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A los saltos por la selva misionera

Del Paraná al Uruguay, el flamante circuito que recorre la Ruta de los Saltos cruza el corazón mismo de Misiones dejándose llevar por caídas de agua y confortables refugios, todos distintos pero siempre en armoniosa sintonía con la naturaleza




Los saltos del Moconá son una falla de tres kilómetros en el lecho del río Moconá, que no siempre se dejan ver, depende del caudal de agua

Los saltos del Moconá son una falla de tres kilómetros en el lecho del río Moconá, que no siempre se dejan ver, depende del caudal de agua - Créditos: Hernán Zenteno

Sobran los motivos para recorrer o volver a visitar la provincia de Misiones. Y desde esta semana hay uno más: se acaba de presentar oficialmente la Ruta de los Saltos, circuito organizado por un grupo de hoteles y prestadores misioneros para recorrer algunas de las principales caídas de agua, rodeadas de un impresionante marco selvático, en sólo cuatro días.
El itinerario, que incluye por supuesto las infaltables Cataratas del Iguazú y los Saltos del Moconá, circula de frontera a frontera, del Paraná al Uruguay, entre Puerto Libertad y El Soberbio. Cruza el corazón de la provincia, plantado en las tierras rojas donde colonos de toda Europa y hasta el lejano Japón respondieron al llamado el oro verde a principios del siglo XX.

Punto de partida: Libertad

El principal corredor turístico de la provincia es la Ruta 12, entre Posadas y Puerto Iguazú. Funciona como puerta de acceso a las ruinas jesuíticas y lugares históricos (como la casa del Che Guevara en Caraguatay y la de Horacio Quiroga en San Ignacio), a las minas de piedras semipreciosas de Wanda, y es por supuesto el acceso terrestre a Puerto Iguazú, la Triple Frontera y las Cataratas. La Ruta de los Saltos se convertirá quizá algún día en un itinerario tan turístico como este tradicional trazado de la provincia.
Hacía tiempo que Alejandro Cárdenas, un guía de turismo aventura que tiene su propia agencia en Puerto Iguazú, y Juan Manuel Zorraquín, que se encarga del lodge Don Puerto Bemberg, tenían la idea de armar este circuito. “Hay unos 70 saltos principales y muchos otros más chicos en Misiones”, cuenta Alejandro. “Todo el mundo va a ver las Cataratas. Algunos se animan a ir al Moconá. Pero son muy pocos los viajeros que se aventuran por el interior de la provincia para conocer los demás saltos y cascadas. Esperamos que esta nueva ruta permita descubrir algunos de esos lugares”.
Para Juan Manuel saltaba a la vista la elección de Puerto Bemberg como punto de partida: “Estamos a media hora de las Cataratas y del aeropuerto. Aquí tenemos un marco natural excepcional, a orillas del Paraná. Visitamos un primer salto y luego de un día en el Parque Nacional Iguazú se viaja hacia el Moconá, haciendo dos paradas en el camino para ver el Salto Encantado y Piedras Blancas, en las cercanías de Aristóbulo del Valle”.
El Salto Piedras Blancas en Aristóbulo del Valle, Misiones

El Salto Piedras Blancas en Aristóbulo del Valle, Misiones - Créditos: Hernán Zenteno

Las caídas de agua de esta nueva ruta no sólo son niñas bonitas que salen bien en las fotos. Cada una tiene una historia para contar. La primera es la de Puerto Libertad y nadie la resume mejor que Juan Manuel Zorraquín, un nativo DOC, para contarla. “La ciudad fue fundada a principios de los años 20 en torno a un emprendimiento de los Bemberg para cultivar yerba mate. Como los demás asentamientos a orillas del Paraná, nació en torno del desembarcadero donde llegaban los colonos y, cuando se abrió la Ruta 12, se extendió hacia ella. En el caso nuestro, el punto de partida es Puerto Bemberg”. La dinastía de magnates puso en marcha una plantación de yerba muy progresista para la época. El pueblo tenía su médico y una sala de cine, y fue el primer lugar donde se pagó un aguinaldo, mucho antes de que fuera ley. Sin embargo, todo esto terminó bajo la presidencia de Perón cuando las tierras fueron expropiadas luego de una disputa entre Evita y los Bemberg.
Como es sabido, no hay mal que por bien no venga. A raíz de este episodio se frenó la expansión de la empresa y se pudieron conservar cientos de hectáreas de bosque nativo en torno al lodge. Es el increíble marco natural donde empieza la Ruta de los Saltos.
El actual hotel es la versión moderna y más grande de la hostería original que fundaron los Bemberg, un lodge que se convierte en el punto de partida de varias caminatas por el bosque y hacia la orilla del Paraná. Una de ellas lleva hasta la Capilla Bemberg. No hay que dejar de visitarla al atardecer para ver la puesta de sol sobre el vecino Paraguay, cuando la fachada de la capilla se baña de luz roja, reflejando los tonos del cielo. Pero antes de concluir el día de esta forma, es la hora del primer encuentro con un salto.

