A las aguas más cálidas de lo común, Las Grutas suma un nuevo atractivo: las ballenas
El avistamiento de fauna marina comenzó a ser parte de la oferta turística del balneario rionegrino este año, aunque la franca austral llegó hace una década
4 de noviembre de 2012
LAS GRUTAS, Río Negro.– En la Patagonia hay playas de aguas cálidas que atraen varias especies de fauna marina. Desde hace una década, ballenas, delfines y lobos marinos habitan el golfo San Matías, sumándose así al atractivo que por sí mismas tienen las extensas playas de Las Grutas.
El balneario rionegrino es la villa turística mimada por los patagónicos desde la década del 60, cuando se creó oficialmente. Lo que comenzó con un solo bungalow de familias amigas de San Antonio Oeste, que encontraron paradisíacas playas para descansar a sólo 15 km del pueblo, se transformó en un lugar de referencia donde viven de manera permanente 5000 personas y llegan cada verano 300.000 turistas.
Mundo marino
Por favor no toquen las ballenas. La frase parecería exagerada, pero las palabras de Agustín Sánchez son válidas cada día cuando observa –desde el comando del bote que navega en el golfo San Matías– el impulso que a muchos les da la cercanía de apenas unos centímetros de una de las tantas ballenas franca austral que merodean la región.
El avistamiento de fauna marina comenzó a ser parte de la oferta turística de Las Grutas este año, pero desde hace una década los lugareños pueden observar ballenas, el principal atractivo que hasta el momento sólo se podía ver 263 km al sur, en Puerto Madryn, el lugar emblema de la ballena franca austral.
El calendario marino indica que entre julio y octubre se pueden observar lobos de dos pelos y ballenas (incluso en noviembre algunas permanecen, pero no hay garantías de que puedan ser vistas en detalle). Mientras que todo el año se puede realizar avistamiento de lobos de un pelo, delfines de tres especies (nariz de botella, común y oscuro) y una gran diversidad de aves.
El bote semirrígido traslada sólo diez pasajeros por viaje, una disposición de la provincia de Río Negro, en la que prima el compromiso por la conservación del ecosistema marino.
El avistamiento se inicia en el puerto de San Antonio Este, a unos 70 km de Las Grutas, en un área natural protegida como el resto del golfo.
"Hoy vamos a buscar ballenas", prometió Agustín al encender el motor, y en pocos minutos, unas tres millas mar adentro, dos ballenas franca austral comenzaron a hacer su espectáculo, que parecía programado para un film de Warner Bros.
La primera figura de la escena de película es negra, de unos 16 m de largo, con una pequeña mancha blanca en la cola. Su secuaz es unos metros más chica, de color claro con manchas en el lomo y callosidades en el rostro.
Los suspiros son los sonidos iniciales que se escuchan en el bote, desde donde unos minutos antes se había podido observar una colonia de lobos descansando en Punta Villarino.
Las ballenas aparecen y desaparecen de la vista del bote. Sin que nadie se dé cuenta se acercan de manera sigilosa jugando por debajo del agua. A medida que se aproximan se observa su tamaño real, que duplica la extensión de la embarcación.
Ofrecen saltos, emergen la cola y como si fuera un juego exhalan agua por el espiráculo ubicado sobre su lomo, logrando rociar a los pasajeros del bote.
"Nosotros no hacemos avistamiento de ballenas, son ellas las que nos observan y se acercan", dice Agustín, buzo y ex pescador artesanal que oficia de guía.
Silvia llegó de Capital ante la propuesta de conocer un sitio poco explorado en la Patagonia, y no podía salir del asombro, aunque no era la primera vez que se encontraba cara a cara con las ballenas. "Las tenés más cerca, las disfrutás más que en otros lugares", dijo a la nacion.
Tampoco Clara puede contener la emoción. "Es un momento mágico, son seres imponentes, y hasta parece que se cruzaran las miradas de ellas con nosotros", reflexiona.
El bote se alejó después de un tiempo prolongado. Ellas, las protagonistas, también, porque llegaron nuevos espectadores en otro bote, y hasta allí se acercaron a ofrecer una nueva versión de su espectáculo.
Pero no todas adoptan la misma actitud. Al menos eso quiso dejar plasmado otra ballena con su cría que, al percibir el bote, se alejó rauda por las aguas profundas.
Ver grandes manadas de delfines también es posible en el golfo San Matías, con una excursión que lleva más tiempo y a una mayor distancia de la costa; la imagen de los delfines saltando forma parte de los relatos de pescadores de la zona.
Aguas cálidas
De tan cerca que están, el guía advierte: ''Prohibido tocar las ballenas''
Las Grutas es un balneario que opera todo el año, aunque el verano es la temporada fuerte de la playa.
Aunque parezca una fábula, en Las Grutas el mar recibe a los bañistas con 23ºC, convirtiéndose en la playa de aguas más cálidas del país, donde además en verano el termómetro supera los 40ºC y prácticamente no llueve.
Sobre esta playa del portal de la Patagonia pesa al mito de que la calidez de sus aguas responde al ingreso de una corriente cálida proveniente de Brasil. Sin embargo, los pobladores lo desmienten cada vez que pueden y apelan a las condiciones atmosféricas y oceanográficas particulares que tiene esta playa, donde cada 6 horas baja la marea, dejando al descubierto las formaciones rocosas a orillas del mar.
La playa tiene la típica conformación patagónica con extensos acantilados que sirven de resguardo del viento y cobijo para una colonia de loros barranqueros. Además, en algunos sectores presentan cuevas a modo de grutas que dieron origen al nombre de la villa.
