lograr lo que se propone. Mi mayor logro hasta ahora es haber corrido la Maratón de Buenos Aires en 2013 y el Raid de los Andes en mayo de este año, es una carrera maravillosa de tres días con un total de 60 km.
El balance. Es simple y complejo a la vez. Hay que ponerse las zapatillas y salir a correr. Por mi experiencia sugiero hacerlo en grupo. Es un camino de ida del que uno jamás se va a arrepentir.