Invertí tu tiempo y tu plata en un festejo más personal, que no sea prefabricado - Créditos: Anahí Bangueses Tomsig
Hace no tantos años –cuando nosotras éramos chicas–, las fiestas infantiles solían ser muy diferentes a las de ahora. Hoy hay muchas más opciones para todo, y eso está buenísimo. Pero se fueron dejando atrás algunas costumbres que te proponemos rescatar al armar el cumpleaños de tus hijos. Sobre todo, las que tienen que ver con la sencillez y con el toque artesanal.
Y ojo, que no se trata de sumarte exigencias desmesuradas, sino de poner la apuesta en otro lado: invertí tu tiempo y tu plata en un festejo más personal, que no sea "prefabricado". La idea es volver a celebrar de una manera simple, participar haciendo cosas con las propias manos, involucrando a los chicos (¡cotizan alto sus dibujos para las invitaciones y la deco!), invitando a un estilo de diversión más tranqui y menos ostentoso.
Hay muchos aspectos de una fiesta en los que se puede imprimir este espíritu, no hace falta que esté en TODOS los detalles para que se perciba y que se disfrute. Podés elegir un ítem en el cual aplicar esta impronta festiva y, si después seguís teniendo margen, sumar otro... y así, de acuerdo con tus posibilidades y habilidades.
¡SE PUEDE!
Lo primero, entonces, es habilitar la opción y sacarnos de la cabeza el chip del típico cumpleaños –el que festeja la mayor parte de los compañeros como si debiera ser así por default–. Porque no es obligatorio que la decoración sea de un personaje de la tele. Porque no son imprescindibles los animadores que gritan por un micrófono. Ni siempre la fiesta tiene que ser en un salón alquilado. Porque hay alternativas de menús cumpleañeros para zafar del chizito y el pancho. Porque podemos cantar el "feliz cumple" a capella, sin la banda de sonido del disco a todo volumen. Porque no hace falta gastar una fortuna ni es necesario que nuestros chicos protagonicen el fiestón de su vida para celebrar felices que crecieron y tienen un añito más.Es que estamos convencidas de que, conectando con lo sutil y lo pequeño, se logran festejos mucho más ricos. Muchísimo más enriquecedores.
¿CÓMO HACER?
¿Por qué no decorar la torta con juguetes del cumpleañero? - Créditos: Anahí Bangueses Tomsig
Es cierto que preparar comida casera, decorar la casa o armar las tarjetitas a mano son cosas que llevan un tiempo que a veces no tenemos. Pero ¿no es casi el mismo que gastaríamos en recorrer salones, gestionar presupuestos y comprar un combo? Además, el plus es que todo lo que vayas haciendo, como es propio, sea disfrutable. Que la fiesta no dure un par de horas y ya, que arranque en los preparativos, pero ¡atenti!: a no llegar extenuada al día del cumple. Aunque sabemos que no es posible ser anfitriona con el relajo de una invitada más y que a muchas la cercanía de un "aniversario del parto" las pone hipersensibles (¡eso pasa!), el plan es poder asumir el rol sin padecerlo ni agotarnos. Para lograrlo, arrancá con antelación y recordá que hay una palabra mágica: "por favor". Sí, pedí ayuda. Siempre hay un familiar o una amiga que tiene buena mano y puede ocuparse de algo. Encargale unas cookies a una abuela, alguna guirnalda a tu compañera de trabajo... Repartí, da lugar. ¡Hay más gente con ganas de colaborar de lo que imaginamos! Ni que hablar de lo importante que es que el papá participe en el armado del cumple (y que si no sucede, se lo pidamos).
A la cuestión del espacio también hay que bajarle un cambio. Los chicos no necesitan taaaaaaaanto lugar como solemos creer. Y pensá lo emocionante que es para ellos vestir de fiesta su hogar y cuánto refuerzan estos festejos los recuerdos de "la casa de la infancia". Proponiendo un horario corto y una actividad serena, un ambiente pequeño puede ser muy acogedor. Y si no es posible en tu casa, ¿por qué no pedirle el SUM de su edificio a algún pariente o amigo? O puede ser algo al aire libre.
En cuanto al entretenimiento: ¿somos capaces de armar algunos juegos?, ¿algún adolescente de la familia vendría a hacer unos trucos de magia?, ¿y si alguien toca un instrumento? No hace falta caer indefectiblemente en la animación estandarizada. Reflexionemos: la diversión durante la niñez es algo mucho más cercano, algo alcanzable.
Las fiestas son rituales sociales que nos definen. Elijamos a conciencia qué nos identifica al momento de honrar el crecimiento de nuestros hijos.
Deco
Que la familia participe en vestir de fiesta el lugar del cumple es un plus para los chicos - Créditos: Anahí Bangueses Tomsig
En tu casa, en un SUM pelado, en una plaza..., donde sea que fuere el cumple, ¡vestí el ambiente de fiesta! ¿Tejés al crochet? Armate guirnaldas con grannys. ¿Hacés origami? Móviles de grullas. Y si no, acordate de cómo se hacían las guirnaldas con dos cintas de papel crêpe. O recortá estrellas en papeles metalizados y pegalas en la pared. También podés tunear bonetes para los chicos con lo que se te ocurra: haciéndoles escamas con papeles de colores, por ejemplo. Dibujales con marcador caritas a los globos o, si son de helio, poneles un cono de cartulina beige de manera que el hilo pase por el vértice, ¡van a parecer cucuruchos de helados! La idea no es que ganes un concurso de arte, sino que haya una huella personal. Si estarán al aire libre, colgá adornos de los árboles (algo hecho a mano) y llevá un par de mantas lindas, con eso es suficiente.
Comida
Para el menú, pensá en cosas más sanas y simples. En lugar de chizitos: cereales, tomatitos cherry o frutillas. ¿Para qué galletitas de marca? Serví cookies caseras (decoradas con granas quedan divinas).
Reemplazá las golosinas por gelatinas, podés hacerlas en vasitos descartables. Salado: pizzetas, empanaditas de queso, pancitos. Para un bizcochuelo multicolor, dividí la mezcla en bols, a cada uno ponele una gotita de un colorante distinto y llevá al molde separando los tonos con un papel de aluminio (sacalo antes de hornear). Una opción para la chocotorta: apoyá en la superficie un papel con las letras del nombre de tu hijo recortadas, espolvoreá azúcar impalpable y sacá el papel. Y que cumplas muchos más…
Diversión
La espuma de afeitar es genial para esto. Tendé un plástico grande, dales rodillos e invitalos a dibujar - Créditos: Anahí Bangueses Tomsig
Es una gran aventura, por una vez en la vida, ser la animadora del cumple de tu hijo. Hay juegos muy fáciles de organizar, depende de la edad que tengan los chicos y de la cantidad que sean, claro. A los más chiquititos les gusta enchastrar... No te asustes, que no hace falta ensuciar en serio. La espuma de afeitar es genial para esto. Tendé un plástico grande, dales rodillos e invitalos a dibujar. También podés ofrecer juguetes y que se organicen como cuando hacen programa en una casa. Y están los juegos vintage, ¿te acordás?: el baile de las estatuas, ponerle la cola al chancho, las carreras de embolsados. Si la recreación no es lo tuyo, podrías contratar un espectáculo corto. Al aire libre se imponen las burbujas, la pelota, los barriletes, las sogas de saltar... Jugar, se trata de jugar. En definitiva, ¡es el verbo de la niñez!, ¿o no?