Yasy, el escondido

Remontando el Paraná en lancha, después de media hora se llega hasta un recodo del río donde se esconde el Salto de Yasy, una cascada cuyas aguas caen rebotando de roca en roca desde un acantilado de varias decenas de metros de altura. Esta hermosa imagen da el tono al resto del circuito.
El segundo día se dedica a una visita a las Cataratas del Iguazú. La nueva Maravilla del Mundo, de la que se habla en profundidad en otra nota de este suplemento. Lo que sí se puede mencionar es que en el camino hacia Iguazú se puede parar en la Mina Santa Catalina, en Puerto Libertad. Es todo un hallazgo: mucho menos visitada que las de Wanda y ubicada en un paisaje precioso, con vistas sobre el Paraná y la orilla paraguaya.
Dos noches en Don Puerto Bemberg suenan a poco, pero alcanzan para admirar el increíble cielo misionero, donde la Vía Láctea parece brillar más intensamente y para explorar los libros de la llamativa biblioteca del hotel.
Ruta de los Saltos, Misiones

Ruta de los Saltos, Misiones - Créditos: Hernán Zenteno

Al tercer día empieza el recorrido propiamente dicho. Se baja por la RN 12 hasta la ruta 220, antes de ingresar al pueblo de Garuhapé. Ese camino sinuoso muestra la cara más agreste de la provincia: casitas de madera gastada, campos de té y de yerba, plantaciones de pino, comercios de nombres ucranianos o suizos y, muy de vez en cuando, algunas porciones de bosque nativo que han logrado subsistir.
Alejandro Cárdenas, al volante, cuenta que son los remanentes de la mata atlántica, aquella gran selva que cubría todo el sur de Brasil y buena parte de Paraguay. La provincia de Misiones representaba solamente una ínfima parte de este ecosistema que bordeaba la selva amazónica por el sur y el este. “Pero fue prácticamente diezmada en Brasil y en Paraguay. En Misiones mismo se taló para plantar pinos, eucaliptos y más recientemente kiris. Pero así y todo es donde mejor se conservó”, dice Cárdenas.
A tal punto que se estima que el 80% de la mata que ha quedado en el continente está en nuestra provincia. Es el hábitat del yaguareté, de tapires, de tucanes, de guacamayos, de monos o de pecaríes. Uno de los ecosistemas de mayor diversidad del planeta, tanto para la fauna como para la flora.

Encantado de conocerlo

Alejandro podría contar durante horas sus aventuras en mountain-bike por el interior de Misiones y sus encuentros con pumas o tapires, documentados con fotos en su celular. Así se llega a las cercanías de Aristóbulo del Valle, para conocer el parque provincial Salto Encantado. Hay un centro interpretativo y un restaurante, para pasar el día frente al espectáculo que brinda una caída de agua de más de 60 metros.
Hay varios miradores y se espera la puesta en servicio de un teleférico que cruzará el valle frente al salto. La instalación está lista, los cables tendidos y los pilares construidos. De vez en cuando se anuncia su puesta en marcha pero lamentablemente, mientras se va postergando, tampoco se habilita el camino que originalmente permitía bajar hasta el cauce inferior del arroyo, al pie del salto.
Una leyenda guaraní vincula la creación de la cascada con una historia de amor imposible entre dos jóvenes de tribus enemigas. Un romance como el de Romeo y Julieta en plena selva: cada uno fue acribillado con flechas por los guerreros de la tribu opuesta y, al caer muertos, un gran trueno partió las rocas y cambió sus lágrimas en una caída de agua.
El parque ocupa hoy varios cientos de hectáreas de bosque. De vez en cuando, al borde del camino, algún ruido de hojas indica que un animal se está escondiendo. Zorraquín aclara que en Misiones, a diferencia de los esteros en Corrientes o de la estepa en la Patagonia, los avistajes de fauna son muy azarosos. La selva esconde enseguida a los animales. “Si vemos una huella o escuchamos algún ruido, consideramos que hemos avistado algo…”. Sin embargo se llegan a ver algunas víboras y por supuesto varias especies de aves, en particular colibríes.
La siguiente parada del circuito es Piedras Blancas. Seguimos a Alejandro nuevamente, para no perdernos en las pequeñas rutas que llevan hasta un área de camping, donde el arroyo Canal Torto enfrenta un desnivel cayendo entre grandes rocas. Algunas de ellas blancas… tal como lo indica su nombre. Se puede bajar por una escalera hasta el pie de las cascadas, meterse al agua en los piletones naturales o caminar en las rocas en busca de la mejor vista frente a los saltos.

