Adiós radiomente. 8 pasos para superar las creencias limitantes
7 de mayo de 2020
Créditos: Arte de Belén Ardila. Ilustración de Caribay Marquina.
Muchas veces, la mayoría, somos más crueles con nosotras mismas que todos los demás, que todo lo de afuera. Bueno, nosotras no, la radiomente. ¿Qué es eso? Es el nombre que le dio Charo Vargas (Charuca) a ese diálogo interno permanente que emite en loop pensamientos negativos y creencias limitantes. Es esa voz que cuando, por ejemplo, tenés que dar un examen oral te repite sin parar: "¿Para qué me presento? Me van a bochar, me voy a quedar en blanco y va a ser un papelón". La que, cuando estás a minutos de hacer una presentación en el trabajo, te dice: "¿Quién te va a escuchar? Esta propuesta no tiene nada de novedoso. Seguro ellos tienen mejores ideas para resolverlo". Son esos pensamientos que te fastidian permanentemente y que llegás a creer como verdades absolutas. Llegás a estar tan convencida de que lo que pensás es verdad que ni te lo cuestionás y por eso le das tanto poder. Para colmo de males, esta radio maléfica emite en automático, 24 horas al día, siete días a la semana.
El origen
Cada uno de tus pensamientos negativos tiene su origen. Siempre hay un origen. Y para encontrarlo, es fundamental poder detenerte, tomar distancia e indagar en tu historia personal. La radiomente emite ideas y creencias que se fueron grabando en tu interior, especialmente cuando eras muy chiquita, cuando tu cerebro todavía se estaba formando y cada cosa que te decían quedaba marcada a fuego en vos. "Sos la más desordenada de la casa", "qué mal comés", "sos muy mala para los deportes". Tu cerebro blandito tomaba cada uno de estos comentarios como "la verdad" y te repetías lo que habías oído: "Soy mala para los deportes, soy mala para los deportes, soy mala para los deportes…", una y mil veces y... ¡magia! Ahora ese pensamiento es verdad para tu radiomente.
El origen no está solo en lo que nos decían en nuestra casa o en el colegio. Muchas ideas o creencias externas pueden haber ido impactando en nosotras: las películas de princesas, las letras de las canciones, las noticias que nos movilizan por trágicas o angustiantes, los cuentos que nos contaron...
Todas estas malas semillas que nos fueron metiendo a nivel familiar, social, a nivel de educación, terminaron siendo las voces de la radiomente. Con el tiempo se convirtieron en tu diálogo interno de hoy.
¿Cómo impacta esto en vos?
Si una persona real te hubiese dicho en tu vida la mitad de las cosas que te dice tu radiomente, ya le habrías puesto bozal legal y perimetral. Tu radiomente es tu peor crítica y, obvio, su voz impacta directamente en tu actitud y estado emocional. Ese diálogo puede provocarte emociones varias, como miedo, tristeza, incomodidad, vergüenza, rabia, ira. Puede robarte la energía y paralizarte. No te permite pasar de pantalla, salir de tu zona de confort, y hasta te quita la fuerza para terminar con hábitos o relaciones tóxicas de las que deberías haber salido hace rato.
Ese diálogo interno es todopoderoso en tu mundo, porque vos le diste ese poder. Todo, cada día, cada aventura (o no aventura), empieza con tus pensamientos. De la voz de tu radiomente dependen tus emociones, de tus emociones dependen tus acciones y de tus acciones, tus logros. Es importante darle un empujón a esa creencia limitante para poder conseguir las cosas que te hacen bien, para poder estar tranquila con tu diálogo interno y gestionar tus emociones de mejor manera.
¿Cómo hacés para apagarla?
Mientras estemos vivas y fuera de nuestra zona de confort, haciendo cosas que nos importan, van a aparecer estas voces, estos miedos. Y está bien que así sea. Esos miedos son las alarmas, hay que tener miedo, somos humanas, no pasa nada. Nunca podremos apagarla del todo, pero sí podemos empezar a comprenderla. Podemos ser más conscientes de lo que escuchamos, prestarles más atención a esos mensajes y cuestionarlos en lugar de creerlos de una. Al percibir el origen, podés dejar de escucharlas como verdades absolutas y empezar a darles su lugar: son solo creencias, opiniones subjetivas, puntos de vista de otros que te transmitieron desde sus propias creencias y limitaciones.
Lo que vas a hacer es entender, comprender y darte cariño, cuidarte. Atenderte. Detrás de los miedos siempre hay necesidades no atendidas.
Créditos: Arte de Belén Ardila. Ilustración de Caribay Marquina.
