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Ciberbullying: 6 factores por los que aumenta y cómo protegerte

El ciberbullying comparte con el bullying los mecanismos básicos del maltrato entre pares. Por qué aumentan estas violencias y cómo se pueden prevenir en las infancias y adolescencias.


En las redes sociales, como ocurre en el mundo off line, crecen y se reproducen discursos de odio.

En las redes sociales, como ocurre en el mundo off line, crecen y se reproducen discursos de odio. - Créditos: Getty



El bullying y el ciberbullying son como dos caras de una moneda: tienen en común los mecanismos básicos del maltrato entre pares.

El psicólogo sueco-noruego Dan Olweus fue uno de los primeros en estudiar esta relación. Sostiene que en el ciberbullying se muestra el ejercicio del abuso con tecnologías como los celulares e internet; el hecho de utilizar los nuevos instrumentos tecnológicos para el acoso escolar no involucra una nueva naturaleza de maltrato, sino un mismo maltrato de una manera más agravante hacia las víctimas.

De la misma manera que en el bullying tradicional las conductas de ciberbullying surgen de la trama de las relaciones interpersonales que se constituyen entre aquellos estudiantes que comparten espacios comunes, por tanto, es muy razonable considerar que la postura de muchos investigadores sea la de tener en cuenta este fenómeno como una nueva modalidad o subtipo del bullying, una forma de bullying indirecto.

Dos modalidades de ciberbullying

Corrientes más modernas consideran que existen dos modalidades de ciberbullying: por un lado, aquel que actúa como refuerzo de un bullying ya comenzado en el entorno escolar; por otro lado, aquella forma de acoso entre pares por medio de las nuevas tecnologías, que no posee antecedentes.

En la primera modalidad, se comprende ciberbullying como una manera de acosar más sofisticada, perfeccionada, por lo general, cuando las formas de acoso tradicionales ya no resultan atrayentes o placenteras. En este caso, el ciberagresor es fácilmente determinable, ya que coincide con el hostigador presencial.

Los efectos de este ciberbullying se suman a los que ya padece la víctima, de todas maneras, además amplifican e incrementan los daños, dada la apertura mundial y generalización del acoso a través de las páginas web.

También el ciberbullying puede ser visto como una nueva manera o subtipo del bullying. El uso de medios electrónicos para agredir hace que este prototipo de acoso tenga aspectos particulares diferentes y propios, especialmente ligados al anonimato del agresor. La mayoría de las oportunidades, el acosador manipula pseudónimos o nombres falsos para hostigar a la víctima. El fingimiento de la identidad hace más fácil, por un lado, la provocación e impunidad del agresor y, por otro, acrecienta el potencial de indefensión de la víctima.

En lo que respecta a las formas de acoso entre iguales que no presentan antecedentes, sin motivo aparente el niño o adolescente comienza a recibir formas de hostigamiento a través de las tecnologías. En pocas ocasiones, después de un tiempo de recibir este tipo de acoso, el ciberagresor decide completar su obra con una experiencia presencial, dando la cara.

Por qué aumenta el ciberbullying: 6 factores

Hay seis factores por los cuales el ciberbullying se está incrementando en la actualidad:

  • Hay mayor disponibilidad de nuevas tecnologías.

  • Se le da una importancia creciente al espacio virtual en la vida de los individuos como espacio de socialización.

  • Hay una menor apreciación del daño causado que en el bullying, ya que los actores no están en un escenario “cara a cara”.

  • Existe una impresión de impunidad del perseguidor por el anonimato que conlleva a que no se afronte a las represalias de la víctima o de sus conocido.

  • Existe una distancia de la propia conciencia del hostigador respecto del daño que realiza, ya que atribuye ese comportamiento a un personaje o rol personificado de la red.

  • Por las características propias de ciberespacio se logra una fácil asociación de perseguidores y una fácil reproducción y propagación de contenidos audiovisuales.

Cómo cuidar a las infancias del ciberbullying

Como siempre decimos, es importante que se desarrolle una comunicación amorosa, asertiva, y que se desarrolle en un marco de confianza, amor incondicional a la hora de acompañar a las infancias y adolescencias en su paso por las redes e internet.

Se puede, además, construir un espacio para pensar juntos, hablar del tema, nombrarlo, quitarlo de los temas tabú, para que se visualice y no haya espacios grises donde los niños se muevan. Es conveniente que, a la hora de hablar, se pueda ayudar a los más pequeños a formar un pensamiento crítico sobre este tema y se les debe transmitir una confianza tal de modo que busquen ayuda en sus padres en el caso de que se sientan acosados en alguna de las redes.

El mejor amigo del ciberbullying es el silencio. Cuando algo no se habla, no se visualiza, es más probable que suceda. Por lo que, además de hablar en nuestras casas, las campañas para que los niños y adolescentes tengan más información son importantes.

Con el ciberbullying se empeora el sufrimiento y la inseguridad en las víctimas, a causa de la falta de previsión de los ataques. Esto lleva a que se generalice su ansiedad anticipatoria, el estrés y la depresión. Más allá de esto, las consecuencias pueden ser muy variadas y extremas, por lo que no hay que tomarlo como una simple picardía de niños. 

Experto consultado: Flavio Calvo, Dr. en Psicología, docente, tallerista y autor. IG: @calvoflavio

 

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