Economía personal: 3 consejos claves para manejar las finanzas junto a tu pareja

El dinero tabú ya pasó de moda: pocas cosas traen tantos problemas a la hora de manejar nuestras finanzas como el tabú que existe en torno al tema del dinero. Hablar de sueldos con amigos y hasta con la pareja pareciera de mala educación. ¿Cuáles son los espacios que tenemos entonces para tratar este tópico tan importante? El dinero atraviesa nuestras vidas en el día a día, por lo que nosotras mismas somos las mayores perjudicadas al continuar tratándolo con pudor.

Es por eso que, cuando priorizamos la transparencia y la comunicación dentro de la pareja, la plata no debería ser una excepción. Empezar a hablar de dinero en la mesa, incorporar buenos hábitos de consumo en equipo y aprender de finanzas juntos son todas “banderas verdes” en una relación y no hace falta estar casados o conviviendo para implementarlas.

Lejos de tratarse de incluir al otro sólo para las buenas noticias, es importante mantener la transparencia y no esconder las inquietudes o deudas. Evitar lo que se conoce como “infidelidad financiera” permite que puedan juntos idear formas de apoyarse mutuamente y desarrollar estrategias para mejorar sus finanzas. 

Crear un presupuesto conjunto: un excelente hábito a incorporar es el de planificar juntos los gastos del mes. Si bien muchas parejas son partidarias de “delegar en el otro” las finanzas, es fundamental que ambos estén involucrados y tomen decisiones en torno al dinero de forma conjunta.

En este sentido, es sumamente recomendable que una vez al mes agarren hoja y lapicera (aunque lo ideal es una planilla de Excel) y detallen cuánto gastarán en distintas categorías (alquiler, alimentación, salidas, ropa, etc.) en los próximos 30 días. Por supuesto que la suma de todos los gastos no deberá superar la suma de los ingresos. La clave en este punto está en ir registrando lo que efectivamente van gastando, para asegurarse de cumplir con lo planificado.

Otra práctica recomendable es que el monto que se dedique a los gastos sea proporcional a los ingresos.

Proponerse objetivos financieros: por último, llegó la parte más divertida. La cita financiera mensual es el momento ideal para planificar proyectos. No sólo los compartidos, sino también los individuales.  Planificar un viaje, la compra de un auto o una casa, formar familia… son tan sólo algunos de los ejemplos que más frecuentemente aparecen a la hora de proponerse objetivos financieros conjuntos.

Muy importante: ¡hagan cuentas! ¿Qué queremos? ¿En cuánto tiempo? ¿Cuánto sale? ¿Cuánto debemos ahorrar por mes para conseguirlo? ¿Cómo ideamos un plan de acción para alcanzarlo? Educarse financieramente e incorporar hábitos de consumo saludables para nuestro bolsillo pasan de ser tareas tediosas a motivantes cuando tenemos una meta clara para hacerlo. Y con la compañía adecuada, se vuelve mucho más fácil.