Air Madrid suspendió sus vuelos. La noticia, el viernes último, sorprendió a la mayoría, más allá de los problemas de la empresa en los últimos tiempos, evidenciados en claras demoras de sus vuelos.
El gerente general de la filial argentina de Air Madrid, Carlos Trellez, admitió que la compañía sólo puede dar "una respuesta incierta" a sus clientes y que la decisión de suspender los vuelos se debe "a medios de presión" del Ministerio de Fomento español.
La Dirección General de Aviación Civil, que depende del Ministerio de Fomento de ese país, le había comunicado el martes último a Air Madrid la posible suspensión del Certificado de Operador Aéreo (CEO) por incumplimiento del plan de acciones correctivas que subsanasen las deficiencias observadas en la compañía.
En los últimos meses, la empresa acumuló retrasos de varias horas en sus vuelos, más de cuatro de media, con los vuelos desde y hacia América latina como los más afectados.
Hasta febrero la compañía tenía vendidos cerca de 300.000 tickets. Mientras 120.000 personas, que viajaron a distintos países latinoamericanos, aguardan una solución para regresar a España, en la Argentina son 5000 los afectados directos. Al cierre de esta edición, las autoridades aeronáuticas nacionales anunciaron que se facilitará el traslado de pasajeros afectados por la suspensión de los vuelos.
La Subsecretaría de Transporte Aerocomercial indicó que ha dispuesto facilitar las autorizaciones de excepción para que los viajeros afectados opten por vuelos alternativos de otras empresas "tanto españolas como argentinas". A su vez, el Gobierno español anunció la puesta en marcha de un procedimiento de urgencia en el que dispondrá de 5 millones de euros para atender a miles de afectados. Uno de los mayores problemas está en que, por la época del año, los aviones van prácticamente llenos.
La compañía acusa al Ministerio de Fomento de haber hecho un uso "arbitrario e injusto de sus atribuciones" que imposibilitó el desarrollo con normalidad de su actividad, "con olvido absoluto del deber de confidencialidad de las actuaciones administrativas" en relación con las inspecciones. Según la empresa, la autoridad aeronáutica organizó, por ejemplo, un reparto de folletos en el aeropuerto de Barajas, informando de posibles acciones correctivas y suspensiones. "Estos hechos hacen ya absolutamente intrascendente que el ministerio adopte una resolución sobre el mantenimiento o no de la AOC, puesto que de hecho, a través de actuaciones absolutamente arbitrarias, han destruido por completo la imagen comercial de Air Madrid."