Sam Smith: el cantante contó cómo superó la dismorfia corporal

Al comenzar su carrera musical, una de las cuestiones que más le preocupaba al artista era cómo debería lucir una estrella del pop. Determinado a cumplir con sus expectativas, buscó referentes con los que pudiera identificarse. Sin embargo, no encontró ninguno.

Ante eso, decidió inclinar su identidad artística por la moda de los trajes de chaquetas cruzados en tonos sobrios. ¿Por qué eligió esos colores? Porque creía que le ayudaban a disimular su peso, a verse más delgado.

Su preocupación por el peso era desafiante. Tanto, que él mismo confesó que en los días previos a las sesiones de fotos se sometía a un hambre absoluto con la intención de adelgazar un poquito más y así, verse más delgado. Pese a ello, tampoco le gustaba como terminaba viéndose. En su momento más crítico, además de sufrir un agotamiento extremo, llegó a pesar 80 kilos, midiendo 1,80 m.

Pese a que el proceso no fue fácil, el cantante de 30 años logró transformar sus pensamientos y ahora, cuando se mira al espejo, no solo no ve una versión distorsionada de la realidad, sino que está feliz con lo que ve.

Una prueba de ello es el videoclip de I´m not here to make friends, donde lo vemos con un provocador atuendo que no hace más que reforzar su autoestima y confianza en sí mismo.