El diseño acompaña a Andy Faerman, de 33 años, la apasiona y la traslada a todas las áreas de su vida - Créditos: Érika Rojas
El diseño la acompaña a donde vaya.Este es un mundo que a Andy Faerman, de 33 años, la apasiona y que traslada a todas las áreas de su vida: desde qué se pone hasta cómo decora su casa.
Curiosa por naturaleza, su carrera como diseñadora de indumentaria se transformó en un sinfín de idas y venidas, cursos en el exterior y proyectos que se volvieron realidad, como @TwentyFourStyle: un blog que creó junto con su amiga Renata sobre tendencias urbanas. Empezó siendo un inspirational board y creció hasta convertirse en una productora de contenidos para diferentes marcas de moda local.
Punto de encuentro familiar. No hay tele por elección y logran un espacio alejado de interrupciones. Es una sala grande que puede servir como pista de baile o como salón de lectura - Créditos: Érika Rojas
Además, es mamá de Allegra, de 4, y Félix, de 2, y está casada con Mariano, un ingeniero industrial fanático de Star Wars, con quien armó este depto en Belgrano. "El barrio me permite hacer todo lo que me gusta y cumplir con mis responsabilidades sin tener que correr de una punta a otra de la ciudad", asegura, y se define como una eterna buscadora de experiencias y objetos que la conmuevan y sumen entusiasmo a su vida.
La lámpara es de Casa Fad y el cartelito es de Belgika Home and Deco - Créditos: Érika Rojas
Por eso es que su universo personal es el reflejo fiel de su personalidad y la de su familia: luminoso, alegre, con mucho ingenio, dedicación y amor. Tanto en su forma de vestir como en la decoración de los ambientes de su casa, una base de colores neutros es invadida por objetos-hallazgos que fue recolectando a través de los años, especialmente de sus viajes con su marido. Así, la fusión de estilos de cada miembro de su familia salta a la vista y eso hace la mixtura aun más interesante.
Living
Un ambiente lleno de curiosidades, como un flamenco rosa traído de Animal Kingdom, una B que alude al apellido de su marido (de urban outfitters), un póster australiano que compró en su luna de miel y hasta una jirafa de Carrefour - Créditos: Érika Rojas
Punto de encuentro familiar. No hay tele por elección y logran un espacio alejado de interrupciones. Es una sala grande que puede servir como pista de baile o como salón de lectura. El sillón es el protagonista de profundas siestas familiares.
El revistero es de belgika ($490) y el sillón con otomana es de Dimension White. la lámpara trípode es de ketha y costó $9280 - Créditos: Érika Rojas
"Los hijos te modifican la vida, y el secreto fue encontrar un equilibrio: crear el espacio que siempre quise y, al mismo tiempo, enseñarles a los chicos con qué se puede jugar y con qué no", cuenta Andy, quien eligió pensando en ellos una mesa ratona redondeada y sin vidrio.
Un ambiente lleno de curiosidades, como un flamenco rosa traído de Animal Kingdom, una B que alude al apellido de su marido (de urban outfitters), un póster australiano que compró en su luna de miel y hasta una jirafa de Carrefour - Créditos: Érika Rojas
Además, una serie de cuadritos están colgados bien alto, su tijera de corte pasó de estar accesible a los estantes superiores de la biblioteca y, así, un sinfín de cosas fueron cambiando de lugar para que la casa no perdiera su esencia pero fuera, a la vez, kids friendly.
Vestidor
Su pasado de diseñadora de indumentaria hace que el momento de vestirse sea algo increíblemente inspirador - Créditos: Érika Rojas
Mundo aparte. Su pasado de diseñadora de indumentaria hace que el momento de vestirse sea algo increíblemente inspirador. Infaltables básicos neutros de buena calidad para poder accesorizar sin límites y calzarse el par de zapatos –si es que logra decidirse entre los cientos que tiene– que más la tiente cuando abre su armario.
Un sinfín de cosas fueron cambiando de lugar para que la casa no perdiera su esencia pero fuera, a la vez, kids friendly - Créditos: Érika Rojas
Se divierte con la vestimenta de sus hijos, ayuda a su marido a modernizarse un poco y juega con su propio estilo, que se mueve como un péndulo de lado a lado: muy romántica o muy rockera. Sus prendas favoritas van desde una campera animal print bordada de Free People hasta un vestido que trajo su abuela de Oriente hace unos 50 años.
Cuarto
El empapelado del es de picnic decor ($150 el rollo) y los almohadones que tiene sobre la cama son de belgika (desde $270) - Créditos: Érika Rojas
Pensados para que sean aprovechados y no como museos de objetos lindos pero sin utilidad. Con su primera hija, cometió el error de pensar que todo siempre iba a estar inmaculado, hasta que se dio cuenta de que a los chicos les gusta moverse, tocar, desordenar y jugar sin límites.
el empapelado del es de picnic decor ($150 el rollo) y los almohadones que tiene sobre la cama son de belgika (desde $270) - Créditos: Érika Rojas
Así, creó espacios funcionales con muchos objetos lúdicos. En un principio, su marido no podía creer que vivía en este mundo de fantasía, hasta que se relajó y dijo: "Me gusta". "Vivimos en un mundo donde ambos compramos cosas al azar y después quedan bien y nos representan, es mágico".