Cámara viajera

El programa busca mostrar distintas ciudades desde las vivencias, experiencias e inquietudes de argentinos comunes que por distintas razones se fueron a vivir al exterior; las historias personales se van mezclando con los lugares, la cultura y las costumbres en un formato con una particularidad: no tiene conductores.

Ricardo Pichetto, director de contenidos de Eyeworks, cuenta: " Clase Turista nació a raíz de la expansión de la productora hacia otros países, ya que muchos de nuestros compañeros emigraron hacia otros destinos y cuando viajamos hacia allí tenemos la sensación de reencontrarnos con guías de lujo, amigos que nos cuentan y muestran las ciudades de una manera diferente y a partir de sus vivencias. En esa búsqueda de aprovechar el conocimiento que tienen sobre las ciudades sus propios habitantes, nos pareció que era importante que los protagonistas fueran argentinos anónimos y no famosos, que de alguna manera se transforman en cronistas con una visión mucho más personal y cercana de cada lugar".

Eso explica la ausencia de conductores delante de cámara: al hacer los recorridos con varias personas de distintos niveles socioculturales (empresarios, artistas, empleados, estudiantes), surgen distintas perspectivas sobre una misma ciudad.

Desde la productora agregan que el programa "no busca a los típicos argentinos que extrañan el dulce de leche, sino a gente que eligió vivir afuera. Desde ese punto de vista, no encontramos a uno varado que se quedó sin plata para volver, sino historias de migración diversas, gente de distintas clases sociales".

El primer programa del ciclo, dedicado a Tokio, se emitió el 17 del mes último. Siguieron Río de Janeiro, Las Vegas, Los Angeles y Roma.

Telefé. Miércoles, a las 23.15.

Empezó como un programa dedicado a difundir el surf, deporte que sus conductores amaban, y terminó siendo uno de los referentes de la tevé viajera. MDQ , realizado y conducido por los hermanos marplatenses Eugenio y Sebastián Weinbaum, logró una buena combinación: recorridos por lugares exóticos mientras sus conductores realizan actividades extremas. Así, se los puede ver surfeando en Hawai, haciendo bungee jumping en México o tirándose en paracaídas en algún sitio remoto.

"La idea es siempre llegar a destinos donde otros no llegaron, meternos en lugares a los cuales difícilmente acceden los turistas y mostrar las costumbres, la vida cotidiana, las tradiciones, los rituales... Por eso siempre buscamos sitios poco comunes y queremos que la gente los descubra con nosotros. Somos como cazadores de imágenes y de historias", dice Eugenio. Sebastián agrega: "La cámara es como nuestro tercer ojo, nos permite captar la esencia de las cosas que vivimos en los viajes. Por eso, viajamos nosotros dos solos, sin camarógrafos ni productores ni nada. Llegamos con una idea preliminar y en el camino vamos viendo qué surge y con qué nos encontramos. Esa es la esencia: ser descubridores de cosas que no estamos acostumbrados a ver".

En ese peregrinar por casi todo el mundo (comenzaron en 1989), las vivencias abundan, ya sea en las playas de Indonesia o en medio de la selva de Tanzania. Pero hay dos que los marcaron definitivamente: "Una fue en Macha, un pueblo al norte de Potosí, en Bolivia, donde se practica un ritual pagano que se llama Tinku. En el Tinku se junta la gente de diferentes poblados y se empieza a pelear con una agresividad extrema, porque como la zona es muy árida y la sangre fertiliza mucho más que el agua, cuanta más sangre se derrame más fértil va a ser la tierra. En el ritual muchos pierden la vida y no está permitido presenciarlo; el que está ahí tiene que participar. Me acuerdo de que en el Tinku Sebastián terminó con la boca rota y yo en el piso sin aire por la cantidad de trompadas que nos pegaron. Fue muy fuerte", recuerda Eugenio. "La otra fue en el Amazonas. Una vez al año se produce una crecida del océano extraordinaria que entra en el río y provoca lo que ellos llaman el Pororoca, que es una especie de tsunami. Estábamos ahí para surfearla y cuando empezamos a correr la ola nos dimos cuenta de la fuerza que tenía y casi no la contamos, además de que estábamos metidos con las tablas en medio de cocodrilos y pirañas", dice Sebastián.

Bucear con tiburones blancos en Sudáfrica, convivir durante días con tribus africanas, participar de rituales de cremación en la India, nada escapa a estos dos hermanos marplatenses que se animan a todo: "Hacemos el programa que a nosotros nos gustaría ver en la tele, pero siempre tratando de transmitir que somos dos personas comunes y corrientes que se animan a hacer cosas muy locas y que a pesar de sentir miedo o saber que nos jugamos la vida lo hacemos igual. Y creemos que como esas sensaciones se notan en cámara, eso hace que la gente se enganche y nos siga", rematan.

