¿Quién fue Ida Lupino? Rechazó a Ronald Reagan y se convirtió en una de las primeras directoras mujeres
En una época en que a las mujeres no se les permitía estar en el detrás de cámara, ella trabajó como guionista, productora y directora
1 de febrero de 2022
Sí intentamos armar una lista de actrices que contribuyeron al cine durante los años dorados de Hollywood vamos a encontrar una veintena de nombres. Pero si repetimos este ejercicio anotando guionistas, productoras, directoras o compositoras el ejercicio se vuelve más complicado. Esto se debe a que, a excepción del vestuario y maquillaje, los puestos detrás de las cámaras estaban reservados casi exclusivamente para los hombres.
Esta división del trabajo no detuvo a Ida Lupino, quien luego de convertirse en una actriz consolidada abandonó un salario abultado para hacer sus propias películas.
Foto: Ida Lupino
Camino al estrellato
Algunas personas llevan el oficio en la sangre, en el caso de Ida Lupino la actuación es un legado que su familia transmitió de generación en generación desde el siglo XVII. Hija de la actriz Connie Emerald y el artistas de music hall Stanley Lupino, Ida continuó esta tradición formándose en la Real Academia de Arte Dramático londinense.
Su primer rol protagónico fue inesperado. En 1932 Lupino, con tan solo catorce años, acompañó a su madre a un casting para la película Her First Affaire. La presencia de la jóven impactó tanto al director que decidió darle el papel a ella. Este rol fue el puntapié de lo que sería una brillante carrera.
En los años siguientes Ida interpretó varios roles menores, primero en su país natal y luego en Estados Unidos. En estos films generalmente encarnaba a dos tipos de mujeres: dulces e ingenuas o duras y emancipadas. Finalmente este patrón se rompería en The Light That Failed (1939), película en la que demostró su maestría para interpretar un rango de personajes más variado. A partir de ese momento Lupino también se puso en la piel de anti heroínas, villanas y mujeres mentalmente turbadas.
En la década de los cuarenta Ida ya era una artista reconocida que trabajaba junto a los pesos pesados de la industria cinematográfica. A pesar de la fama adquirida, la relación con sus empleadores era tensa. Lupino quería interpretar papeles que no repitiensen estereotipos, por eso solía rechazar guiones que no estuviesen a la altura. Este gesto de rebeldía era penalizado por la Warner Brothers con suspensiones de su sueldo. Finalmente Lupino se cansó de esa situación y tomó una decisión radical: separarse del estudio para formar junto a su marido la productora The Filmmakers.
Sus años como directora
Formar su propia productora era riesgoso. Producir una película es una gran inversión que tal vez no se recupera. Además, en una industria donde las mujeres se desempeñaban casi únicamente frente a las cámaras, ser productora, guionista y directora desafiaba los cánones de la época.
Por otro lado, el trabajo independiente tenía sus beneficios: libertad para explorar temas que los grandes estudios no se hubiesen atrevido a tocar. Entre 1949 y 1953 Ida dirigió seis películas en las cuales se traslucía su mirada personal: el interés por el mundo femenino, los personajes de clase media venidos en desgracia y los tabúes de la sociedad.
El plan original no era que Lupino dirigiese. A los tres días de haber comenzado el rodaje de Not Wanted, Elmer Clifton, quien estaba encargado de la dirección, sufrió un infarto. Ida no dudó en tomar su lugar, aunque prefirió aparecer en los créditos solo como guionista.
Not Wanted narra la historia de una joven que queda embarazada luego de pasar la noche con un hombre que desaparece a la mañana siguiente. El hecho de hablar sobre hijos concebidos fuera del matrimonio tuvo como consecuencia la censura. Lupino fue forzada a cambiar el título original del film, “Madres solteras”, por el cual actualmente se conoce a la película.
El resto de su filmografía no fue menos polémica. Lupino no temía mostrar aquello que la sociedad prefería esconder: la discapacidad (Never Fear), la violación (Outrage), los vínculos maternales abusivos (Hard, Fast and Beautiful), la bigamia (The Bigamist) y los asesinatos en serie (The Hitch-Hiker). A todas estas producciones supo darles un tratamiento estético propio, lo cual evidenció que tenía talento para estar tanto delante como detrás de las cámaras.
Foto: Ida Lupino
Televisión
Desde mediados de los cincuenta hasta los setentas, si bien participó en producciones cinematográficas, el grueso de su trabajo estuvo dedicado a la televisión. En estos años dirigió más de sesenta episodios de series sumamente populares como Batman, Bonanza, Los Intocables, Hechizada y Los ángeles de Charlie, entre muchos otros. También protagonizó la comedia Mr. Adams and Eve y participó como actriz invitada en varios programas televisivos.
El 3 de agosto de 1995 Ida Lupino falleció a los 77 años de edad.
Como le suele suceder a varios artistas, en vida su carrera no tuvo el reconocimiento que merecía. Tuvieron que transcurrir varios años para que se la valorizase como la pionera que fue. Su legado fue doble: abrió las puertas para que otras mujeres trabajen detrás de cámara y construyó otro tipo de cine liberado de la moralina de la época. Ida Lupino fue una artista potente y versátil, pero sobre todo fue una inconformista.
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