Auckland: tres vistazos con mucha altura
La principal ciudad neozelandesa, puerta de entrada del turismo internacional al país, desde una torre, un puente y el cráter de un volcán
10 de agosto de 2014
Si bien Wellington es la capital, Auckland es la ciudad más poblada, el principal centro comercial y la puerta de entrada internacional a Nueva Zelanda. A primera vista, esta urbe de 1,5 millones de habitantes (en un país de 4,5 millones, en total), en la Isla Norte, podría recordar un poco a ciudades anglosajonas como Toronto o la más cercana Sydney, e incluso a ciertos sectores de Hong Kong, particularmente en su cosmopolita y globalizado downtown, por la principal calle, que no podría llamarse de otra manera que Queen Street. También en su reciclada zona portuaria, The Viaduct y Princess Wharf, con una animada sobrepoblación de restaurantes infalibles y hoteles estelares. Sumado el elemento maorí, ya que los descendientes de la etnia originaria de Nueva Zelanda (o Aoteaora, en su lengua) residen mayormente en Auckland y en la Isla Norte, en general.
Hay tres lugares especiales para contemplar las mejores panorámicas. Son estratégicos por su ubicación, pero también porque dicen algunas cosas importantes sobre la ciudad y también sobre el país. Sin orden jerárquico acá van:
Sky Tower: esta torre de 328 metros es, por lejos, el edificio más alto del país, la respuesta kiwi (como se llama a los neozelandeses) a la CN Tower de Toronto, Taipei 101 y otros prodigiosos íconos urbanos y atractivos turísticos del mundo. La construcción se eleva desde el complejo Sky City, todo un polo gastronómico, con más de veinte restaurantes de apreciable estándar. Por supuesto, la frutilla del postre está en lo más alto del Sky Tower, en distintos niveles de observación, accesibles por un único ticket de 28 dólares neozelandeses (US$ 24). El espectacular panorama no incluye sólo el tejido urbano, sino la bahía y las islas vecinas. La torre, en sí, es un símbolo de una ciudad y un país prósperos, una especie de faro, un acento modernista en el skyline de Auckland.
Mount Eden: a poca distancia del Sky Tower, otra locación para respirar profundo y admirar esta ciudad por un buen rato de relax, en cuanto se deja de sacar y sacar fotos. Lejos de la mole de concreto, en este caso se trata, nada menos, del cráter de un volcán. Sin salir de Auckland, un envidiable parque público culmina en la cima de uno de varios volcanes dormidos que parecen rodear y apuntalar esta ciudad. Eden, en particular, se levanta unos 200 metros sobre el nivel del mar, con un impresionante cráter de 50 metros de profundidad, totalmente cubierto de verde. Desde el estacionamiento adonde llegan los autos comienza la rara experiencia de caminar bordeando la boca del gigante hasta quedar de cara a Auckland, con el Sky Tower en el centro de la escena.
La superposición del volcán Eden con la hilera de rascacielos en una única postal es curiosa, pero no sorprendente. Nueva Zelanda es un país absolutamente verde y de fuerte conciencia ecológica, con más del 10% de su superficie repartida entre áreas protegidas y parques nacionales. Es, además, pionera y referente en políticas de conservación de medio ambiente y vida animal, con particular atención a su increíble biodiversidad, rica en especies endémicas (como el kiwi, el ave por la que es famosa). La gran ciudad no es la excepción en esta armónica relación con la naturaleza.
Puente de Auckland: el agua es otro lugar desde donde entender esta ciudad. O más precisamente el extenso puente sobre la bahía de St Mary, alrededor de la cual se despliega la urbe. No es una experiencia contemplativa, en realidad. Desde la estructura metálica, a unos 40 metros, se ofrece la posibilidad de saltar en bungy, una de las pasiones neozelandesas, hasta acariciar el agua y rebotar...