Créditos: Archivo LA NACIÓN
El trasplante de órganos y tejidos ha sido uno de los desarrollos más importantes de la medicina en las últimas décadas. La posibilidad de reemplazar un órgano dañado en forma irreversible por otro que funciona normalmente ha permitido mejorar las condiciones de vida o evitar la muerte de cientos de miles de personas alrededor del mundo.
Cada vez que se realiza un trasplante se activa un minucioso operativo médico que involucra a decenas de profesionales de la salud, al donante y sus familiares, a los pacientes que están en lista de espera y a diversos centros hospitalarios donde se llevarán a cabo los trasplantes. Hoy, 27 de febrero, se celebra el Día Internacional del Trasplante de Órganos y Tejidos con el objetivo de reconocer la labor de los profesionales y homenajear a los donantes que hacen posible que más de 1500 personas en Argentina salven su vida año a año.
Sin embargo, aún hay mitos frecuentes que se deben desinstalar para que la donación de órganos y tejidos continúe en alza, y los pacientes en lista de espera del INCUCAI puedan recibir órganos nuevos y sanos y mejorar su calidad de vida. Estos son algunos de los mitos que más se escuchan (y que los médicos del Comité de Trasplantes del Hospital Italiano de Buenos Aires recopilaron en el libro Trasplantes, editorial del IUHIBA).
MITO 1: "Todo fallecido puede ser donante"
Este mito se basa en la creencia popular de que todo fallecido puede ser un donante. Debido a la complejidad que implica llevar a cabo un proceso de trasplante, la donación de órganos puede ser posible solo en 5 de cada 1000 fallecimientos, dado que la muerte debe ocurrir en una unidad de terapia intensiva de un hospital, porque solo así se podría mantener el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produzca la ablación (extracción) de los órganos.
MITO 2: "En la Argentina existe el tráfico de órganos"
El comercio de órganos se encuentra expresamente prohibido y sancionado por la Ley 24.193. La donación de órganos se basa en la decisión altruista y desinteresada, por lo que no puede existir una contraprestación económica a cambio. La legislación de nuestro país toma recaudos al respecto al establecer que solamente se puede ser donante vivo de un familiar y resguardar la identidad de donantes y receptores. Es importante remarcar que, a pesar de los rumores sobre venta y tráfico de órganos, no se conoce ni un solo informe policial ni judicial de donantes o receptores ilegales en Argentina.
En el país funciona un único sistema nacional de trasplantes organizado y monitorizado por el INCUCAI, que es un modelo copiado por otras naciones por su eficacia y equidad. Es impracticable realizar, por fuera de este sistema, la detección de un posible donante, la ablación y transporte de un órgano, el análisis de compatibilidad genética con el receptor, el implante de órgano en una cirugía de altísima complejidad, la inmunodepresión y el seguimiento del paciente. En un operativo de procuración y trasplante de órganos participan entre 100 y 150 profesionales y se requiere una infraestructura de tal complejidad que su realización clandestina es imposible.
MITO 3: Los ricos y los famosos avanzan por la lista de espera, mientras que las personas "comunes" tienen que esperar más tiempo para recibir un trasplante
Todos los ciudadanos tienen el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante, independientemente de la posición social económica. Las listas de espera del INCUCAI son únicas, nacionales y están agrupadas por órgano o tejido. El ordenamiento numérico de las listas se da en cada operativo de procuración al conocer las características de compatibilidad entre el donante y receptor y el lugar donde se procura el órgano. La posición en la lista de espera y la situación clínica del paciente. Todo este proceso lo realiza un sistema informático denominado SINTRA, sin la posibilidad de que una persona pueda influir sobre los resultados. Además, cada paciente en lista de espera tiene una clave personal para ingresar en el sistema y verificar el ordenamiento de asignación en cada operativo de trasplante. Es una fuente de información de acceso libre para la comunidad.
MITO 4: La donación de órganos y tejidos puede dejar el cuerpo mutilado y "no presentable" para ser velado
El cuerpo es tratado con gran respeto y dignidad. Los órganos donados se obtienen con todos los cuidados de una operación quirúrgica de rutina. La donación no desfigura el cuerpo ni cambia su aspecto externo. De hecho, si se ablacionan huesos o glóbulos oculares para ser donados, se ponen prótesis especiales para que no quede ninguna lesión que desfigure el cuerpo del paciente fallecido. En todo momento, los médicos garantizan a la familia que el paciente va a poder ser velado.
MITO 5: Hay gente demasiado joven (o demasiado vieja) para poder donar sus órganos
Toda persona mayor de 18 años puede manifestar en forma expresa su voluntad afirmativa o negativa respecto de la donación de sus órganos, tejidos o células. No se requiere ningún estudio médico previo. Los criterios de selección para el donante de órganos son amplios y no hay límite de edad. Llegado el momento, los médicos determinarán cuáles son los órganos viables para un trasplante. Para esto se estudiarán antecedentes médicos y enfermedades del fallecido y luego se efectuarán los estudios para evaluar la viabilidad de los órganos y tejidos.
MITO 6: Los receptores de donaciones suelen ponerse en contacto con la familia del donante
No está permitido que un receptor de donación se ponga en contacto con la familia del donante. Según el artículo 27 de la ley 24.193, la identidad de los donantes está protegida y su divulgación atenta contra el espíritu de donación que es anónimo, voluntario, altruista y desinteresado.
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