Publicado por Silvio
Silvia y yo, como ya contamos, nos conocemos hace muchos años y, aun sin ser muy amigos, siempre tuvimos buena onda . Tenía ganas de hacer una especie de "previously on..." para los que recién se suman al blog y que me sirve para contestar el pedido de contar más en detalle nuestros inicios.
Desde las primeras veces que nos vimos (en algún cumpleaños y casi siempre compartiendo una conversación grupal), nos encontramos compartiendo opinión, interesándonos por el otro y haciéndonos reír, pero (al menos hablo por mí) sin especial química sexual por los primeros años.
Creo que las primeras veces que tuvimos pseudo-diálogos privados fue por chat, en el viejo y querido MSN. No recuerdo realmente quién agregó a quién, aunque asumo que debo haber sido yo (siempre fui un "agregador" compulsivo) y realmente no era con intenciones de conquista, o al menos mi inconsciente no se lo había comunicado a mi "consciente".
Nuestras primeras cibercharlas ya tenían algún dejo de coqueteo, inocente y poco particular, del tipo que seguramente Silvia mantenía con otros Silvios y yo con otras Silvias simultáneamente.
En el interín, recuerdo haber leído y disfrutado una nota escrita por Silvia, y haberle mandado un SMS de felicitación que podría haber sido interpretado como "flirt".
En un momento, ella se mudó con una amiga de ambos y eso potenció nuestros encuentros, los hizo más seguidos y más intensos, más profundos. Yo sentía que ella me coqueteaba un poco, desde reírse mucho de mis chistes y festejarlos, hasta invitarme a lugares (invitar pero con la metodología de no invitar específicamente, tipo "ah, voy a ir a ver esa película que te conté esta semana, podríamos ir juntos"), como ya comenté , y ofrecerme favores inesperados (como averiguarme, compilarme y pasarme info con detalles para ir a Macchu Picchu porque yo mencioné que quería ir).
Y a partir de ahí todo se fue desenvolviendo de una manera exponencial, Silvia me siguió invitando a cosas a las que yo rechacé más por no poder que por no querer, y sentí que le debía una cita. Y sin pensarlo mucho, la llamé y la invité a salir. El resto, ya fue contado (o parcialmente al menos).
Me vino bien recordar estos momentos justo hoy, que me avisaron que por trabajo me mandarán a Inglaterra por dos semanas dentro de una. Silvia dice que ya me extraña y yo sé que la extrañaré eventualmente, pero creo que será un lindo experimento de relación a la distancia.