
Allí donde baten sus alas
Reservas urbanas o alejadas, donde es posible seguirles el vuelo o los pasos con prismáticos. En el elenco, desde el gorrión de todos los días hasta las especies más copetudas
9 de mayo de 2004

Son más de 1000 las especies de aves que habitan en la Argentina, dentro de las 9000 del planeta. Un número elevado cuando se trata de identificarlas en su hábitat. Estas criaturas, que con su canto alegran las mañanas, dan vida al jardín y a la plaza del barrio, despiertan el asombro de los que alguna vez descubrieron que las salidas al aire libre tienen otro color detrás de los prismáticos.
La observación de aves no es una nueva modalidad de hacer turismo ni un nuevo pretexto para volver a la naturaleza. Esta actividad comenzó a desarrollarse en Buenos Aires en 1916, cuando se fundó Aves Argentinas-Asociación Ornitológica del Plata, entidad no gubernamental que, con la financiación de sus socios, trabaja para la conservación de las aves silvestres y sus ambientes.
Según Claudia Nardini, naturalista del Departamento de Educación Ambiental, fue en 1920 cuando los naturalistas comenzaron a viajar por los parques nacionales para observar aves. Desde entonces, la actividad de la asociación se mantuvo sin interrupciones. Actualmente dictan cursos de iniciación para todas las edades, de un mes, con salidas al campo.
También organizan salidas gratuitas para todo público, a la plaza San Martín y a la Reserva Natural Vicente López, entre otros lugares. Nardini asegura que se trata de una actividad que puede ser disfrutada todo el año y por todos: chicos, adultos, personas con problemas motrices o ciegos, capaces de reconocer los pájaros por su canto.
Siempre en temporada
Como dicen los amantes de esta actividad, por suerte, hay aves en todas partes. Y para todos los gustos. Están las grandes, como el ñandú; las que prefieren las alturas, como el cóndor andino, que planea a 10.000 metros en la Cordillera; otras que en busca de primaveras son capaces de volar 72 horas sin parar para descansar o alimentarse, cruzando de un hemisferio a otro, como las golondrinas y los chorlos; están las que tienen una habilidad increíble para construir un nido resistente, que usan sólo su pequeño pico, como los horneros; las que pueden atravesar pesadas cortinas de agua con las alas, los vencejos, por ejemplo, en las cataratas del Iguazú.
Circuito verde
Los naturalistas recomiendan iniciarse en la observación de aves en lugares donde puedan verse pocas especies, como las plazas de barrio, que poseen entre 10 y 30. El segundo paso, previo a una visita a alguno de los parques nacionales, podría ser el Circuito Verde, integrado por diez reservas naturales bonaerenses y una porteña, la Reserva Ecológica Costanera Sur. Todas protegen la naturaleza autóctona, con más de 150 especies de aves cada una.
La Reserva Ecológica de la Municipalidad de Vicente López cuenta con un observatorio de Aves Argentinas, que puede ser utilizado los sábados; ofrece visitas guiadas gratuitas los fines de semana (de flora y fauna), a las 15; recibe escuelas y la visita está a cargo de una guía educativa, se reserva con antelación; además, se brinda folletería y carteles de interpretación al público. Todo en forma gratuita. Según informa la coordinadora de la reserva Valeria De Marzi, hay más de 180 especies de aves, según el último registro, que pueden ser vistas en diferentes ambientes: pantanos, bosques, pastizales y lagunas. En este último escenario pueden identificarse garzas, patos, pollonas, gallaretas y gallinetas.
Otro de los espacios protegidos para visitar es la Reserva Natural Otamendi. Posee tres senderos autoguiados, dos miradores, un mangrullo y unas lagunas con miradores para visitar exclusivamente acompañados por un guía los fines de semana (debe contratarse con antelación la visita). Se ven cisnes, patos, gallaretas, chorlitos, federales, teros reales. No entrega folletería a visitantes, pero brinda acceso a libros de aves. La entrada es gratuita.
