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"Fui a una comarca biodinámica en Traslasierra": 4 motivos para visitarla en estas vacaciones

En San Javier, Córdoba, se esconde un rincón mágico donde el tiempo se desacelera, el vino se cultiva según los ciclos lunares y la hospitalidad tiene aroma a pan casero. ¿Por qué elegir esta comarca visitar una comarca biodinámica estas vacaciones de invierno? Te damos 4 motivos.


Fachada de La Matilde

En San Javier, existe una comarca biodinámica que es el lugar ideal para descansar y estimular los sentidos. - Créditos: Gentileza Prensa La Matilde



San Javier es uno de esos rincones del mapa argentino donde el tiempo parece tener otro ritmo. Ubicado en Córdoba, en el corazón de Traslasierra, este pueblo serrano de calles tranquilas y vistas infinitas al Cerro Champaquí es el punto de partida ideal para una escapada consciente. Rodeado de biodiversidad, flora nativa y un compromiso real con la sustentabilidad, invita a respirar profundo y bajar un cambio. Y si bien es toda una experiencia visitarlo en cualquier época del año, siempre ofrece una visita transformadora: en verano, te regala la frescura de sus ríos y en invierno, te conmueve con la pausa y el sonido del viento entre las sierras. ¿Por qué elegirlo para estas vacaciones? Porque hay, al menos, cuatro motivos para dejarse llevar por su belleza serena, su comida con alma, su filosofía de vida y su conexión con la naturaleza.

1. La conexión con la naturaleza es total

Un colibrí y un estanque de agua con peces

Mires hacia donde mires, la naturaleza es protagonista: desde colibríes hasta peces en un estanque, vas a poder ser testigo de la naturaleza en estado más puro. - Créditos: Gentileza Prensa La Matilde

En San Javier, la naturaleza no es solo un telón de fondo: es protagonista. La comarca biodinámica de La Matilde se despliega sobre 60 hectáreas de monte nativo, viñedos, huertas y pastizales serranos que vibran con vida. La biodiversidad del lugar es tan rica como fascinante; se pueden ver liebres, llamas, caballos, cabras, zorros grises y cientos de aves autóctonas como colibríes, jilgueros, zorzales, pavos reales y hasta algún cóndor majestuoso surcando el cielo.

La tierra es generosa y se la respeta: en la comarca los suelos no se tratan con químicos y los ciclos agrícolas se guían por un calendario astral, siguiendo los principios de la agricultura biodinámica. La huerta agroecológica abastece tanto a la cocina como a los visitantes curiosos que disfrutan ver cómo crecen las verduras de estación, las aromáticas o los frutos del bosque. También hay un gallinero, una pequeña granja y un invernadero que invita a reconectar con los ritmos esenciales de la vida. Estar en La Matilde es caminar descalza por la tierra, reconocer el perfume del poleo recién cortado o descubrir que el silencio tiene sonido.

Huerta e invernadero

Podés visitar la huerta y el invernadero de la comarca. - Créditos: Gentileza Prensa

2. Probar vinos biodinámicos

Viñedos de la bodega La Matilde

Una bodega biodinámica: podés no solo visitarla y conocer su proceso de producción, sino también probar su línea de 7 etiquetas propias.  - Créditos: Gentileza Prensa La Matilde

Entre las joyas de La Matilde, sus vinos ocupan un lugar de honor. La finca cuenta con 30.000 metros cuadrados de viñedos certificados como orgánicos y biodinámicos, cultivados bajo prácticas que respetan los ciclos de la luna, la energía de la tierra y la vitalidad del ecosistema. Nada se deja al azar: desde la poda hasta la cosecha, todo se realiza en sintonía con un calendario astral que guía el trabajo en la viña y en la bodega.

Durante la visita guiada, es posible recorrer los viñedos, aprender sobre el método de cultivo, conocer la pequeña bodega artesanal -que ha sido distinguida por prestigiosos premios, incluido el reconocimiento del crítico inglés Tim Atkin- y finalizar con una cata guiada (la experiencia se llama Atardeceres y Vinos, no te la pierdas). La línea de vinos de La Matilde —que incluye seis tintos y un rosado— tiene cuerpo, alma y una historia detrás de cada copa. La experiencia se completa al atardecer, con la puesta del sol dorando los cerros mientras se conversa sobre terroir, sostenibilidad y buen vivir. Porque en Traslasierra, el vino no solo se toma: se celebra.

