
La cosa es así: ayer me suena el teléfono. Atiendo. Era un ex profesor mío de la facultad con el que yo había hecho una especie de pasantía.
Me ofreció trabajo.
Formó un centro odontológico y quiere que yo sea parte.
Es toda gente que en algún momento admiré, profesionales espectaculares.
Y me ofrencen ser parte.
Sepan que mi mente está más cerca del sí que del no. No sólo por el tema económico que es más que tentador.
No, también porque me hace bien trabajar. Y porque me halagó muchísimo que este hombre acudiera a mí.
Y porque mis chicos son enormes y ya no me necesitan tooodo el día ahí.
Qué me dicen?
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
