¿Sabías que podés reciclar velas? - Créditos: Getty
Si sos de las que aman las velas, que las usan para ambientar la casa al cerrar el día, para meditar, o para aromatizar un hornito con alguna esencia floral relajante (entre otros mil ejemplos más), seguramente tengas una gran cantidad de restos y desechos de vela por semana.
Todas esas partes de vela que no consumiste, aunque parezca que no sirven, sí sirven. ¿Para qué? Para reciclarlas y generar nuevas velas. Por un lado, es un ahorro para el bolsillo, y por el otro, un modo sustentable de resolver ese potencial desecho de vela. Te contamos algunas ideas para que pruebes en casa.
Qué necesitas para reciclar velas
Moldes para velas: El material más utilizado actualmente es la silicona. Hay muchísimas formas y tamaños para que experimentes.
Una mecha encerada: El grosor se elige teniendo en cuenta el diámetro de la vela que vas a crear. La medida del molde está ese dato: Por ejemplo, si el molde mide 6 cm de ancho, la mecha encerada recomendable es la 6-7.
Una varilla guía: Te ayuda al momento de colocar la mecha en tu nueva vela
Colorante líquido: Como se tratan de velas recicladas, es posible que el color final al que quieras llegar dependa de la mezcla de colores de ceras de rejunte que hayas fundido. De todas maneras, unas gotas de un colorante que te guste suele emprolijar y acercarte al color deseado.
Esencia aromática: Lo mismo que con el colorante. Dependiendo de las velas reutilizadas, si ya tenían una o varias esencias, el nuevo aroma que incorpores puede tener alguna variante final sorpresa. Hay que probar.
Más aromas que además decoran: Hierbas, pétalos de rosas, flores, semillas.
Paso a paso para reciclar velas
Para lograr una vela reciclada, lo primero que vamos a hacer es fundir la cera desechada. Para eso, podés cortar todos los restos de velas que tengas y quitarles la mecha. Una vez tengas todas juntas, se ponen a derretir en una cazuela a fuego bien bajo hasta que la cera se funde por completo. En ese momento podés agregar unas gotas de colorante.
Cuando la cera se enfría un poquito (cuando la veas gelatinosa y que se pega un poquito a las paredes de la olla) está lista para verter en el molde elegido.
Con la cera liquida una vez en el molde, podés agregar unas gotitas de la esencia aromática que más te guste.
Dejamos enfriar unos minutos. Cuando se haya adherido a las paredes del envase ya podés introducir la mecha, para eso te recomendamos hacer un agujero con ayuda de la varilla guía, desde la parte superior a la inferior.
Ya podés desmoldarla y empezar a usarla.
Dos recomendaciones importantes:
- La olla que destines para fundir las velas después no puede usarse para cocinar. Tampoco los utensilios que utilices para este proceso.
- La cera necesita ser derretirla poco a poco, removiendo constantemente y debés estar pendiente en todo momento. No vale irse a hacer otra cosa “mientras tanto”. De paso, ejercitás paciencia y presencia.