Vinagre blanco o de manzana: cuál es el mejor para limpiar y desinfectar el hogar

El vinagre es, realmente, uno de los ingredientes más antiguos que existen. Aunque no se puede establecer con precisión la fecha o época exacta de su creación, existen registros que demuestran que era utilizado en la Antigua Roma y en Egipto, en dónde se producía a través de la fermentación del vino y diversas frutas.

En el mercado actual existe una amplia variedad de vinagres que van desde el vinagre blanco hasta el de plátano y cada uno tiene un perfil de sabor y aroma completamente distinto –al menos para los más entendidos, ya que para el comensal común las diferencias son menos perceptibles-. Sin embargo, nos vamos a enfocar en los dos más comunes y los que, además de ser usados en la cocina, también pueden aplicarse en la limpieza: el blanco y el de manzana.

Ambos tipos de vinagres cuentan con un porcentaje de ácido acético que, de acuerdo a una publicación del sitio estadounidense enfocado a la salud, Healthline, es el compuesto orgánico incoloro que le da los efectos antibacterianos.

El vinagre de manzana se consigue gracias al proceso de fermentación de la fruta que le da el nombre y, además de ser uno de los más utilizados en vinagretas, condimentos y conservas, tiene entre 5 por ciento y 6 por ciento de ácido acético y cuenta con propiedades antibacterianas y antifúngicas.

Por su parte, el vinagre blanco se elabora a partir de la fermentación de alcohol de grano (etanol) combinado con ingredientes como levadura o fosfatos para iniciar el proceso de fermentación bacteriana. Este tipo de vinagre cuenta con propiedades antibacterianas, antimicrobianas y antimicóticas y es el más recomendado para la limpieza y la desinfección ya que tiene entre cuatro y siete por ciento de ácido acético.

De acuerdo al sitio Healthline, el vinagre blanco no solo sirve para limpiar y desinfectar, sino que puede ser utilizado en tareas de jardinería y cuidado de las plantas.

Para el primer uso, lo ideal es diluirlo con una proporción de 50% de agua y 50% de vinagre blanco. Una vez hecha esta mezcla, se aplica a la limpieza de mesadas, bañeras, lavamanos, platos y tazas, ventanas, vidrios y espejos y hasta como quitamanchas. A su vez, sirve para eliminar algunos tipos de plagas que afectan las plantas de patios y jardines, función para la que se lo usa puro.

De todas formas, hay que tener la precaución de no mezclarlo con otros productos químicos de limpieza, ya que esto puede tener como producto vahos tóxicos que afecten la salud.