Newsletter
Newsletter

Maternidad: cómo articular la crianza con el trabajo

Te compartimos algunas herramientas y sugerencias desde la experiencia de una coach.


Las dificultades de armonizar crianzas con trabajo.

Las dificultades de armonizar crianzas con trabajo. - Créditos: Getty



Los tiempos de la crianza y las exigencias del trabajo –sobre todo cuando se trata de emprendimientos propios, ni hablar si los hacés desde tu casa- pueden hacerte sentir que no vas a poder. El cartel de “peligro” nadie te lo mostró antes de convertirte en madre. En realidad creo que es así: no todo se puede pero sí se puede mejorar el equilibro entre el trabajo y la maternidad, si ponemos en práctica algunas pautas de organización y, sobre todo, aprendemos a delegar.

La coach Daniela Lugani -que además de tener más de 10 años de profesión es madre de tres hijos-, nos compartió algunas herramientas claves para aprender a gestionar mejor nuestro tiempo y establecer prioridades.

Una premisa que lejos de desempoderarnos nos habilita a pedir ayuda sin culpa es que “solas no podemos con todo”. A esa falsa idea de la heroína hay que desactivarla: Se necesita de apoyo emocional, físico (otras manos para cuidar, criar, llevar y traer) y contar con información de calidad.

Premisas para conseguir una buena articulación entre crianza y trabajo

1. Pautas claras

Una de las herramientas clásicas del coaching que Daniela siempre recomienda es la adquisición de pautas. Son muy importantes porque nos ayudan a tomar consciencia de las tareas que estamos realizando en el día (o en la semana, de acuerdo a dónde pongamos el foco) y para saber si estamos dejando muchas tareas inconclusas. En ese caso, es necesario revisar la organización de los tiempos y el uso que estamos dando. Una vez analizado, marcar un ritmo que nos resulte posible de llevar a cabo y apostar al desarrollo del hábito. Cuando el hábito se forma, el esfuerzo de realizar tareas cotidianas (dentro o fuera de casa) disminuye gracias a la repetición y la práctica.

2. Revisar y fortalecer creencias

Podés mejorar y adquirir conocimiento mientras vas aprendiendo a cómo ser mamá y trabajar al mismo tiempo. Es cierto lo que nos advierte Daniela acerca de todas esas veces que nos cuestionamos decisiones por creencias instauradas y dejamos de seguir nuestros instintos por miedo a fallar. ¿Fallar a quién? También es muy importante el compromiso que mantengas con tu objetivo y, en el caso de que te asalten emociones incómodas, frenar para experimentar eso que no nos gusta, analizar qué nos está impidiendo seguir y buscar alternativas para modificarlo.

3. Metas + Agenda = Planificación

Es fundamental establecer metas y objetivos claros. Para que un objetivo sea claro debe ser medible en el tiempo y tenemos que saber cuándo y cómo vamos a cumplirlo. Primero habría que formular metas claras para planificar tu tiempo. Deben ser factibles, centradas en acciones y temporales. Además, las metas que te propongas tienen que tener una fecha de inicio y un plazo de finalización. Una vez alcanzado es conveniente establecer una agenda. Lo ideal es que al momento de gestionar el tiempo podamos trabajar en tareas que están por llegar. Esto nos permitirá anticiparnos al momento de planificar y poder diferenciar entre lo urgente e importante. “Solemos darle prioridad a lo urgente y posponer lo importante”.

Daniela aclara que, si bien desde el coaching no se brinda consejos ni respuestas cerradas, sino todo lo contrario, ya que se busca fundamentalmente abrir preguntas y acompañar a las personas a encontrar sus propias respuestas de acuerdo a las necesidades de cada una, nuestra experta se anima a compartirnos desde su experiencia estas tres valiosas premisas.

  1. 1

    Involucrá a tu pareja (si es un proyecto de dos): hay que aprender a conversar de manera eficaz y para eso podés seguir estos pasos: 1. Buscar un buen contexto (un momento). 2. Anticipar de manera directa y sencilla de qué quiero conversar. 3. Expresar concretamente lo que quiero decir, sin vueltas. 4. No esperar que me entienda sin hablar. 5. Preguntá qué opina de lo conversado y escuchala atenta.

  2. 2

    Compartí tiempo de calidad con tu hijo/a: establecé prioridades y pedí ayuda para combinar el trabajo con la maternidad. Estar a medias suele ser agotador, sobre todo, cuando aparece después la culpa de sentir que no hacés “nada bien”, o no lográs terminar con eso que, al comenzar el día, te habías propuesto con tu hijo/a. Eso te quita energía que podrías estar reenfocando en otro lado.

  3. 3

    Examiná el trabajo que desempeñás y el objetivo que fijaste: algo realmente muy importante es que evalúes qué nivel de importancia tiene tu objetivo y si los recursos que necesitas para cumplirlo son suficientes. Si no lo son, pensá en qué acciones deberías tener en cuenta para conseguir esos recursos que te hacen falta.

Tres premisas que pueden serte útil

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

6 claves para elegir a un buen pediatra

6 claves para elegir a un buen pediatra


por Ángela Márquez

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.