Steve Jobs: cómo era su prueba poco ortodoxa para contratar candidatos
Para elegir a los mejores, Steve Jobs salía a tomar una cerveza con ellos. Qué conseguía y por qué:
20 de octubre de 2022 • 12:04
Steve Jobs en la apertura de Macworld en 2011. - Créditos: Getty.
Steve Jobs tuvo una mente revolucionaria que supo explotar en la informática y la animación. Pero como todo genio, nunca se quedó satisfecho con nada y siempre quiso ir por más. Cruzando las barreras - o rompiéndolas - transformó la formalidad de las entrevistas de trabajo en un ambiente cómodo y distendido, que le diera el resultado que deseaba: conocer realmente a quiénes podría llegar a contratar. ¿Qué hacía? Inventó la prueba de la cerveza.
La prueba de la cerveza era una técnica muy fácil que –más allá de los efectos del alcohol- hacía que los candidatos pierdan los nervios y la tensión de las entrevistas, y por el contrario, se relajen y respondan con naturalidad a las preguntas del diseñador industrial.
En qué consistía la prueba
En primer lugar, y sin importar la experiencia o los estudios de la persona, Jobs se preguntaba: ¿Me tomaría una cerveza con él/ella? ¿Saldría a dar una vuelta para charlar, con una cerveza en la mano? Si su intuición decía que sí, salían del despacho e iban caminando en busca de una. Ese, era el momento de la verdad.
Qué les preguntaba Jobs tomando una cerveza
“No había respuestas buenas o malas”, decía el empresario. Eran preguntas muy simples como qué hizo el verano pasado, cuándo fue la última vez que consiguió algo importante, o qué disfrutaba del día a día. Esto le servía para ver la reacción del candidato, y decidir mejor si podría trabajar eficazmente dentro de Apple.
En esta nota: