
5 minutos de yoga y relax con Maru Brie
12 de diciembre de 2016 • 10:01

Levante la mano la que logra atravesar diciembre sin estresarse ni siquiera un poquito. Cansancio acumulado, trabajo en cantidades industriales, las fiestas, la planificación de la vacaciones, ¡los chicos que terminan el colegio! Demasiadas tareas para un mes que se hace muy corto. Les confieso algo: teníamos pensado publicar esta nota un poco más adelante. Pero la realidad es que estas últimas semanas cada vez somos más los que estamos cansados y se vuelve necesario hacer una pausa. Por eso, en 5 minutos de entrenamiento, hoy quiero acercarles un video con Maru Brie, profesora de yoga, que nos comparte una serie de ejercicios para esos momentos en que necesitamos reactivar o limpiar la energía, respirar profundo y seguir con nuestra jornada.

Maru Brie practica yoga desde los 8 años cuando su mamá la llevó a una clase con ella. En 1989, con tan solo 10 años, fue Campeona Mundial en un certamen que se realizó en Montevideo Uruguay. Luego se formó en la variante de Iyengar y hoy da clases a adultos, niños y deportistas de alto rendimiento en el Racket Club.
¿Por qué te inclinaste por el Iyengar entre tantas variedades?
B. K. S. Iyengar, el maestro de la disciplina, comentó en una entrevista que cambió drásticamente su rutina de yoga a ésta ya que “se había cansado de buscar logros”. Su etapa de “logros aeróbicos” había pasado y, en ese momento, quería profundizar en el cuerpo. Entonces, creo que, en parte, el destino me llevó a optar por este estilo. En algún sentido Iyengar es una de las variantes más nobles del yoga ya que utiliza props, que son elementos de apoyo que te ayudan a acercarte a la postura. Al ser occidentales, no estamos acostumbrados a sentarnos en el suelo, no tenemos una vida de cultura física activa como la tienen en Oriente ni somos tan laxos como ellos; por eso, esta variante es una de las más importantes de América de Norte a Sur porque respeta el origen del Yoga. Tiene dos beneficios: es sistemática, para que todos podamos acceder su práctica -desde aquel que no sabe absolutamente nada hasta el alumno experto- y, profunda por su intensidad que ayuda a operar el cuerpo desde el interior.
¿Podrías explicarnos qué ejercicios incluye tu rutina de entrenamiento y qué zonas trabajan esos ejercicios?
El foco, en principio, está en la respiración. Las respiraciones activan nuestro sistema inmunológico desde el momento cero ya que estimulamos la sangre y no estamos desgastando al cuerpo. En Yoga hacemos logramos esta función simplemente sentados en postura de Loto o Padmasana. En todos los deportes uno activa la sangre pero hay un desgaste físico involucrado en ese proceso. En su justa medida es saludable pero, nosotros, en la rutina de Yoga comenzamos con ejercicios de respiración que regeneran todo el desgaste que el cuerpo pueda tener. Cuando respiramos oxigenamos la sangre sin que el cuerpo se desgaste. Metafóricamente, de esta manera, ¡fabricamos sangre oxigenada! Luego, al comenzar con los otros ejercicios, involucramos diferentes zonas del cuerpo. Cada asana trabaja en una parte específica del cuerpo. Por ejemplo, las asanas de pie fortalecen las piernas; el grupo de posturas sentados fortalece la zona abdominal y la columna y el grupo de posturas invertidas ayudan a que el retorno de la sangre se invierta desde los pies a la cabeza.
¿Cómo es tu alimentación?
Mantengo una alimentación muy variada que incluye frutas, verduras, harinas de tipo integral y gran cantidad de productos derivados del arroz integral. Por ejemplo, en mis desayunos nunca faltan el jugo de pomelo o naranja, el ananá y el kiwi. Ingiero mucho líquido, y a veces, le coloco unas pizcas de sal marina para que los minerales del cuerpo se repongan fácilmente. Puedo alternar el agua con jugos naturales, los cuales me fascinan. A veces, cuando quiero algo más dulce preparo un poco de leche de avena.
¿Cómo puede ayudarnos el yoga a manejar el estrés?
El yoga nos ayuda a equilibrarnos en este mundo. Reduce la tensión, aumenta la concentración y coordinación. A nivel emocional nos fortalecemos para ver el afuera como un reflejo del adentro y así saber que podemos desde nuestro interior ampliar nuestra realidad si así lo deseamos. Y a nivel mental entrenamos el enfoque sostenido, aún en momentos de dificultad. Desde la geometría de las asanas, en las clases alineamos nuestro cuerpo a nuestra mente/corazón. Así, recorriendo los nadis y abriendo nuestros chacras le devolvemos al cuerpo su armonía natural. Si naturalmente somos flexibles, como cuando niños, la práctica nos otorga regresar a ese estado pero de manera consciente.
¿Qué significa el yoga en tu vida y qué te aporta diariamente?
Descubrí el yoga a los 8 años cuando mi mamá me llevó a practicarlo con ella. A esa edad tenía un problema de asma, dormía mal por las noches y no encontrábamos una solución a esto. Cuando comencé a ir, se dio cuenta que el problema había empezado a desaparecer y dormía mejor. La respiración es nuestra base y el yoga nos ayuda directamente con esto. Cuando potenciás la acción de respirar, estás potenciando todas las acciones que hagas en tu rutina. Es por esto que el yoga en mi vida significa TODO. Me RE UNE todos los días, es el aire que respiro, es mi pausa entre inhalar y exhalar.
6 posturas para recomponer la energía:
- Virasana: ayuda a desarrollar la fuerza y la resistencia. Expande el pecho e incrementa la capacidad de respirar profundamente. Además, alivia la rigidez de las articulaciones y mejora la flexibilidad de todo el cuerpo. Es una postura restauradora para revitalizar y relajar las piernas cuando están cansadas.
- Urdhva Mukha: es un gran estiramiento ascendente del tronco que permite liberar la tensión y el estrés. Sirve para estirar y flexibilizar el cuerpo: los hombros, la cadera y las extremidades. También mejora la digestión y el tránsito intestinal.
- Adho Muka: esta postura ahuyenta la fatiga y devuelve la energía perdida. Si estás muy cansada o te sentís con poca energía, esta asana es para vos.
- Virabhadra 1: fortalece la columna vertebral, las caderas, y las piernas. Además, aumenta la circulación sanguínea, el calor corporal y favorece la descarga energética en los miembros inferiores.
- Tadasana: mejora la postura y evita tener los hombros caídos sin necesidad de ser consciente de mantenerlos rectos. Expande la caja torácica, lo cual es positivo para respirar mejor. Es relajante. Además, con la cabeza alta disfrutamos del paisaje, los colores, el cielo.
- Prasarita: en esta postura las piernas extendidas se estiran con intensidad. Mejora la capacidad pulmonar ya que cuesta un poco realizar las respiraciones estando plegado y boca abajo, por lo que ese esfuerzo supone un gran ejercicio para los pulmones. Produce una sensación general de bienestar.
¿Qué te parecieron estas posturas? ¿Practicás yoga? Contanos tu experiencia. Podés ver más sobre el tema en ¿Qué tipo de yoga es para vos?y ¿Cuántas formas de yoga conocés? Te mostramos 10 estilos diferentes. Las espero la semana próxima con más novedades sobre el mundo de la belleza y la salud.
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