Finalmente, Moconá

El día ha sido largo, pero falta todavía un tramo para llegar al Don Moconá Virgin Lodge, en el extremo de la Ruta de los Saltos, al borde de la Reserva de la Biosfera Yabotí. Es una de las 15 de este tipo que existen en todo el país. Se encuentra al norte del pueblo fronterizo de El Soberbio. Alejandro comenta: “En Misiones todos hablamos tres idiomas, el español, el guaraní y el brasileño. Muchos también conocen la lengua de sus ancestros y mantienen tradiciones de Europa Central y del Norte. Pero en El Soberbio tienen además un acento muy particular. Hablan español con tonalidad y ritmo portugués”.
Sea por la tonada o por las costumbres, el río Uruguay oficia más de vínculo que de frontera. Sería interesante indagar un poco más en la idiosincrasia de este lejano rinconcito del país, pero todavía falta para llegar a destino.
Los creadores de la Ruta de los Saltos la organizaron de tal modo que se llegue de noche al Don Moconá Virgin Lodge para que los huéspedes se levanten al día siguiente y tengan la sorpresa de despertarse en plena selva.
Ruta de los Saltos, Misiones

Ruta de los Saltos, Misiones - Créditos: Hernán Zenteno

Las cabañas del complejo han sido construidas entre grandes árboles, por encima del arroyo Yabotí. Las redes de telefonía no llegan y la señal Wi-Fi es muy aleatoria. El mundo moderno queda más allá de la densa cortina vegetal, del otro lado de la selva.
Yabotí quiere decir tortuga en lengua guaraní. Es un animal que protagoniza varios cuentos de esta cultura: astuto a pesar de ser lento y torpe, desafía al yaguar, el rey de la selva, y lo derrota en varios de los mitos compilados por el antropólogo Claude Levi Strauss. ¿Algunas descendientes de aquellas tortugas de leyenda serán las que calientan su carapazón al sol sobre troncos del arroyo? Se las ve durante la navegación hasta los Saltos del Moconá.
Estos saltos son el broche de oro del viaje, aunque no estén siempre garantizados. Su nombre guaraní es muy explícito: “El que todo lo traga”. Se forman por una falla de tres kilómetros de largo en el lecho mismo del río. Pero no siempre se ven: cuando el Uruguay corre muy caudaloso, los saltos desaparecen. Al contrario, cuando hay poca agua, pueden llegar a medir hasta 20 metros de alto y son decenas y decenas en infinita sucesión.
Partiendo de Don Moconá Virgin Lodge, la navegación dura media hora desde el arroyo Yaboti para remontar el Uruguay, cuyas aguas se tornan cada vez menos tranquilas a medida que los saltos se acercan. Como en el Iguazú, el espectáculo es argentino pero las butacas son brasileñas. Algunos pilotos dejan parar a sus pasajeros un rato en la orilla vecina, para vistas panorámicas, mientras otros arriman sus embarcaciones tan cerca de los saltos que entran en las nubes de vapor de agua. Dos maneras distintas de disfrutar de este increíble show natural.
Si bien es la principal atracción que ofrece el lodge, no es la única. Hay varios senderos para explorar la selva y avistar aves (entre ellos tres especies de tucanes) y actividades que van desde una tranquila flotada por el arroyo hasta rappel en una cascada.
La Ruta de los Saltos no podía concluir sin una última caída de agua. Alejandro tiene una sorpresa: invita a equiparse con casco y un arnés, para lanzarse en tirolesa a la altura de la copa de los árboles y sobrevolar el Salto Horacio, una pequeña joya escondida en el bosque, a solo metros del lodge.

Datos útiles

Cómo llegar. Para volar a Misiones: LATAM cuenta con 30 frecuencias semanales a Puerto Iguazú. Con una tarifa que arranca en $ 1952. 0810-9999-526 y www.latam.com
Dónde dormir. Alojamiento en Puerto Libertad: Don Puerto Bemberg Lodge de Selva. Cuenta con dos categorías de habitaciones y una casa (que se alquila para hasta diez personas). Habitación en base doble, a partir de $ 2000 por noche y por persona con pensión completa; Casa Bemberg: US$ 600 por día para grupos de hasta 10 personas. La navegación al Salto Yasy está incluida. www.donpuertobemberglodge.com
Alojamiento en el Moconá: Don Moconá Virgin Lodge. Hay paquetes como el Programa Experiencias que arrancan a partir de $ 1500 por noche por persona en pensión completa y con varias actividades con guías incluidas. La navegación a los Saltos del Moconá cuesta $ 435 por persona. Se realiza según el nivel de las aguas. www.donmoconavirginlodge.com.
Ruta de los Saltos. Para informarse sobre la nueva Ruta de los Saltos. Se trata de un proyecto de la gerenciadora de hoteles Aadesa, a cargo de la comercialización y de la gestión de Don Moconá y Don Puerto Bemberg. Cuesta US$ 240 por persona y por noche, en base doble. www.aadesa.com.ar.
Servicios de guía para esta ruta u otras salidas en la provincia de Misiones: Alejandro Cárdenas, Guía de Selva. Además de ser uno de los creadores de la Ruta de los Saltos es un experto en salidas de aventura y mountain-bike en la provincia. También es especialista en observación de aves. Informes al 03757 15 678220, www.iguazubiketours.com.ar.
Parque Provincial Salto Encantado: Ruta Provincial 220, en Aristóbulo del Valle. Se accede al predio de 10 a 17.30 o de 9 a 18 según las temporadas. La entrada cuesta $ 10 por persona. www.saltoencantado.tur.ar
Misiones en la Web: www.misiones.tur.ar

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por Redacción OHLALÁ!

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