Reprogramala
El secreto es desdoblarse. Aparte de tus miedos, también tenés amor. Como luz y sombra, están los dos ahí, en tu interior. Conectate con eso, poné luz ahí y tratate bien. ¿Qué le dirías a una amiga que está por dar un examen o una conferencia? Tratate como la tratarías a ella, hablate como quieras que te hablen. Contrarrestá los mensajes desmotivantes y limitantes con otros motivadores y amorosos. Cuando lo hayas hecho repetidas veces, ese mensaje se grabará para siempre en tu radiomente y ¡empezará a emitir en constructivo! Así, se reprograma igual que se programó la primera vez. Te metiste (o te metieron) mensajes que quedaron grabados en tu mente por repetición y ahora, también por repetición, tenés que habilitar nuevas voces que tengan más fuerza, coherencia y profundidad. Aunque ya seas adulta, tu cerebro sigue siendo moldeable y es capaz de reprogramar sus caminos habituales. En las páginas siguientes te dejamos los ejercicios básicos de Charuca para reprogramar la radiomente y darles un sacudón a esas parlanchinas creencias limitantes.
¿Quién es Charuca?
Charo Vargas es la diseñadora, escritora y creativa detrás de la marca de papelería española Charuca. Tiene como misión compartir con sus seguidoras (de Instagram, de su blog, de sus podcasts y, obviamente, de sus libros y productos de papelería) su experiencia personal y todo lo que fue aprendiendo en el camino a convertirse en "jefa de su vida". Escribió dos libros maravillosos (Jefa de tu vida y Bye bye radiomente) que se pueden conseguir por Amazon o desde su tienda online. Además, desde su web, podés descargarte consejos y ejercicios de papelterapia para sacar a la jefa que llevás adentro.
Más info: charucashop.com
El método
Acá les compartimos los 8 pasos de Charuca para resintonizar tu radiomente. Pero atenti, tu actitud a la hora de hacer este ejercicio es fundamental. Para que el salga bien es importante que:
- Te des unos minutos específicamente para esto.
- Te concentres, no hagas nada más al mismo tiempo.
- Estés tranquila y abierta a escucharte.
- Te trates con mucho amor y tengas paciencia.
Paso a paso
1
La situación. Escribí el día, la hora y qué estabas haciendo cuando se activó tu Radiomente. Quizá la disparó una situación concreta o puedeque esos pensamientos hayan venido cuando estabas cansada o con poca energía. Quizá no encuentres un detonante claro pero da igual, escribí qué estabas haciendo cuando pasó.2
La Radiomente. Escribí los pensamientos que emitió tu Radiomente tal y como fueron viniendo a vos.3
Las emociones. Escribí las emociones que sentiste al escuchar tu Radiomente. Dedicate unos minutos, respirá y escuchate mientras lees esos pensamientos. Dale un espacio a cada emoción, no la niegues ni intentes ahogarla porque vienen a enseñarte algo y necesitan una vía de escape.4
El origen. Buscá en tu interior cuál es el origen de estos pensamientos. Respirá, concentrate y buscá en tu historia. ¿Alguien te hizo sentir así en el pasado? ¿Tuviste una mala experiencia parecida que hace que te adelantes a los hechos? ¿Una burla que se repetía en el cole, algo que te decían en casa?5
Cuestioná. Cuestioná cada pensamiento escrito en el punto 2. ¿Es realmente la verdad?6
Imaginá. Escribí cómo sería esta misma situación si no tuvieras Radiomente.7
Resintonizá. Creá un nuevo mensaje de confianza y amor para neutralizar los mensajes de tu Radiomente. ¿Cómo resintonizar y crear un nuevo mensaje? Diseñá tu lugar de confianza y amor. Imaginá que tenés un amigo o amiga, una persona muy sabia y amorosa a la que vas a consultar cada vez que estás preocupada. Ella te adora, y además es todo amor y empatía. Puedes ponerle un nombre, imaginar el espacio en el que te reunís con él o ella con todo detalle. Cada vez que lleguemos a este punto del ejercicio vas a visitar este lugar. Imaginá que visitás tu lugar de confianza y amor, hablás con la persona que está ahí (incñuso podrías ser vos misma) para darte los mejores consejos, le explicás la situación y le enseñás la lista con tus pensamientos. ¿Qué te diría sobre tus pensamientos? ¿Qué consejos te daría?8
Actuá. Escribí si después de haber hecho este ejercicio vas a llevar adelante alguna acción en concreto.
Kit para contrarrestar la Radiomente
Créditos: Arte de Belén Ardila. Ilustración de Caribay Marquina.
- Carta de amor a vos misma. Cuanto más incómodo te resulte, o más ganas tengas de saltearte este ejercicio, más lo necesitás. Escribite una carta de amor. Decite cosas lindas.
- Ponete medallas. Te debés un montón de cumplidos, de reconocimiento, así que vas a llenar este espacio con piropos para vos. Anotá todo lo que hacés bien, tus mejores cualidades, habla de vos como si fueras tu mejor amiga.
- El lado bueno de las quejas. Durante toda una semana prestá atención a tus expresiones y anotá en el cuadro blanco cada queja. Escribí al lado (en el rosa) lo que podés hacer con esta queja, si hay un lado positivo, escribilo. Si no lo hay, aceptalo y prometete que no vas a volver a quejarte de esto nunca más.
- Lo mejor que te puede pasar. Este ejercicio es especial para dar vuelta tus miedos. En lugar de poner toda tu fantasía imaginando lo peor que podría pasar, vas a pensar en lo mejor, en lo más alucinante.
Si enfrento mi miedo a......
Lo mejor que me puede pasar es.......
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