Alemania 06: pasaje al Mundial

Los que piensan ir deberían apurarse a hacer las reservas, porque prácticamente ya está todo vendido.

Por la primera ronda, la Argentina jugará en Hamburgo, contra Costa de Marfil, el 10 de junio; en Gelsenkirchen, el 16 de junio se enfrentará a Serbia y Montenegro; y jugará con Holanda en Francfort, el 21 de junio.

Una de las alternativas para viajar es por medio de las agencias de viaje que comercializan paquetes, con aéreos, traslados internos, 15 días de alojamiento y las entradas a los tres primeros partidos.

El cupo de entradas con servicios turísticos que se puso a la venta fue de 2000 y sólo queda un 10 por ciento disponible, que coincide con los programas más costosos, desde 6300 euros en base doble. El resto se agotó velozmente.

La otra forma es reservando localidades por medio de la página Web de la FIFA ( http://fifaworldcup.yahoo.com/06/es/ ), aunque con resultados inciertos. Es un sistema bastante complejo y no siempre se consigue lo que se quiere por la alta demanda: se dividió en cinco etapas de compra, que se iniciaron en febrero de 2005. Las entradas cuestan entre 35 y 100 dólares, para los encuentros de la primera etapa.

Actualmente, hasta el 15 de abril está abierta la cuarta etapa, que se actualiza con las nuevas entradas disponibles por falta de pago o devolución de las etapas anteriores, con un sistema de entradas condicionadas. La última etapa será a partir del 1° de mayo.

Los que elijan esta opción deberán reservar el aéreo, que cuesta desde 1100 dólares por Lufthansa. El alojamiento ronda los 120 euros la noche en hoteles de mediana categoría.

Las 2000 entradas para ver los tres partidos de la ronda inicial (junto con viajes) son comercializadas por Rotamund, agencia oficial de la Asociación del Fútbol Argentino. Como operador, armó los paquetes, pero se pueden adquirir en cualquier agencia de viajes.

"Se vendió el 90 por ciento de los paquetes. El porcentaje que queda es de las propuestas más costosos, con alojamiento en hoteles cinco estrellas y ubicaciones preferenciales en los estadios", comenta Roberto Petti, gerente de Rotamund.

Además de los dos mil argentinos, que viajarán especialmente de nuestro país por medio de las agencias, también se acercarán muchos residentes en Europa, pero es difícil poder cuantificarlos porque obtuvieron (u obtendrán) las entradas vía Internet.

Si de algo no hay duda es de que en este Mundial la selección tendrá mucha más hinchada que en la Copa de Corea-Japón 2002.

En aquella oportunidad apenas se vendieron 120 paquetes en las agencias de turismo, aunque los costos eran muy similares a los actuales. El viaje costaba 7000 dólares, pero la crisis económica y la lejanía conspiraron contra los hinchas.

Rotamund también cuenta con 2000 entradas condicionadas a la clasificación de la Argentina para las instancias siguientes, que se pueden reservar acá o en una oficina de la empresa en Francfort, a medida que el seleccionado vaya avanzando.

Pero eso ya son otros precios, mucho más saladitos: para ver el partido de octavos hay que pensar en 1032 euros (alojamiento, entradas y traslados); 1148 para cuartos; 1575 para semifinal y 1962 para la final, siempre que la Argentina llegue a estas instancias.

En total, presenciar los siete partidos cuesta desde 11.000 euros por persona en base doble.

Anda dando vueltas por las sedes donde se jugarán los partidos del Mundial y también cruzó las fronteras y hasta estuvo a los pies de la Torre Eiffel. El Globo del Fútbol, una gran pelota de 20 metros de alto y 60 toneladas de peso es uno de los símbolos artísticos del Mundial y se convirtió en una especie de embajador itinerante del Programa Artístico y Cultural de la Copa. Durante el día, en su interior es una sala de exhibiciones, con juegos interactivos e instalaciones virtuales. Se puede hacer sonar el silbato del árbitro, conocer a los astros o poner a prueba las habilidades de disparo virtuales en 10 estaciones.

Obra del artista multimedia André Heller, la construcción representa un balón clásico de fútbol. Esta estructura unifica la imagen de un globo terráqueo y la forma de un balón de fútbol, y representa simbólicamente la fascinación por el fútbol que engloba el planeta y sus pueblos. Durante el Mundial se quedará en Berlín, donde seguirá recibiendo visitantes.

Un panorama de Hamburgo, Gelsenkirchen y Francfort, sedes donde la selección jugará la primera ronda.

Hamburgo. Esta ciudad del norte del país tiene una particularidad: cuenta con más puentes y canales que Venecia y Amsterdam juntas. Es una de las ciudades más verdes de Alemania, con muchos jardines y parques que se pueden recorrer a pie o en bicicleta. Hamburgo es la segunda metrópoli de Alemania y una de las mayores ciudades portuarias de Europa. Es cosmopolita, tiene bellas factorías, paseos, y la famosa zona de Reeperbahn en el barrio portuario de St.Pauli, que es un deber visitar.

