Arte y reciclaje en un hogar para vivir en familia
Una casa chica pero súper aprovechada, que conjuga básicos en blanco y negro con detalles a puro color
11 de junio de 2013
Producción de Agustina Di Blasio
Agustina Argonz es diseñadora gráfica, bloguera (su blog "La casa de Agus" es lo más), amante del reciclaje, emprendedora deco, esposa y ¡mamá x 3! Así que su casa, además de ser un compendio de buenas y practiquísimas ideas de interiorismo, es un ejemplo de aprovechamiento de los espacios, un hogar familiar que irradia alegría.
Hace más de 15 años (incluso antes de casarse, mudarse y ser mamá), decidió canalizar su amor por la decoración, la pintura y la restauración de muebles en un proyecto personal, un microemprendimiento en el que hace, recicla, patina y pinta propuestas a puro diseño (bajo su firma La Casa de Agus).
La mayoría de los muebles que interviene y que también sumó a su hogar los encuentra en tiendas de antigüedades, algunos provienen del campo de su mamá y otros se los acercan conocidos, amigos o personas que ven sus trabajos en el blog y quieren algo parecido en sus casas.
Ella es muy ordenada y encontró en este mueble guardaplanos una alternativa perfecta para el guardado de pequeños objetos. El toque de color lo da este arreglo de penacho fucsia, sorgo y hojas de strelitzia en un florero turquesa de vidrio ($150 y $220, Tete Castells - Delivery de flores) - Créditos: Pompi Gutnisky
El living
Mucho blanco y madera clara que, sumados al sol otoñal que invade cada rincón de la sala a través del inmenso ventanal, generan un espacio súper cálido. Más allá de que la base de la deco es bastante neutra, los mil y un detalles de la biblioteca y el megacuadro a puro color imprimen personalidad y energía. La letra A de lata colorada (Boulevard Sáenz Peña) es la protagonista principal de la biblioteca; ubicada en la parte superior de esta, cuenta la historia de su pasión por los objetos con pasado. La mesa blanca de La Casa de Agus junto a la minisilla ($1300, Krethaus) es el espacio en donde los chicos juegan y miran videos cuando llegan del cole. La computadora que está integrada a la biblioteca es la que usa para escribir en su blog, la silla es de Boulevard Sáenz Peña, los almohadones pintados también son de La Casa de Agus y el cuadro, un regalo de su primo.
El comedor
La impactante araña de los años 60 que funciona como prólogo de una casa a puro diseño, entre vintage y moderna, la encontró en un anticuario y la recicló ella misma - Créditos: Pompi Gutnisky
El comedor diario, integrado a la cocina, es un espacio multiuso que, además de ser el lugar donde se reúnen para desayunar, almorzar y cenar, es un ambiente súper luminoso que sirve para que los chicos hagan las tareas y para que Agus haga algunos de sus trabajos manuales. El cuadro de sandía, pintado por ella, quiebra la monotonía generada por las paredes blancas, las aberturas negras y la mesa de madera de color negro, con sillas y bancos de diferentes estilos (todos "rescatados"). La estantería metálica ($999, Easy) es ideal para almacenar la vajilla diaria bien a la vista (sobre todo si es linda). Los carteles de chapa enfatizan la impronta industrial.
Dos cuartos
El dormitorio principal es romántico y colorido. Sobre un cubrecama blanco ($900, Ramos Generales), juega con almohadones y pie de cama estampado (ambos de Linos del Pacífico) que puede ir intercambiando para no aburrirse. Arriba de cada mesita de luz puso un retrato a puro color de ella y de su marido. En su mesita, un ramo de lisianthus rosas ($60, TeTe Castells - Delivery de Flores). El cuarto de los chicos, paradójicamente, es mucho más apagado. Sumándose a la tendencia de cuartos infantiles minimalistas, optó por tonos grises con toques amarillos. Los cubrecamas son de Ramos Generales, el de la cuna está hecho con un género de Bla Bla; el almohadón de cebra, de Cosido en Casa; el de "viva la pepa", de La Casa de Agus, y el de los zorritos, de Krethaus ($650). ¿Una buena idea? Un planisferio a modo de cuadro.
Agradecemos a Ana Vivani, Manau Olivera y Simpson Antiques.