Consejos para armar tu jardín con plantas nativas
Elegir plantas de nuestra zona no solo nos ahorra agua y trabajo,sino que también ayuda a cuidar el ecosistema
12 de enero de 2018
Seguramente vengas escuchando el término “autóctono”o “nativo”, pero ¿te detuviste a pensar qué significa y por qué está de moda? En el caso de las plantas, hablamos de nativas cuando nos referimos a las que no fueron introducidas por el hombre en una región. Es decir, hablamos de la flora local que se adaptó a la zona en que vive, manteniendo un perfecto equilibrio con el ecosistema.
Cultivar plantas nativas ayuda a mantener el ecosistema - Créditos: Jazmín Varela
Esto significa que los animales de la zona dependen de esas plantas para su subsistencia, así como ellas los necesitan para repartir sus semillas, polinizar sus flores y controlar su crecimiento, por ejemplo, porque son su fuente de alimento. Por esa razón, cuando te decidís a cultivarlas en tu balcón, patio o jardín, pasa algo maravilloso: apostás a un diseño más austero y sencillo, que quizá no incluya las plantas más lindas del catálogo de flores, pero te regala un paisaje más relajado en el que hay que trabajar menos.
¿Cómo reconocerlas?
Para saber de qué plantas hablamos, no tenés más que visitar un parque nacional o una reserva, que, gracias a un montón de leyes proteccionistas, nos muestran cómo era el territorio antes de que el hombre empezara a talar árboles para la ganadería o de que se introdujeran tantas especies de afuera, que, a fuerza de tanto verlas, ya creemos que son nuestras. Además, hay que tener en cuenta que cada ecosistema es diferente: no es lo mismo el de la pampa húmeda, chato y austero; que el de la cordillera patagónica, húmedo y frondoso; o el de las selvas misioneras, tan verde y exuberante; o el del norte del país, seco y plagado de imponentes cardones que dominan el paisaje. Pero si tenés dudas cuando ves alguna especie, también podés apelar a la tecnología; la app Grinc (para iOS y Android) te puede ayudar con esa data. Ahí vas a poder ver exactamente cuáles son las plantas que se pueden sentir naturalmente cómodas en tu jardín.
Algunos de sus beneficios
Fomentan una jardinería local. Nos encantan los jardines franceses, tan atentos al detalle, o los diseños ingleses, llenos de verde y de rosas espectaculares. Pero... ¿qué pasaría si invirtiéramos tiempo y energía en diseñar una jardinería local, bien nuestra? ¿Qué incluiría? Esa cultura jardinera aún nos falta, y se va a desarrollar en la medida en que aprendamos a apreciar lo que tenemos.
Están adaptadas al clima local. No importa si hay heladas, vientos o tormentas. Las plantas de la zona saben a lo que se enfrentan y se la bancan.
Adoran el suelo del lugar. Como son de la zona y evolucionaron para adaptarse a ese espacio, no necesitan tantos recambios de sustrato, fertilizantes o cuidados extra como el resto. En definitiva, te hacen trabajar menos.
Se enferman menos. Como están en las condiciones óptimas de luz y suelo para ellas, no son tan susceptibles a las enfermedades o las plagas.
Ahorran agua. La mayoría de las plantas autóctonas viven con el agua de la lluvia del lugar de donde son. Eso hace que solo haga falta regarlas cuando se las planta, durante los veranos muy secos o cuando son muy chiquitas.
Atraen la fauna local. Son súper atractivas para un montón de animales, pájaros e insectos (como abejas, avispas y mariposas) que se alimentan de sus frutos, flores y hojas y hasta buscan refugio entre sus ramas.
Hagámonos cargo
Cuando no cuidamos los ecosistemas, las especies invasoras depredan las locales y se vuelven plagas, justamente porque, al no interactuar con el resto de la fauna y flora local, carecen de controladores biológicos. No es un dato menor que las especies exóticas introducidas son la segunda causa de pérdida de biodiversidad, luego del deterioro de los hábitats por necesidades productivas, que es la primera. Es algo que ocurre, por ejemplo, con la rosa mosqueta de la Patagonia, que, al contrario de lo que se cree, no es autóctona; o con los lirios amarillos del Delta, o con la acacia negra.
Es nuestra tarea cuidar los ecosistemas, porque son equilibrios creados por la naturaleza a lo largo de millones de años. Así que si ves una oruga comiendo las hojas de tus plantas, quizá no sea tan terrible, porque así es como la naturaleza se equilibra y se controla, y eso es lo que estamos fomentando cuando cultivamos nativas. La próxima vez que
Las nativas más lindas
Salvia azul
Salvia azul - Créditos: Jazmín Varela
Supera el metro de altura y tiene unas flores divinas desde la primavera hasta el otoño. Es típica del noreste de la Argentina.
Potulaca
Potulaca - Créditos: Jazmín Varela
Vive en las sierras y los suelos salobres del centro y norte del país. Es ideal para jardines a pleno sol, con pocos cuidados.
Mbucuruyá
Mburucuyá - Créditos: Jazmín Varela
Es típica de las selvas y bosques de Argentina y países limítrofes. Crece en espacios a pleno sol.
Aljaba
Jazmín del Paraguay - Créditos: Jazmín Varela
Aljaba - Créditos: Jazmín Varela
Crece en los bosques patagónicos de Chile y Argentina. Florece en primavera y se cultiva en macetas.
Jazmín del Paraguay
Jazmín del Paraguay - Créditos: Jazmín Varela
Lo encontrás desde el noreste del país hasta Santa Fe. Tiene un perfume de locos. Atrae muchas mariposas.
Qué leer
Créditos: Jazmín Varela
Un manual editado por la revista Jardín con una guía de las autóctonas.
¿Qué nativa te gustó más? ¿Tenés algún rinconcito para cultivarla? También fijate: Cómo encarar unas vacaciones con la familia de tu parejay Harinas: por qué no hay que eliminar el pan y las pastas de la alimentación
Expertos consultados: Licenciado en Planificación y Diseño Paisaje de la UBA; Francisco García Erize; biólogo, especializado en flora autóctona y Alberto López, etnobiólogo.
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