Cómo se conocieron Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo Alejandro

Fue en 1999 cuando las vidas de Máxima y Guillermo cambiaron para siempre, en la que parecía ser solo una fiesta más entre las tantas reuniones de la alta sociedad que solían frecuentar. El hecho ocurrió en la Feria de Abril de Sevilla, en España, a donde la joven argentina se había dirigido para descansar de su trabajo en el Deutsche Bank de Nueva York, conociendo allí a Willem-Alexander, que en ese momento no le dijo quién era y se presentó simplemente como Alejandro.

La primera impresión no fue demasiado buena. Guillermo creyó que Máxima Zorreguieta era una paparazzi infiltrada y su trato hacia ella no desbordó simpatía, por lo que Máxima lo consideró una persona bastante molesta. Pero luego en la noche volvieron a cruzarse y las sensaciones fueron otras. Cuentan que cuándo Alejandro le reveló su procedencia de la realeza, ella no le creyó, hasta que se hizo evidente que no se trataba de una broma.

Quedaron en hablarse, por lo que él la buscó cuando ella volvió a su trabajo en el mundo de las finanzas de la gran manzana. Entre viajes y encuentros secretos, floreció el amor y la prensa no dejó de perseguir a esa desconocida que estaba destinada a ser reina, como se ve en el siguiente video de 1999.

El noviazgo duró unos tres años, hasta que llegó el compromiso en 2001, cuando Guillermo se lo propuso patinando sobre hielo en un estanque cerca del Palacio Huis ten Bosch. Más tarde llegaría una propuesta de casamiento empañada por el pasado del padre de Máxima Zorreguieta, hecho que puso patas para arriba a la corona holandesa.

No todo fue color de rosa al momento de concretarse el compromiso entre Máxima Zorreguieta y Guillermo, porque el pasado del padre de ella despertó todo un debate en los Países Bajos, al no poder aceptar entre la realeza a un hombre que había tenida relación directa con la dictadura cívico militar de Argentina.

El padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, fue ministro de Agricultura durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla, y tal rol no cayó nada bien en la opinión pública ni en la cúpula del país europeo.

Si bien Máxima Zorreguieta era apenas una niña en esos tiempos de dictadura de Argentina, la prensa neerlandesa puso en tela de juicio que una futura reina tenga ese vínculo con un genocida, iniciándose allí hasta una campaña para que arresten a su padre y sea castigado por crímenes contra la humanidad si pisaba suelo holandés.

La relación entre Máxima y Guillermo fue incluso debatida en el parlamento de ese país, con Guillermo dispuesto a renunciar a sus derechos como heredero si no aceptaban a su pareja. Tuvo que intervenir la Reina Beatriz para que Máxima fuera aceptada como un miembro de la familia, aunque con una condición: Jorge Zorreguieta no podría acudir a la boda de su hija. "Como hija, me parece terrible que mi padre no esté allí, pero así son las cosas y entiendo los sentimientos de los holandeses al respecto", declaró.

El 30 de marzo de 2001, ya con el compromiso oficializado, Máxima Zorreguieta se dirigió por primera vez al pueblo holandés en una transmisión televisiva en vivo en la cual intentó dominar simpáticamente el idioma, ganándose el cariño de todos.

Máxima Zorreguieta se convirtió en Princesa de los Países Bajos el 2 de febrero de 2002, día en que la fastuosa boda real se llevó a cabo en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam con la notable ausencia de Jorge Zorreguieta entre los invitados.

Con un vestido de novia de Alta Costura en seda mikado color marfil del diseñador italiano Valentino, la princesa Máxima Zorreguieta iniciaba así su camino hasta la Corona.

Dieciséis meses después de la boda, Máxima y Guillermo anunciaron que estaban esperando su primer hijo y, el 7 de diciembre de 2003, nació la princesa Catharina-Amalia, a quien le siguieron la princesa Alexia Juliana, en 2005, y la princesa Ariane, en abril de 2007.

El 30 de abril de 2013 es otra de las fechas que marcaron la vida de Máxima Zorreguieta. Ese día, tras la abdicación de la reina Beatriz, su hijo se convirtió en Rey, por lo cual aquella joven argentina educada en el colegio inglés Northlands y que había estudiado economía en la Universidad Católica, pasó a ser la reina consorte de los Países Bajos.

"Es tiempo para una nueva generación", declaró la monarca que dejaba su lugar en el trono, al cual había accedido el 30 de abril de 1980, tras la abdicación de su propia madre, la reina Juliana.

Máxima Zorreguieta supo ejercer su nuevo rol con mucha soltura, siendo un emblema de elegancia, consejera ideal para Guillermo, y llegando a ser considerada como el miembro mejor valorado de la familia real.

La serie que protagoniza Delfina Chaves, basada en el bestseller Máxima Zorreguieta: Madre Patria, de Marcia Luyten, relata la fascinante historia de vida y ascenso de la reina Máxima de los Países Bajos.

Cuenta con 6 episodios y se estrena en la plataforma Max el jueves 15 de agosto.