Canal 13. Domingos, a las 21.30

Z Bosio, el ex bajista de Soda Stereo, lleva las riendas de Rock Road , formato que entró en su cuarta temporada y que se dedica a recorrer ciudades y países a partir de sus grandes festivales musicales. Cámara en mano, Z y su equipo aprovechan estos viajes para mostrar no sólo los conciertos, sino todo lo que los rodea, en especial la locación y el público, a la manera de un breve diario de viajes en el que abundan las anécdotas.

MuchMusic, sábados, a las 18.

Durante siete meses Leandro O´Brien literalmente vivió de fiesta. Asistió a alrededor de 25 festejos populares de lo más variados, desde procesiones religiosas hasta rituales paganos en once países de América latina para el programa Más que una fiesta, que se emite por Discovery Travel & Living.

"Pude ver las fiestas como las viven los lugareños, desde adentro, lo que más recuerdo es el trato con la gente, todos nos invitaban a las casas, a probar comida y también a participar de las celebraciones", dice este argentino que de chico se fue a vivir al exterior.

De esa larga peregrinación por el continente la fiesta que más lo impactó fue La Morisma de Bracho, que se realiza en agosto en Zacatecas, México.

"Interpretan una gran batalla campal entre cristianos y moros, con mucho vestuario de época, rifles, espadas, caballos y más de 10.000 actores. Uno se siente como que ha viajado en el tiempo", cuenta el conductor, que también se disfrazó y participó.

También en México, pero en Zitlala, La Tigrada le resultó de las más extrañas: "Es una especie de guerra, donde hombres con máscaras de tigre salen a las calles con cadenas para convocar a la lluvia; todo es bastante violento, los asusta a todos".

Otra de las experiencias inolvidables ocurrió acá, en la Argentina. Dudó, al principio dijo que no, pero después se animó. El desafío era nada menos que participar del Toreo de la Vincha, en Casabindo, Jujuy, y el hospital más cercano estaba a tres horas. "Me metí con el toro, estuve un rato y me fui corriendo, sin poder sacarle la vincha, pero fue una experiencia única."

Discovery Travel & Living. Miércoles, a las 22.

Filmar y no morir en el intento. La aventura de hacer un programa de deportes extremos lleva a los integrantes de Gravedad Zero por rincones peligrosos del mundo, desde 1995. Primero registraban sus propios recorridos o seguían con la cámara a deportistas por diferentes sitios. Luego empezaron a producirlo de manera profesional. "Desarrollamos la habilidad de trabajar en entornos difíciles -cuenta Nicolás Nervi, director del programa-. Experimentamos con el frío, el agua, el viento. Nos metemos con olas gigantes y tratamos de desafiar lo tradicional. Porque no viajamos para ver, sino para interactuar con cada sitio."

La primera emisión incluyó snowboard en Las Leñas, surf en Punta del Este y kitesurf en el Delta. Con el tiempo se expandieron: Indonesia, Nueva Zelanda, Australia... "Estos deportes te exigen viajar; es parte de un estilo de vida. Nosotros aprendimos a filmar sin que se te congelen las manos en la montaña, te agarre una avalancha o se llene la cámara de arena", agrega.

Filmar a surfistas requiere de un camarógrafo que pueda nadar debajo de las olas de Hawai con casco, patas de rana y un estanco de aluminio, que sirve para proteger la cámara. Hay también lugares del país que Gravedad Zero recorrió especialmente entre 2000 y 2002, cuando se emitía por ATC. Un lugar que los sorprendió fue Cabo Raso, un pueblo desierto de Chubut, al sur de Trelew. "Fuimos a surfear, llevando nafta adicional para la vuelta, porque el lugar está muy aislado. Este año, un grupo quiso repetir la experiencia, pero había orcas asesinas y no se pudo meter."

Nicolás destaca la buena relación con el medio ambiente. "Vivís en carne propia, por ejemplo, el calentamiento global, por la nieve que falta. Ves de cerca cómo se modifican las montañas y el daño que se hace en el planeta. Por eso, hay mucha conciencia en la gente que practica estos deportes."

ESPN. Estreno: martes, a las 18. 1a. repetición: martes, a las 24. 2a. repetición, sábado, a las 6.