Listas para el clic
Reserva Ecológica Costanera Sur es el hogar de más de 200 especies de aves autóctonas. Uno de sus puntos fuertes es que sus ejemplares hasta permiten que se los fotografíe. Ninguno huye, ya más que habituados a recibir visitas.
En las lagunas hay dos especies de cisnes (el cuello negro y el coscoroba), macás, que son aves zambullidoras; biguas (un cormorán de laguna), nueve tipos de garzas, cigüeñas, espátulas rosadas y flamencos. Para los amantes de los patos, hay 14 especies, incluido el picazo, de pico y ojos rojos, cuerpo negro y laterales blancos.
Se suman al gran elenco las aves rapaces. En la zona de bosques cantan los benteveos, tacuaritas azules, horneros, zorzales, calandrias, cardenales y cardenillas.
Además de las visitas tradicionales, una vez por mes el personal de la reserva organiza salidas nocturnas. Ideales para observar las especies que prefieren desarrollar sus actividades con la luz de la luna.
Mirar hacia arriba puede develar los secretos de algunas aves. Pero mucho más. Conocerlas mejor supone un compromiso mayor, contribuir a preservar el medio ambiente en que vivimos.
La selva, a pocos pasos
Internarse en la reserva Ribera Norte, en Acassuso, es encontrarse de repente en medio de un humedal de aspecto selvático, con un estrecho sendero que invita a seguir tras el canto de las aves hasta una playita alfombrada de juncos frente al Río del Plata. Durante el recorrido que LA NACION hizo junto con María Susana Lopretaio naturalista de Aves Argentinas, se apreciaron varias especies de las 170 que posee. En el bosque seco, se oyó el aleteo de un hocó colorado; una garza marrón de cuello grueso, castaño-colorado, a la que nada le cuesta mimetizarse con el paisaje, a diferencia de las garzas blancas que se divisaban a lo lejos mientras se asoleaban elegantemente.
Otros que disfrutaban la apacible tarde desde una rama fueron un colorido carpintero real, varios benteveos, palomas, un zorzal colorado y un sietevestidos. En la laguna con vegetación flotante se hicieron ver gallaretas, una pollona negra y una jacana.
Datos útiles
Reserva Natural Otamendi, Cordero s/n, Barrio Otamendi; 03489-44-7505. otamendi@utenet.com.ar. Horario de visita: de 8 a 19.30. Los guías cobran entre 15 y 20 pesos por persona. Llamar para reservar.
Reserva Natural Isla Martín García; 4728-1855, gpquesimg@yahoo.com.ar. Campo Bioturístico Huellas de la Naturaleza; Camino Carlos Keen 0,800, Luján; 02323-434972. huellas@abaconet.com.ar
Refugio Natural Ribera Norte. Avda. de la Ribera s/n, entre López y Planes y Almafuerte, Acassuso. www.geocities.com/riberan; 4747-6179. Llamar antes de ir por las crecidas del río.
Reserva Ecológica de la Municipalidad de Vicente López. Paraná y Río de la Plata, altura Avda. del Libertador al 4000, La Lucila; 4513-9858 y 15-4994-6304. Reserva Santa María. Camino del Buen Ayre, entre Martín Fierro y Gorriti, Hurlingham. 4665-0277.
Reserva Ecológica Costanera Sur. Av. T. Achával Rodríguez 1550, Capital Federal; 4893-1588/1597, 0-800-444-5343. De martes a domingo, de 8 a 18. Entrada y actividades gratuitas. Sábados, domingos y feriados, salidas para público en general, 10.30 o 15.30, desde el Centro de Atención al Visitante.
Reserva Ecológica Los Robles. Benito Juárez y Williams, La Reja, Moreno. 0237-463-9706. reservalosrobles@yahoo.com.ar. De 8 a 19& Reserva Ecológica Santa Catalina. Avenida Garibaldi y Los Aromos, Lomas de Zamora; 4239-9640. scatalina@topmail.com.ar
Reserva Natural Punta Lara. Avda. Alte. Brown, Col. 73, Punta Lara, Ensenada; 0221-466-0396.
Parque Ecológico G. E. Hudson. Calle El Zaino s/n, Florencio Varela; 4503-0117. hudsonami@hotmail.com
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