
Este jueves llegaré a la semana 32 y el otro jueves -con toda lógica- a la semana 33.
Ahí será el turno de una nueva ecografía en donde veremos, nos anticipó el médico, la posición en la que se encuentra el pequeño Benjamino.
-"Si está de cola ("de poto", dijo él), seguramente planificaremos la cesárea porque es poco probable que cambie de posición a partir de la semana 33", tiró el Doc.
La verdad verdadera es que bendita gracia me dio escuchar eso.
Hasta donde yo sabía, los bebés podían darse vuelta hasta -incluso- un día antes de nacer.
Ahora parece que ya no; que no tienen espacio para semejante maniobra y entonces es casi imposible.
Qué raro, no?
Cómo es la cosa? Antes los úteros venían más espaciosos? La burbuja inmobiliaria tendrá algo que ver? Será que recuerdo mal las anécdotas familiares? (a mi hermana, que estaba de cola, la habían dado vuelta "a mano" una semana antes, volvió a girar -solita- dos horas después y, dos días antes de nacer, se pegó otro giro por su cuenta y se acomodó de cabeza; así al menos me la contaron).
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