Plantas de interior fáciles de cuidar con flores ideales para espacios chicos

Esta variedad compacta del clásico anthurium es un must para quienes aman los detalles que marcan la diferencia. Sus espatas (esas hojas modificadas que parecen flores) tienen un brillo satinado y pueden mantenerse radiantes por hasta cuatro meses seguidos. Además, viene en una paleta que va del rojo vibrante al blanco suave, pasando por rosados y violetas. En este sentido, podés elegir la variedad que más te guste según la deco del espacio. Además, mirá todos estos datos úitles:

-Alcanza apenas 30 cm de altura: ideal para decorar mesas, escritorios o estanterías.

-Sus hojas verdes intensas son carnosas, resistentes y súper decorativas.

-Tiene la capacidad de purificar el aire.

-Necesita luz indirecta, riego moderado y un poco de humedad ambiental (entre 60 y 80 %).

-Tolera ambientes con poca humedad, por lo que es una opción segura para principiantes.

 

Más que una planta, es una obra de arte viviente. La Calathea lietzei se luce con hojas grandes y ovaladas, llenas de patrones gráficos en verde claro y oscuro, con la parte de atrás de las hojas en color púrpura. Un dato de color es que sus hojas se pliegan al caer la noche y se abren al amanecer. 

-Llega a medir entre 30 y 60 cm, perfecta para ubicar en el suelo o sobre un banco bajo.

-Ama los espacios con buena luz, pero sin sol directo.

-Necesita alta humedad, temperaturas entre 18 °C y 26 °C y riegos con agua filtrada o destilada (sí, es algo exquisita).

-Aunque florece raramente en interiores, regenera su follaje todo el año.

Ambas especies son perfectas si buscás una casa con alma verde, estética cuidada y un poquito de jungla personal, sin tener que estar pendientes del riego todo el tiempo. Con el balance justo entre resistencia y elegancia, el Anthurium Petit y la Calathea lietzei son el dúo ideal para transformar cualquier rincón en un oasis moderno y lleno de vida.