Son la contracara de los grandes barcos, que llevan miles de pasajeros, casino, disco y demás excentricidades, y están muy alejados de la alocada carrera por construir el crucero más grande del mundo.
Los cruceros pequeños cultivan un perfil diferente, exclusivo, más íntimo y personalizado.
Como AMA Waterways, compañía de cruceros fluviales que cuenta con seis embarcaciones y navega, desde hace ocho años por el Danubio, el Rin, el Ródano, el Volga, entre otros ríos de Europa y Asia.
La particularidad es que son cruceros con todo incluido en las comidas y hasta las excursiones en tierra.
Cada embarcación de la flota tiene capacidad para 148 pasajeros y mayoría de cabinas con balcón o vista al exterior. www.amawaterways.com
También por los mares del mundo navegan barcos pequeños y de lujo, en muchos casos en circuitos similares a los grandes.
La semana última llegó al puerto de Buenos Aires el Silver Spirit, nuevo barco de la naviera Silversea, con capacidad para 550 pasajeros, en un viaje que lo lleva hacia el sur de Chile. Los pasajeros del Silver Spirit tienen todo incluido, de las propinas a las bebidas, y hasta cuentan con un mayordomo personal que se encarga de lavarles la ropa cuando el viaje finaliza para que vuelvan a casa con todo impecable.
Otro dato: el 95% de las suites tiene balcón privado, un enorme vestidor e hidromasaje en el baño. www.silversea.com