Gelsenkirchen. Es difícil de pronunciar y mucho menos popular que otras ciudades alemanas. Pero Gelsenkirchen puede jactarse de tener el estadio más moderno de toda Europa. El Arena Aufshalke cuenta con un techo retráctil, una cancha con pasto totalmente desmontable, controles electrónicos de acceso, capacidad para 53.570 espectadores, una pantalla cúbica gigante y hasta una capilla. Gelsenkirchen hasta fines de los años 50 fue uno de los mayores centros mineros y de producción de acero de la cuenca del río Ruhr. Sin embargo, se hundió en una profunda crisis a comienzos de los años 60 debido a la importación de carbón más barato. Los yacimientos fueron cerrándose uno tras otro, miles de mineros perdieron sus puestos de trabajo y otros tantos abandonaron la ciudad. En la actualidad es un reconocido centro de producción e investigación en energía solar.

Francfort. Quien llega a esta ciudad alemana tendrá la leve sensación de que entra en una órbita diferente. Con una historia riquísima que data de la Edad Media, donde se destacó como uno de los centros financieros más importates de Europa, se convirtió con el tiempo en una ciudad superindustrial, con edificios modernísimos y un centro histórico digno de visitar.

Las atracciones más importantes de la ciudad son: Casa de Goethe, el Ayuntamiento, la Catedral Imperial, sede de la coronación de 10 reyes alemanes, el jardín antiguo con excavaciones romanas del siglo I, la Guardia Principal, un edificio barroco que albergaba la prisión y el cuartel de la antigua Guardia Municipal.

Además de fútbol, un programa cultural mundial

Los que viajen al Mundial encontrarán una Alemania completamente remozada y dispuesta a entretener a los visitantes las 24 horas con una importante agenda cultural.

Las inversiones en nuevas construcciones y remodelaciones son asombrosas. Para tener idea 3400 millones de euros costaron las obras viales. Se mejoraron las autopistas, se ampliaron las rutas y se hicieron nuevas estaciones de tren (algunas sólo se ampliaron) entre las sedes de la Copa, para agilizar el traslado de los visitantes. Otra gran inversión fue en estadios: 1500 millones de euros; muchos se refaccionaron y otros se hicieron a nuevo, como el de Francfort, que costó 126 millones de euros y se terminó en octubre último, sobre el antiguo.

Los visitantes batirán récords: se calcula que durante el mes del Mundial llegarán alrededor de seis millones de personas y se calcula en cinco millones los pernoctes en hoteles. Estiman que los provenientes de países vecinos como Francia sólo irán a ver los partidos y se volverán.

Una de las principales novedades de este Mundial es que habrá un gran movimiento artístico, ideal para los visitantes con días libres, entre partido y partido de su equipo.

Porque además de hacer turismo y visitar los museos y atractivos más importantes se podrá asistir a esta suerte de Mundial artístico que se jugará en paralelo en cada una de las sedes.

El programa artístico y cultural de la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006 está financiado por el gobierno federal, la Asociación Alemana de Fútbol (DBF) y el Comité Organizador.

Teatro, cine, conciertos, danza y exposiciones forman parte de numerosas presentaciones, que se pueden seguir exhaustivamente en la Web de la organización ( www.dfb-kulturstiftung.de ).

De la larga lista se destaca la presentación del show de danza Maracanã, en Hamburgo. La exhibición La fascinación por el fútbol, con 100 fotos de 1900 a 1940, será itinerante y se podrá ver en Colonia, Munich, Hanover y Berlín.

El 2 de junio, unos días antes del partido inaugural, se presentará en Munich Plácido Domingo y la orquesta de Bavaria en el estadio.

El 2 de julio, la Orquesta Sinfónica de Berlín dará un concierto al aire libre gratuito en la capital alemana. También habrá música típica de diferentes países.

Las Fiestas del Aficionado son otra propuesta novedosa para el Mundial. Se celebrarán en las doce sedes y se calcula que asistirán entre siete y ocho millones de personas, el doble de las que pueden ir a los estadios.

La intención de estas megafiestas es recrear el ambiente de los estadios donde se juegan los partidos en otro lugar de la ciudad. Se proyectarán en pantallas gigantes de sesenta metros cuadrados, ubicadas en sitios estratégicos de cada una de las doce sedes, los encuentros en vivo y en forma gratuita.

Los organizadores las considera una segunda Copa Mundial, porque habrá más gente delante de las pantallas que en la cancha. Extranjeros que quieren ver otros partidos y anfitriones que no pudieron conseguir entradas cuentan, de esta manera, con una platea preferencial. También se complementarán con un programa de música.

11.000 euros es lo que cuesta ver los siete partidos de la selección argentina, si llega hasta la final, con aéreos, alojamientos y entradas (5500 euros sólo los de la primera ronda)

600 euros es el precio de una entrada en la mejor ubicación para la final, el 9 de julio. 120, las más económicas, atrás de los arcos y en las esquinas.

3.000.000 son las entradas que se disponen para los 64 partidos de la Copa, de las que se obtendrá 200 millones de euros.

5.000.000 son la cantidad de pernoctes en hotel de visitantes que habrá durante el mes que dura el Mundial en Alemania