Basado en el libro 1000 Lugares que ver antes de morir, de la periodista norteamericana Patricia Schultz, en el que hace una selección de los sitios imprescindibles que debe visitar cualquier viajero que se precie de tal, llegó la versión televisiva de la mano de una pareja de recién casados que durante 14 semanas recorrió 100 de esos sitios distribuidos en 13 países. El resultado es un producto vistoso, con mucha información, que permite acercarse a las costumbres, la cultura, las tradiciones y los secretos de lugares tan dispares como Francia, Nepal, Perú, Camboya, Brasil, India, México, Sudáfrica, Canadá, Alaska, Italia y Australia.

Travel & Living, viernes y sábados, en distintos horarios.

A la manera de los viejos mochileros, los conductores de Trotamundos intentan ofrecer una mirada distinta de destinos tradicionales y no tanto. Desde un recorrido junto con las tribus de beduinos nómadas por el desierto de Tenere, en Nigeria, hasta el Gay Parade de Estocolmo, pasando por los bazares de Marruecos, las calles de Beirut o los rincones más perdidos de Cuzco, todo pasa por las cámaras de estos incansables viajeros, que van aportando datos y desgranando historias a medida que las imágenes transmiten una intensidad muy especial.

Travel & Living, lunes a viernes, en distintos horarios

Producido por la Secretaría de Turismo de la Nación y Canal 7, País Paisaje es uno de los más nuevos. Si bien acaba de culminar su primer ciclo de 19 programas (arrancó el 2 y finalizó el 26 del mes último), está programada su reemisión durante todo el año, mientras se preparan nuevas producciones.

A la manera de documentales, País Paisaje propone un recorrido por los principales circuitos turísticos del país, poniendo especial énfasis en las riquezas culturales, históricas, naturales y antropológicas, pero con una mirada más local. Por eso, mientras un locutor va contando en off los datos y la historia del lugar, el color lo van poniendo los entrevistados, que, con su relato, ponen el sello local y personal.

Los programas tienen otra particularidad: fueron registrados en formato cinematográfico y con un gran trabajo de fotografía, lo que les confiere una calidad de imagen excepcional, y fueron realizados por un equipo de documentalistas de prestigio que trabajaron en programas como La aventura del hombre e Historias de la Argentina secreta .

Canal 7. Lunes a viernes, a las 15

"Más que un programa de turismo, En el camino es una especie de diario de viajes. A mí me gusta contar historias más que mostrar lugares. Entonces, los sitios a los que vamos no necesariamente tienen que ser turísticos; de hecho, la mayor parte de los programas los hacemos en sitios que tienen poco de turístico, pero con historias riquísimas atrás", cuenta Mario Markic, conductor del ciclo, que comenzó como un micro para el noticiero de Canal 13 allá por 1996 y que con el tiempo ganó su propio espacio.

Los destinos pueden surgir a partir de una persona, de un nombre, de un dato. Es una búsqueda incansable por encontrar historias que merezcan ser contadas. "A veces me baso en algún dato que me llega, buceando en mi archivo personal o en nombres que me llaman la atención. Por ejemplo, de la Patagonia, me interesan todos esos nombres que remiten a tragedia, a muerte, a conflicto, como Caleta Desengaño, Bahía Desolación, Punta Peligro, Bahía Inútil... u otros más amables, pero que me resultan hasta insólitos en nuestro país, como Londres, en Catamarca, o Arizona, en San Luis. Todos esos nombres me despiertan curiosidad y allá vamos a ver qué encontramos", explica Markic.

Y sigue: "Me atraen los lugares que son muy chiquitos o desmesuradamente grandes. Por eso me gusta tanto la Patagonia: por su desmesura, por esa sensación de infinitud y de muerte y de principio que transmite. También me gusta mucho Salta, por sus características, sus olores y colores, por esa cosa amable que tienen los Valles Calchaquíes. La zona de salares y volcanes en el Norte, entre Salta y Catamarca, también es absolutamente encantadora".

Entre los miles de historias y anécdotas recuerda con emoción el viaje que realizó en el tren La Trochita, cuando hizo su último recorrido largo entre Ingeniero Jacobacci y Esquel. "Eramos sólo cinco pasajeros, y en cada lugar que llegábamos a la gente se le llenaban los ojos de lágrimas porque sabían que el tren no iba a correr más. Me acuerdo que la noche que salió el programa me llamó el gobernador de Chubut para decirme que lo habían visto y que había decidido que ellos iban a mantener el recorrido dentro de su provincia. Eso me hizo dar cuenta de que también podemos ayudar a cambiar las cosas."

¿La búsqueda siempre da resultados? Para Markic, definitivamente sí: "Con que haya una sola persona viviendo en un lugar perdido, ya hay una historia. Porque esa persona tiene un pasado, una vida, que seguramente vale la pena conocer".

TN, sábados, a las 20

Por Diego Cúneo
De la Redacción de LA NACION