Francia quiere preservar aún mejor uno de sus rincones más especiales y también más visitados. Así es que el Mont Saint Michel, la fortaleza y monasterio sobre el Atlántico, en el límite ente Normandía y Bretaña, ahora estará un poco más aislado ya que los estacionamientos, tradicionalmente llenos de micros turísticos, junto a su base fueron cerrados definitivamente, como parte de un proyecto de preservación lanzado en 1995.
Según la agencia de noticias ANSA, los tres millones de personas que acuden cada año al histórico lugar, con un promedio de 4500 autos diarios, deben estacionar a tres kilómetros y pagar 8,50 euros. Desde ese punto, los turistas llegan a 900 metros del pie del Mont Saint Michel en transbordadores especiales para 66 pasajeros.
A partir del próximo verano boreal se ofrecerá también la opción de trasladarse esto últimos kilómetros hasta el monte en carruajes tirados por caballos, claro que por un precio de 6,50 euros por persona. De todos modos, se estima que un 20% de los visitantes simplemente caminará los tres kilómetros desde los estacionamientos. De hecho, la vista desde el camino de acceso, ya desde lejos, y la paulatina aproximación a la fortaleza es uno de los mejores momentos de la visita a este sitio, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.