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14 hábitos de personas disciplinadas para alcanzar el éxito, según la ciencia

En el camino del éxito personal, existe una serie de comportamientos esenciales en las personas con disciplina y autorregulación emocional. Te los detallamos.


La perseverancia, aprender de los fracasos y tener la menta abierta son claves para cultivar el éxito.

La perseverancia, aprender de los fracasos y tener la menta abierta son claves para cultivar el éxito. - Créditos: Getty Images



Como dice el escritor David Del Rosario en El libro que tu cerebro no quiere leer, es posible (y necesario) reeducar el cerebro para vivir más plenas, alcanzar lo que nos proponemos y cambiar la perspectiva general de lo que creíamos hace un tiempo atrás, ya sea un año, un mes o incluso un día.

Gracias a los avances de las neurociencias tenemos certeza de que la percepción de la realidad es limitada y que, como demuestra el investigador y divulgador científico, hay una explicación basada en el funcionamiento del cerebro. En paralelo, dice que hay, por lo menos, un camino claro y posible para conseguir lo que nos propongamos.

Entre los hábitos que aparecen tanto en este libro como en muchos otros, detallamos 14 comportamientos generales que tienen las personas disciplinadas para alcanzar el éxito.

14 hábitos para alcanzar el éxito

1 - Establecer objetivos claros

La primera característica que tienen en común las personas exitosas (en el plano personal, laboral, social... ¡es abarcativo!) es que establecen objetivos claros porque saben lo que quieren y necesitan. Fácil decirlo, aunque esta amable frase esconde un profundo trabajo de autoconocimiento previo, es cierto. Una forma de empezar a definir lo que realmente querés es a través de una lista, donde podés depurar aquello que no es tan importante o no trae verdaderos beneficios para vos de aquello que sí lo es.

2- Adoptar una mentalidad de crecimiento

Se basa en el punto de vista desde donde mirás el porvenir, es decir, creen que todas esas habilidades que quizás hoy no desarrollaste pueden aparecer con el tiempo si le das una oportunidad. Si las ejercitás, básicamente. En lugar de considerarte que no contás con las suficientes habilidades de manera innata, observás todo aquello que hoy no está a tu alcance como potencial meta de crecimiento y aprendizaje hacia tu próximo objetivo.

3 - Perseverar

El popular "persevera y triunfarás" engendra una gran verdad: Que te salga bien enseguido eso que tenés por objetivo está más cerca de la suerte que de la permanencia. Sabemos que no siempre sucede así. En general, en el camino hacia eso que querés conseguir (un trabajo, un título profesional, un vínculo sano de pareja) suele haber obstáculos, pruebas, desilusiones. La forma de perseverar a pesar de las trabas es una de las grandes características de las personas disciplinadas que alcanzan el éxito. 

4 - Aprender de los fracasos

Además de la perseverancia, las personas exitosas ven el fracaso como una oportunidad para aprender y crecer. En lugar de desanimarse por los reveses, utilizan estas experiencias para informar y mejorar sus esfuerzos futuros.

La satisfacción de alcanzar las metas es enorme.

La satisfacción de alcanzar las metas es enorme. - Créditos: Getty Images

5 - Diseñar metas alcanzables

Cuando definas tus metas, está bueno evaluar si son realistas, es decir, si realmente son realizables y medibles. La duración para llegar a ellas también es un punto importante, ya que deben ser de duración limitada para poder finalmente encontrarte con esa meta y la consecuencia de tu esfuerzo. Cuando tenés esto podés planificar el camino hacia la concreción.

6 - Jerarquizar tareas

Poder priorizar eficazmente sus tareas es otra gran clave, ya que te da la herramienta para decidir cuánto tiempo vas a dedicar a cada una de tus metas. En el caso de que “te cuelgues”, el rendimiento (o falta de él) va a saltar a simple vista y te va a enseñar cómo gestionar mejor tu tiempo para el próximo intento.

7 - Aprender a delegar

Para realmente tener una gestión eficiente de tu tiempo es necesario que, en paralelo, aprendas a soltar tareas. De-le-ga. Hay tareas que todos podemos hacer, pero hay otras que solo dependen de vos, ya sea por responsabilidad afectiva o por habilidad. Ya sea en el plano personal como en el laboral, saber identificar qué se puede delegar y qué no es un paso importante para planificar cómo vas a destinar tu tiempo a las tareas que tenés por delante.

8 - Mantener el enfoque en lo esencial

Este es otro hábito que está conectado con el que recién mecinoamos: Cuando definiste qué delagar y qué tareas abordar luego de jerarquizarlas en orden de importancia y urgencia, podés avanzar de manera más sencilla y lineal hacia tus metas establecidas. És una buena manera de redicir la dispersión y la rumiación mental.

Cuando definiste qué delagar y qué tareas abordar por orden de importancia podés avanzar más rápido hacia tus metas

Cuando definiste qué delagar y qué tareas abordar por orden de importancia podés avanzar más rápido hacia tus metas - Créditos: Getty Images

9 - Fomentar hábitos saludables

Desde prestar atención a tus horas de descanso, el cuidado de tu cuerpo a través de una alimentación adecuada y el ejercicio regular, hasta tener presente actividades que relajen tu mente y te ayuden a focalizarte mejor en lo que te hace bien. Una que nunca falla: la meditación.

10 - Buscar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal

Mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal también es fundamental. Al hacer tiempo para las actividades de ocio y la relajación, evitas el agotamiento mental, bajas el estrés y la depresión. Juntarte con amigos, por ejemplo, está comprobado científicamente que promueve la salud del cerebro y ayuda a tomar decisiones correctas que te hace más fuerte.

11 - Cuidar un sueño reparador

Darle lugar al descanso y, en especial, al sueño reparador es fundamental para mantener la disciplina. Un sueño de calidad puede mejorar la concentración, la toma de decisiones y la capacidad para manejar el estrés.

12 - Coherencia entre lo que decís y hacés

Las palabras por sí solas no logran alcanzar las metas ni el éxito, en cambio es la acción constante lo que realmente logra lo que te propusiste. En la medida que observas un progreso constante hacia tus metas, esas que previamente mediste e identificaste como realizables, te das aliento para seguir avanzando. Es un espiral del bien.

13 - Cultivar la paciencia

Sin paciencia no hay éxito posible porque, como ya dijimos, son pocas las situaciones que nos salen bien sin tropiezos en el camino. Por eso, tener la paciencia y confianza suficiente para seguir adelante, incluso cuando el progreso parece lento, es otra clave de las personas que alcanzan el éxito.

14 - El riesgo no te detiene

Las personas disciplinadas y confiadas saben diferenciar los escenarios y analizar qué deben hacer ante escenarios riesgos; si persistir o buscar una vía alternativa. La perspectiva y la visión de futuro que puedas tener sobre el presente difícil que toca experimentar puede hacer que tomes la decisión más acertada. O al menos, que no te paralices, que busques alternativas y otros puntos de vista posibles.

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