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Cómo manejar los berrinches de tus hijos: herramientas para gestionar emociones

Los berrinches, esos comportamientos que hacen sudar, desafían a nuestra psiquis y nos ponen a prueba como madres. Te acercamos algunas herramientas para gestionar las tan frecuentes rabietas.


Berrinches o rabietas: ¿cómo anticiparlos y gestionarlos?

Berrinches o rabietas: ¿cómo anticiparlos y gestionarlos? - Créditos: Getty



Te puede pasar en el medio de un supermercado, en una plaza de juegos, en un cumpleaños, en tu casa. Los berrinches ocurren y son inherentes a la infancia.  Aproximadamente entre los 18 meses y los 3 años comienzan a aparecer y, al contrario de lo que pensamos habitualmente, son un buen indicador en el desarrollo de las infancias. Son esperables y saludables.

Charlamos con Rochi Vocos Conesa, Psicopedagoga e influencer, quien nos explica sobre los berrinches o rabietas. “Los niños y las niñas empiezan a autoafirmarse, demostrando (aunque con una gestión emocional todavía inmadura) lo que quieren y lo que no quieren, lo que les gusta y lo que no, etc.", dice. "Entonces, ¿qué podemos hacer? Primeramente, contar con esta información: este proceso es inevitable y no lo podemos manejar. Lo que podemos hacer desde nuestro lugar de cuidadores referentes es acompañarlo a través de nuestras actitudes y actos".

Paso a paso: cómo acompañar un berrinche

La especialista nos da una guía detallada para el momento previo, durante y posterior al berrinche.  

 

Antes del estallido emocional

  • Modelando: las infancias observan aunque nosotros/as no estemos prestando atención. Modelar una conducta es una buena primera manera de ayudarlas a comprender qué hacer ante una situación. Por ejemplo, si quiero pasar con el auto y no me lo permiten, espero mi turno y no abro la ventanilla para gritarles a los demás conductores.

  • Anticipar las situaciones: esto no significa que el berrinche no vaya a aparecer, pero le permite al niño empezar a tramitar los eventos. Por ejemplo, en 5 minutos, nos vamos.

  • Observar a las infancias: ver qué situaciones les generan más ansiedad angustia o estrés para poder trabajar en ellas desde otro lugar y en otro momento. Por ejemplo, a través de libros o juegos.

Durante el estallido emocional

  • Poniéndose a la altura, ofrecer cuerpo: bajar a su altura, poder hacer contacto visual, ofrecer (sin forzar) un abrazo para tranquilizarse.

  • Validando: cuando aparecen estos estallidos emocionales o berrinches podemos validar la emoción. ¿Cómo? Explicando lo que podemos ver o lo que inferimos que está sucediendo. Veo que estás enojado porque recién tiraste tu juguete al piso. 'Creo que estás triste porque nos tenemos que ir de la plaza, te entiendo´.

  • Ofreciendo alternativas: después de poner en palabras la emoción (porque muchas veces las infancias a esta edad no poseen las herramientas para expresarse verbalmente), se pueden ofrecer alternativas: 'creo que estás triste porque nos tenemos que ir de la plaza, pero vamos a casa y podés seguir jugando antes de bañarte'. O, 'creo que estás enojado porque no te dejé tocar esto, pero podés jugar con esto otro'.

“Muchas veces los adultos nos sentimos incómodos en público cuando las infancias atraviesan por estas situaciones, pero es importante tratar de mantener la calma y enfocarse en mantenerse regulado para poder regular al niño, lo que no significa que deje de estar enojado, sino que pueda atravesar esa emoción de la mejor manera posible”.

Qué evitar post berrinche

La especialista sugiere que debemos evitar los castigos físicos, gritos, chirlos y las penitencias, que solamente van deteriorando la relación de confianza que hay entre las infancias y los cuidadores o adultos significativos. “Además, son una respuesta violenta hacia una actitud natural y esperable en el desarrollo”.

En lugar de penitencia, podemos actuar consecuentemente a lo que acaba de suceder. En vez de: ´tiraste un vaso, y ahora te quedás sin ver la televisión', sería mejor un ´tiraste un vaso con agua, así que vamos a buscar un trapo y lo podemos limpiar juntos'. “Una consecuencia a un acto le permitirá al niño entender y armarse un esquema mental más saludable sobre lo que puede llegar a suceder en esa y otras situaciones”, concluye la experta.  

 

Experta consultada: Lic. María del Rosario Vocos Conesa, Psicopedagoga y creadora de "Almacén de Recursos". IG: @una.mama.psicopedagoga

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