Una pareja paseando por un viñedo

La experiencia "Atardeceres y vinos" te permite aprender sobre el cultivo de los vinos biodinámicos. - Créditos: Gentileza Prensa

3. Vivir una experiencia de desconexión real

Una galería de la finca La Matilde

Sentarse en la galería a observar el Cerro Champaquí y tomar unos mates o leer tu libro preferido es un planazo. - Créditos: Gentileza Prensa

Si elegís hospedarte en la comarca, la experiencia de desconectarse es mucho más que apagar el celular: es volver a mirar el cielo, sentir el viento en la cara y dejarse llevar por el ritmo suave del campo. Un ejemplo concreto: en la posada de La Matilde no es casual que no haya televisores ni frigobar en las habitaciones (que, además, toman sus nombres de la flora del lugar). Cada detalle está pensado para favorecer el descanso profundo y la presencia plena. La hospitalidad es cálida, cercana y 100% personalizada. El día puede comenzar con una clase de yoga al aire libre y continuar con una caminata entre árboles autóctonos o una cabalgata guiada por senderos serranos en el medio del monte (¡que recomiendo mucho hacer!). También se puede explorar la arquería como práctica de concentración e intuición, o sumarse a un tratamiento en el spa, que incluye masajes holísticos, taoístas o con cosmética natural elaborada en el taller propio VayaCalma, liderado por Juliana Fernández, que también podés visitar en el mismo predio. Todo invita al equilibrio. A silenciar el ruido externo para escuchar lo que realmente importa.

Unas manos fabricando un jabón artesanal y una mujer en una camilla de masajes.

Desde visitar un taller propio de cosmética natural hasta disfrutar de un masaje, todo facilita la desconexión y el descanso al 100%. - Créditos: Gentileza Prensa

Una mujer en una clase de arquería.

La arquería es otra de las experiencias y actividades que podés hacer en la comarca. - Créditos: Gentileza Prensa

4. Descansar (y comer rico) en modo campo

Un plato del restaurante DeAdobe.

La comarca cuenta con un restaurant propio, que está abierto no solo a quienes se hospedan allí, sino al público en general. También organizan cenas y almuerzos temáticos. - Créditos: Gentileza Prensa

Dormir entre paredes de adobe, caminar por senderos de tierra, despertar con el canto de los pájaros. En la comarca, todo está pensado para que el lujo sea el tiempo, la calma y la belleza simple. La posada tiene solo 10 habitaciones, todas decoradas con piezas únicas de artesanos locales: respaldos de cuero, muebles restaurados, textiles naturales y detalles que cuentan historias.

Además, la cocina acompaña esa filosofía. En DeAdobe, el restaurante de la finca, se sirve una propuesta agroecológica donde casi todo —desde el pan de los desayunos campestres hasta los dulces, las conservas y los quesos— es de elaboración propia. El menú se adapta a los ingredientes de estación y muchos provienen de la huerta o de productores cercanos que comparten los mismos valores: orgánico, local y sustentable. Cada comida es un homenaje a la tierra. Y cada rincón, una invitación a quedarse un rato más.

Una bandeja de desayuno y la fachada de la posada La Matilde.

Los desayunos de campo: uno de los motivos para visitar la comarca biodinámica La Matilde. - Créditos: Gentileza Prensa

¿Cómo llegar a San Javier?

La comarca biodinámica La Matilde se encuentra en San Javier, en el Valle de Traslasierra, Córdoba. Para quienes llegan en avión, la mejor opción es volar hasta el Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella (Córdoba capital), y desde allí tomar un auto (4 h aprox.) o un transfer directo.

Otra alternativa es llegar por tierra desde Villa Dolores (a 35 km) o Mina Clavero (a 80 km). Si venís desde Buenos Aires en auto, el camino por la Ruta 8 y luego la R20 ofrece paisajes que ya anticipan la desconexión. Ideal para hacer un roadtrip con pausa en los pueblos serranos.

La finca cuenta con estacionamiento propio y señalización clara desde la ruta principal. Una vez que llegás, el ritmo cambia: bienvenidas al silencio y a la vida simple.

Comarca Biodinámica La Matilde

Posada, bodega y casas de campo

Dirección: Ruta 14 km 133,5 San Javier - Traslasierra, Córdoba.

Más info: @posadalamatilde / @fincalamatilde / @lamatilde.casasdecampo / @deadobe_restaurante

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Euge Castagnino

Euge Castagnino Editora de OHLALÁ!, guionista cinematográfica especializada en cultura, cine, teatro, televisión y otros medios audiovisuales y gráficos. Es fan de las buenas historias, los libros, el buen comer y los viajes.


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