El amor después del amor: la historia de amor entre Fito Páez y Fabiana Cantilo

Corría el año 1984 cuando Fito Páez y Fabiana Cantilo se enamoraron. Ambos se encontraban en el inicio de sus carreras musicales y la participación del rosarino en la grabación del álbum Piano Bar, de Charly García, marcó el comienzo de un noviazgo en el que hubo de todo: amor, canciones dedicadas, adicciones y mucha toxicidad.

“Era un tipo maravilloso y yo me sentía muy cuidada con él. Aunque éramos dos piscianos y el mundo explotaba”, recordó Cantilo tiempo atrás en una entrevista en la que dio cuenta de la intensidad de su vínculo. “Nos enamoramos como un espadachín del castillo que rescata a la dama. Un delirio total”, agregó la cantante, entre risas.

La anécdota de cómo Fito logró conquistarla en aquel estudio de grabación no es menos bizarra. “Fabi me preguntó si creía en los ovnis: le contesté que sí. ¿Qué le iba a decir a la chica más hermosa del mundo? Y después nos envolvió el amor. El amor antes del amor. Y volamos desde Urano a Saturno. En Piscis… te amé, te amo y te amaré, luz de todos los astros”, reveló el rosarino hace un par de años en un posteo de Instagram que le dedicó a su ex por su cumpleaños.

A pesar de que eran una de las parejas más cool del mundo del rock, este romance llegó a su fin en 1990. ¿Los motivos? Dicen que las diferencias, los celos de ella y las continuas peleas fueron desgastando la relación. Y si bien esos enfrentamientos “ayudaban a Fito a crear canciones hermosas“, con el correr de los meses los terminó separando.

“Nos peleábamos, nos amigábamos.  Él me dijo que le hice componer unos temas divinos”, contó Cantilo en una entrevista con la revista Pronto, mientras advertía que por aquel entonces era muy posesiva y se volvía loca cada vez que una mujer merodeaba a su novio.

“Lo amaba como platónicamente yo. Fui rara, muy asexuada. Los hombres quieren otras cosas, no sé si me explico. Yo no me podía relacionar con el amor en las parejas. Me conectaba con los celos y la posesión. Es un plomazo eso”, aceptó la compositora haciendo una especie de mea culpa.

Si bien la cantante estuvo muy enamorada del rosarino, con el tiempo admitió que Fito no fue el amor más importante de su vida. Algo que sorprendió a Páez, ya que él sí la considera una de las grandes mujeres que dejaron huella en su corazón.

Es que Fabiana Cantilo tuvo un rol crucial en su vida, no solo como amante y musa de sus más célebres canciones (“Fue amor”, “Brillante sobre el mic”, “Te aliviará”, son algunas de ellas), sino como ese bastón incondicional que estuvo allí para apuntalarlo y ayudarlo a salir de una severa depresión cuando asesinaron a su tía y su abuela en 1986.

“Fabi me sacó de la cama, me agarró de los pelos una tarde, me puso en un auto y me llevó a la sala de ensayo en Caballito; a la sala con Luis Alberto (Spinetta) a ensayar ‘La la la’. Si eso es salvarle la vida a alguien, ella lo hizo, y no fue la única vez”, contó el cantante mostrando su agradecimiento.

Fito y Fabi son un claro ejemplo de que el amor puede mutar, reinventarse y manifestarse de mil maneras; en el caso de ellos en una linda e inquebrantable amistad. Desde su ruptura a principios de la década del ’90, los músicos se volvieron incondicionales y están presentes en la vida del otro, tanto en los buenos como en los malos momentos.

Cumpleaños, recitales, discos, homenajes los encontraron juntos año tras año. Ejemplo de ello fue cuando la cantante fue distinguida en la ciudad de Buenos Aires por su aporte a la música nacional y él no sólo estuvo presente sino que le dedicó un tierno discurso.

“Nadie puede aburrirse nunca al lado de esta deidad argentina. Su risa retumba en todos los espacios del mundo, tan sonora, inconfundible, irradiando alegría y comunión. Ella siempre porta un argumento, nunca querés tenerla en contra, es una batalla perdida, lo mejor con Fabi es siempre entregar las armas en el primer minuto”, dijo Fito, e hizo lagrimear a su eterna compañera de vida. 

Ese mismo sentimiento de gratitud, admiración y amistad volvió a verse reflejado hace poco cuando Cantilo se subió al escenario del Movistar Arena (o más recientemente al del estadio de Vélez) para cantar con él a 30 años de El amor después del amor.

"Fabi, te debo tantas, pero tantas canciones”, dijo el rosarino, mientras, a pocos metros y estoica como siempre, estaba ella… su viejo amor, su gran amiga, su “Fabi de oro” para entonar “Creo”, una de las 14 canciones que componen el disco más vendido de la historia del rock nacional y que, sin dudas, fue escrita para ella.

“Creo que aún tal vez piensas en mí, creo poder captarlo. Creo al fin nada tiene fin, creo desesperado...”