
Tanto el canto gutural como la localización de Tuva sobre un planisferio es algo difícil de identificar para el común de los mortales. Empecemos, entonces, por el principio.
Tuva es una República Autónoma de la Federación Rusa perdida en las estepas de Siberia, muy cerca de Mongolia. Cuenta apenas con unos 200.000 nativos, minoritarios en su propia tierra frente a los rusos. Para complicar las cosas, podríamos decir que forman un pueblo de origen turco (como muchas etnias de Asia central), que adoptaron el budismo tibetano por influencia de los mongoles, que practican también ritos chamánicos, que hablan un idioma de la familia turca y lo escriben con el alfabeto cirílico.
No hay que asombrarse entonces si esta gente produce también una de las formas de canto más originales del mundo: el canto gutural.
Justamente por su forma de cantar, los tuvas pudieron sortear sus escasas esperanzas de ser conocidos a gran escala, teniendo en cuenta su ubicación en los mapas y su escasa cantidad de representantes. Gracias a los trabajos del músico Héctor Zazou en Francia y del científico Richard Feynman en Estados Unidos, la música de Tuva es apreciada ahora en Occidente y representa algo así como la vidriera de la música de Siberia.
Ahora bien, ¿qué es el canto gutural? En Tuva este arte se llama khoomei, y es una manera de producir sonidos con movimientos simultáneos de la laringe, de la lengua y de la mandíbula. De esta forma, el cantante puede generar varias notas a la vez, algo totalmente inédito para las formas de canto a las que estamos acostumbrados en Occidente. Es decir que los mejores cantantes tuvas pueden cantar a la vez ¡la melodía y el acompañamiento!
Para experimentar por primera vez esta fabulosa manera de cantar se pueden recomendar dos discos que, bien en la atmósfera de la época, mezclan cantos tradicionales con ritmos e instrumentos electrónicos (al más puro estilo de Deep Forest): Out of Tuva, de Sainkho (en colaboración con Héctor Zazou), y Back Tuva Future , con Kongar-ol Ondar. El primero es el más folk; el segundo, el más electrónico y ecléctico (hasta es posible escuchar un rap). Se puede recomendar también Voices from the distant Steppe, en el catálogo Real World.
Los gigantes de Holanda
Los molinos, los pólders -terrenos ganados al mar- y los barcos son tres elementos característicos de la cultura holandesa, un resumen de la historia de este país que convivió sacrificadamente con el mar, construyó vías navegables y aprovechó la fuerza del viento para la agricultura y la industria.
El que quiera encontrar estos elementos en su esplendor no debería dejar de visitar un lugar único: Kinderdijk, a 15 km de Rotterdam. Allí se encuentra la mayor concentración de antiguos molinos, a orillas de canales, de los Países Bajos. Son 19 gigantes alineados en apenas unos cientos de metros.
Construidos muchos de ellos hace 400 años con el fin de drenar agua, se usaron hasta que fueron reemplazados por un molino diesel. Si se visita el lugar cualquier sábado de julio y agosto, se los podrá ver funcionando. En la zona, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1997, también se puede visitar el interior de un molino y pasear en barco para conocer los pólders desde el agua.
Pierre Dumas
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