Otras formaciones rocosas de las playas céntricas, al quedar descubiertas con la bajamar, se transforman en un paseo cotidiano de adultos y niños en busca de cangrejos y otras especies que quedan varadas entre las piedras.
El término referencial de cada playa es bajada, ya que la urbanización se encuentra por encima de los acantilados. Allí hay departamentos y casas de alquiler, hosterías y hoteles que, en total, suman más de 30.000 camas. Además, en el paseo peatonal Viedma hay una amplia variedad de comercios y restaurantes.
"Tenemos una amplia oferta de servicios, aguas cálidas y temperaturas promedio de 30ºC, pero por sobre todo destacamos la seguridad porque todavía somos una aldea frente al mar", dijo a la nacion Carlos Lambertucci, secretario de Turismo local.
Para este verano se prevé un incremento del 10% de los precios respecto de la temporada anterior, aunque hay ofertas y promociones por reservas antes del 1° de diciembre.
Descubrir el mar
El mar también ofrece otras alternativas para descubrir. La experiencia náutica mediante recorridos embarcados, snorkeling, kayak y pesca embarcada son algunas opciones.
La experiencia subacuática, por otro lado, no requiere ni siquiera saber nadar. Todo el año se puede realizar buceo en tres zonas, frente a la playa de la villa turística, en la playa Orengo y en el parque submarino Don Félix. Ese último fue especialmente diseñado en 2007 –con el hundimiento del barco pesquero Don Félix– para recrear un ambiente submarino que se nutre de una gran cantidad de especies.
El proyecto a futuro, según contó Claudio Barbieri, operador de Cota Cero, es ampliar el parque con el hundimiento de otros grandes barcos que se encuentran depositados en la zona portuaria, para lograr así el parque subacuático más grande de América del Sur.
Entre la pesca y el tren
Cuando la playa agota y el intenso sol obliga a tomar un descanso, muchos recorren los alrededores de la villa. La primera parada está a 15 km, donde se emplaza la ciudad de San Antonio Oeste, una ciudad centenaria de más de 15.000 habitantes, donde se conjuga la historia de la pesca y el ferrocarril. Como muchos pueblos, su progreso llegó de la mano del tren cuando se construyó la red ferroviaria que une la costa atlántica con la cordillera de los Andes, atravesando la zona sur de Río Negro.
Una vez por semana el Tren Patagónico hace sonar su campana en la vieja estación, anunciando su partida hacia San Carlos de Bariloche, y lo mismo hace al regresar de la Cordillera (la formación llega actualmente a Viedma).
El circuito histórico de la ciudad muestra la convivencia de las raíces vinculadas a la pesca artesanal y el ferrocarril. En la llamada Mar Grande, un balneario de playas poco profundas, se puede practicar la pesca todo el año. También se puede pescar en las playas del puerto de San Antonio Este, a unos 70 km, donde hay extensas playas de caracolas y conchillas que otorgan un efecto de playas blancas, pero sin arena. En este sitio, en octubre, se realiza la Fiesta de las 6 Horas del Pejerrey, una competencia tradicional que congrega a pescadores en busca de la mayor cantidad de piezas y, sobre todo, del ejemplar más grande.
La playa de las conchillas desde hace algunos años cuenta con un parador en verano, que ofrece buena gastronomía para los turistas que optan por un momento de tranquilidad en playas extensas y solitarias, en comparación con la multitud que albergan las playas de Las Grutas.
OLIVARES AUSTRALES
Una plantación de 28 hectáreas de olivares ofrece un circuito de turismo rural alternativo a los días de playa. Las 10.500 plantas de olivos están a escasos 500 metros del mar, en un extremo del balneario Las Grutas. Ofrecen una producción de 15.000 litros de aceite de oliva cada temporada, procesada en una pequeña fábrica artesanal.
A Carlos Sylwan se le ocurrió en 2001, a poco de que estalle la crisis en el país, buscar una producción alternativa que rinda frutos en la costa atlántica de la Patagonia, después de años de trabajo en Rosario. El estudio de suelo, agua y clima concluyó que, por similitudes con la zona del Mediterráneo, aquí se podía fabricar un exquisito aceite de oliva.
"En la Argentina la tradición del olivo está en la montaña, en Mendoza y San Juan, por eso al principio éramos los locos que iban a plantar algo que no existía en esta región", reconoce Sylwan durante el recorrido, que permite degustar las tres variedades de origen español e italiano (Arbequina, Empeltre y Frantoio).
DATOS UTILES
- Cómo llegar
Desde Buenos Aires son 1147 km por la ruta 3. Hay vuelos Buenos Aires-Viedma por Aerolíneas Argentinas los martes, jueves y sábado. Desde allí se puede alquilar auto o contratar un transfer para recorrer 192 km. El Tren Patagónico parte de Viedma los viernes; desde Bariloche sale domingo o lunes (feriados).
- En la Web
- Alojamiento
(El precio por categoría varía en función de los servicios y la cercanía con el mar)
Departamento de alquiler 4 pax, de $ 430 a 870
Departamento de alquiler 6 pax, de $ 650 a 900
Apart hotel 4 pax, de $ 600 a 1050 Apart hotel 6 pax, de $ 800 a 1280
Hotel 3 estrellas 2 pax, de $ 580 a 750
Hotel 3 estrellas 3 pax, de $ 650 a 850
Hotel 3 estrellas 4 pax, de $ 850 a 1380
- Excursiones
Avistamiento de fauna marina, $ 300 (residentes de Río Negro y Neuquén $ 250)
Bautismo submarino, $ 385
Curso de buceo, $ 250 + 150 (equipo)
Avistamiento de aves, $ 15