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Brasil: rústicas y de moda

Con cierto estilo bohemio, Jericoacoara, Morro de San Pablo, Arraial d´Ajuda y Pipa son cuatro de las playas de mayor auge en el nordeste brasileño; guía para un verano en la arena




Son muchos los que hablan de ellas, las recomiendan, quieren volver y hasta juran que se irían a vivir. En Brasil, a lo largo de sus 8000 kilómetros de playas hay pequeñas villas que en pocos años salieron del anonimato, crecieron y se hicieron famosas. Dejaron de ser aldeas de pescadores para convertirse en los destinos más buscados y visitados, principalmente por jóvenes.
Comparten un perfil similar: en el Nordeste, son rústicas, están alejadas de las grandes ciudades, con calles de arena, posadas de pocas habitaciones, aires bohemios y mucha vida nocturna.

Morro de San Pablo

En verano, el Morro, como comúnmente se llama a esta villa situada en una de las islas de Bahía, frente a Salvador, explota de gente. Muchos jóvenes llegan en busca de días de playa y noches agitadas.
En el Morro no hay asfalto, ni semáforos, ni siquiera circulan autos. No podrían. La calle principal, paralela a la costa, tiene muchos desniveles y hasta escaleras empinadas.
A lo lejos, desde el mar, sólo se ven palmeras y mucho verde que rebalsa del morro.
Cuando se llega al muelle hay que prepararse a caminar hasta el lugar elegido. Puede ser apenas unos metros, si se reservó alguna de las posadas de la villa, o alrededor de 20 minutos, si el destino es en la Praia Tercera o más, en sí es en la Cuarta.
Las valijas llegan hasta la habitación en carretilla, empujadas por forzudos morenos con músculos bien marcados. Y uno va atrás, caminado. Sería imposible cargarlas.
La movida está en la Segunda Praia de día y de noche. Es la más grande, con más arena y más servicios, y también la que tiene el mejor mar, con menos piedras. Hay de todo: sombrillas y reposeras, vendedores de helados y bares con su oferta de mariscos y sándwiches.
Pero cuando se va el sol, en la arena misma se instala una larga cadena de puestos que venden jugos de frutas tropicales y un poco de alcohol. Todos ponen la música al máximo... y a bailar.
La Cuarta Praia, prácticamente desolada, es ideal para largas caminatas.
Cómo llegar: hasta Salvador, 700 dólares. A la isla se puede llegar en catamarán desde el puerto que está detrás del Mercado Modelo, abajo del Pelourinho. El viaje tarda dos horas y cuesta alrededor de 100 pesos ida y vuelta.
Una opción más económica es el ferry boat hasta Bon Despacho, ómnibus hasta Valença y lancha hasta el Morro. Eso sí, con paciencia porque es lento.

www.morrodesaopaulo.com.br

Praia da Pipa

Hace un poco más de 10 años la descubrieron los surfers que buscaban buenas olas y mucha soledad. Ahora, Praia da Pipa, 85 km al sur de Natal, es uno de los destinos más visitados del Nordeste.
Pipa tiene las virtudes de un pueblo chico. Hay una calle principal, Avenida dos Golfinhos, que concentra desde farmacias hasta tatuadores y que está prohibida para el tránsito de los ómnibus turísticos.
Pipa tiene su propia playa, que está junto al pueblo y que generalmente se conoce sólo como playa central. Un buen lugar para instalarse, pero quedarse demasiado tiempo aquí sería un desperdicio. Pipa es sólo el denominador común de un montón de otras playas con y sin nombre, donde cada kilómetro más lejos del pueblo recompensa con menos gente sobre la arena. Hacia el Norte, por ejemplo, está la imperdible Praia Dos Golfinhos, a la que se llega caminando por la arena desde la playa central, pero que obliga a ser precavido. Cuando sube la marea no hay forma de salir porque está rodeada de acantilados. Igual que Madeiros, más al Norte, a cinco minutos en auto.
Cómo llegar: hasta Natal, 700 dólares. Un taxi del aeropuerto de Natal a Pipa, cuesta 35 dólares.

