
Majo Riera, mamá de Lali Espósito, publicó un libro sobre su historia de vida
La periodista Malen Lesser entrevistó a Majo Riera, mamá de Lali Espósito, que acaba de publicar un libro basado en su historia de vida: se separó, dejó atrás su casa conyugal y se fue a vivir sola a la casa vacía de su hija Lali en España.
1 de diciembre de 2025

Majo Riera presentó su libro Fue un buen verano (Galerna) - Créditos: Gentileza
Majo Riera, fundadora y CEO de Art Troupe —y madre de nuestra querida Lali Espósito— acaba de presentar Fue un buen verano (Editorial Galerna), un libro que siente como el paso natural luego de una profunda transformación personal.
El libro es un manifiesto sobre la amistad femenina, un homenaje a la vida, al valor de la resiliencia y al valor de reconstruirse desde cero. La intimidad de ese proceso de redescubrimiento y resurrección, en las palabras de su protagonista.
Charlamos en exclusiva con ella para que nos revelara los secretos detrás de su primer libro y los proyectos que se vienen.

Majo Riera, fundadora y CEO de Art Troupe —y madre de nuestra querida Lali Espósito— acaba de presentar Fue un buen verano (Editorial Galerna). - Créditos: Gentileza
“Mis amigas me dijeron que me iba a curar y yo les creí“
El título del libro remite a vacaciones idílicas, si no conociéramos la historia. En realidad, esconde una de las etapas más desafiantes, difíciles y, a la vez, liberadoras de la vida de una mujer: Majo Riera. El escrito narra el proceso que vivió tras un diagnóstico de cáncer de mama, algo que la impactó de manera profunda, especialmente al haber atravesado la dolorosa experiencia de su sobrina —que falleció de esa enfermedad poco antes—, a quien acompañó de cerca.
Fue un buen verano se llama así porque, en medio del tratamiento de quimioterapia y tras 35 años de matrimonio, Majo tomó la decisión de separarse y dejó atrás su casa conyugal, despojándose de “todo lo que había construido” para irse a vivir sola a la casa vacía de su hija Lali en España, quien estaba filmando Sky Rojo.
Lo que vino después fue el acto de amor colectivo que da vida al libro: sus amigas se mudaron con ella, junto con los hijos de cada una, a esa casa. La acompañaron en el proceso en el que estaba “pelada y vomitaba todo el día”, haciendo de ese verano de 2021 un “proceso súper amoroso”.
El nombre del libro surgió cuando, en una noche de asado, con una copa de vino en la mano, una de sus amigas, Mecha, la abrazó y le dijo: “Che, a pesar de todo fue un buen verano”. Y, luego de ese año de mucha sanación, quedó esa frase como un resumen tan certero como perfecto.

Lali junto a su mamá, Majo Riera. - Créditos: Archivo LN
¿Empezaste a escribir sin pensar en el libro? ¿Es cierto?
Sí, lo hice por consejo de mi psicóloga. Empecé a escribir frenéticamente el día que volví de operarme. Me había despertado sola y, en esa habitación, tuve la sensación de una soledad total frente a esa inmensidad que es el destino. Ahí tomé conciencia: me di cuenta de que me podía morir.
¿Y la catarsis inicial mutó a libro? ¿Por qué?
En un momento vi que, en realidad, era más que mi historia: era un libro sobre el poder de la amistad, de la inmensa fuerza que tiene la libertad y la lealtad a uno mismo, y quise que se pudieran identificar con eso. Creo que el valor de estas palabras es, por supuesto, contar de qué estoy hecha, cómo atravesé esto y sané, pero hay un foco muy claro en valorar mi linaje: mi madre, mis hijas, mi abuela, mis amigas y mis amigos, contando así otras cosas. El libro es una manera de decir, muy concreta y con mucha convicción, que vivir es también un acto de amor colectivo; que uno es un entramado de amor. Solos, no vamos a ningún lado.
¿Cómo te sentís hoy?
Fortalecida, curada en todo sentido, en lo físico y en lo emocional. Y todo fue consecuencia de ponerme como prioridad por primera vez en mi vida. Y, claro, de la medicina y de mucha prolijidad, porque el tipo de tumor era agresivo, estábamos en pandemia y la gente se extrañaba de que yo fuera igual a mis chequeos, pero soy religiosa con esas cosas. Y todo es por algo: si no hubiera ido o lo hubiese postergado, quizás hubiera sido otra la historia.
¿Y qué cosas cambiaron en tu vida después de la enfermedad?
Cambió mi vida, mi manera de pensar. Mi valor, el valor que yo me doy a mí, el valor que les doy a los demás. Me mudé, me compré una casa. Cambié de trabajos, me animé a muchas cosas, resignifiqué el amor, me encontré conmigo. Tengo ordenadas las bombachas por color, como siempre quise; vivo sola, salgo con un bolso con una muda a la mañana porque no sé bien dónde estaré cuando se haga de noche y, por ahí, me quedo con alguna amiga… prácticamente un idilio de libertad y amor conmigo misma.
¿Cuál dirías que fue el mayor aprendizaje de este período?
Sobre todo, entender que la vida es movimiento, que nada es estático para empezar. Y se trata de animarse a ese cambio, a patear el tablero cuando ya no sos feliz, cuando ya no te divierte lo que te está pasando, e ir por lo que sí.
¿Qué proyectos tenés en marcha?
Tengo un montón. Me encanta hacer cosas que me den felicidad. Estamos con Pata Liberati, que queremos seguir con el podcast “Dos pendejas de 50”, porque nos encanta. Creemos que no hay espacio para niñas de entre 50 y 60 donde se hable de lo que a nosotras nos gusta hablar. Se viene la segunda temporada. También estoy con el proyecto “Bien de Familia”, en el que entrevisto a madres que trabajan con sus hijos, que es mi situación. Ya me fui a Estados Unidos a entrevistar a Marlene Montaner, entrevisté a la mamá de Duki y a la mamá de Emilia. Me divierto como loca. También voy a producir una película que no te puedo contar, de un libro de una colega que leí y le dije: “Este libro tiene que ser una película”. Y estamos empezando a trabajar en eso.
¿Seguís asistiendo a terapia?
Sí. Miércoles, 10 a.m. Fija, no la cambio por nada. Recomiendo hacerse el espacio y el momento de mirarse en profundidad para ir chequeando estar alineadas con el deseo.
Fue un buen verano es, en esencia, una invitación a reconocer la potencia del amor y los vínculos que nos sostienen. El libro cuenta cómo alguien convierte un momento límite en una historia luminosa que, según la propia autora, condensa el espíritu de su proceso: “La certeza de que el amor de otros puede reconfigurar la vida entera. Porque estoy segura de que yo me curé por eso, porque me lo dijeron mis amigas y yo les creí”.
Por Malen Lesser, gentileza para OHLALÁ!
En esta nota:
SEGUIR LEYENDO


Los looks de Lali Espósito y Carla Peterson en el Festival de San Sebastián
por Redacción OHLALÁ!

Lali arrasó en Vélez: ¿cuándo es la próxima fecha y cuándo salen las entradas?
por Emanuel Juárez

Lali Espósito en Vélez Sarsfield: ¿A qué hora y por dónde ver el show?
por Redacción OHLALÁ!

Erreway en Argentina: show histórico con Lali como invitada en el Movistar Arena
por Candela Blanco