www.praiadapipa.com.br

Arraial d´Ajuda

Enfrente de Porto Seguro, Arraial d´Ajuda es la cara bohemia del sur de Bahía. Aunque creció mucho en los últimos tiempos, todavía conserva el buen gusto. No hay megacomplejos hoteleros ni shopping centers. A diferencia de Porto, la mayoría del alojamiento es en posadas y no en grandes hoteles. Las posadas suelen tener una arquitectura amigable, de madera y con pocas habitaciones. El propio dueño recibe al huésped.
Tiene cerca de 200 posadas y restaurantes con especialidades argentina, tailandesa, francesa, italiana y brasileña. Las playas son largas y de aguas cálidas -desde Mucugê hasta Pitinga-, con barracas donde almorzar róbalo grillado con ensalada, arroz, feijão y farinha de mandioca.
Hace unos diez años que Arraial crece a buen ritmo. De los nuevos habitantes, cerca de un 50% son bahianos y paulistas, y la otra mitad, extranjeros. Hacia el Sur, Trancoso es el nuevo lugar de moda del que todos hablan.
Silencioso, verde, cuidado. Viven cerca de 10.000 personas, hay un centenar de posadas y varios exquisitos restaurantes. Pero conserva una brisa íntima y relajada, calles de tierra y enredaderas en todas las esquinas.
El Cuadrado es su esencia y referencia. Curiosamente, el Cuadrado es un rectángulo ancho, largo y alto. Hace 10 años, a los lados del rectángulo había casitas de colores, donde vivían los pobladores. Esas mismas casas hoy son restaurantes con sillas al aire libre, debajo de almendros. Hay tiendas de diseño y artesanías.
Cómo llegar: el cruce en balsa desde Porto Seguro cuesta medio dólar.

www.arraialdajuda.tur.br

Jericoacoara

Dunas gigantes, lagunas paradisíacas, cocoteros y un mar cálido y azul son algunas de las características de Jericoacoara, la playa top del estado de Ceará, a seis horas de Fortaleza.
Pero los que pasan unos días en esta villa recuerdan especialmente la energía del lugar, la mística que la envuelve, la vida tranquila y despreocupada. Jeri, como comúnmente se la llama, hace no más de 20 años era una aldea de pescadores donde vivían apenas 500 personas entre dunas, redes y olas.
Pero la aldea creció y gracias al boca a boca se convirtió en un destino internacional. Ahora cuenta con alrededor de 30 posadas, barracas de playas, opciones para hacer excursiones, restaurantes y muchos comercios con artesanías, pareos y vestidos. Hasta fue considerara por el diario New York Times como una de las diez mejores playas del mundo.
Pero Jeri, a pesar de los avances, todavía mantiene el estilo rústico. Por ejemplo no hay luz eléctrica en la calle, sólo en posadas y restaurantes.
Cuando cae el sol, a eso de las 17.30, todos se reúnen sobre la Duna de la Puesta del Sol, la más alta, para ver el atardecer y las rondas de capoeira que se arman. Otra opción es presenciar el ocaso a través de la Piedra Furada, una gran roca sobre el mar con abertura por la que se ve el horizonte. Entre mayo y septiembre el sol se pone justo sobre la piedra. Hasta esta piedra también se puede ir durante el día como paseo. Se llega a caballo o en una caminata de 40 minutos.
De noche el encuentro es en la Casa del Forró, donde se baila y toman tragos exóticos hasta el amanecer. También se hacen fogones en la playa. Para llegar sólo es posible hacerlo en vehículos todoterreno o en buggy, porque las dunas, grandes y fornidas, como en todo Ceará impiden el acceso.
Cómo llegar : hasta Fortaleza, 700 dólares; desde ahí tomar un ómnibus de línea en la Rodoviaria hasta Gijoca y después en jardinera (especie de Unimog) se entra en Jeri.

www.jericoacoara.com/br

Datos útiles

Cómo llegar

Los que tengan pensado viajar a Brasil en enero deberían reservar sus pasajes cuanto antes, puesto que quedan pocos. Las tres compañías brasileñas con más frecuencias al país vecino son Tam, Varig y Gol. También hay vuelos de Aerolíneas Argentinas y charters.

Precios

Los precios, como siempre ocurre en Brasil, van a estar signados por los vaivenes políticos. Pero hasta ahora está un 30% más caro que en la Argentina. Comer costará entre 5 y 8 dólares, y tomar una cerveza, entre uno y dos.

Alojamiento

Alquiler en Florianópolis: El precio de un departamento de dos ambientes en la zona de Jurere cuesta alrededor de US$ 80 por día; en las playas del sur de la isla, más inexploradas y todavía habitadas por pescadores, una casa ronda los 25 dólares diarios.
Posadas: una habitación doble costará desde 25 dólares, en enero.
Fazendas: las estadas en las fazendas o estancias turísticas, alrededor de 60 a 80 dólares por día, por persona, base doble.

Más información

Consulado General de Brasil. Carlos Pellegrini 1363, 5° piso; 4515-6500; www.conbrasil.org.ar Horario: el sector turismo atiende de lunes a viernes, de 9.30 a 12.30 y de 15.30 a 17.30.

www.turismo.gov.br

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por Redacción OHLALÁ!

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