Cariló, el bosque sigue encantado

Ya lo vivido en los últimos fines de semana largos empezó a esbozar parte de la muy buena respuesta que se prevé desde días previos a las fiestas de fin de año. La demanda de alquileres y reservas en complejos de cabañas, puesta en marcha con aquellas recientes escapadas turísticas y cada vez más viva a través de consultas y reservas por teléfono o Internet, suma trazos fundamentales para delinear lo que se anticipa como otra exitosa temporada.

Las tarifas de alquileres están entre un 20 y 35% más que en 2012. Alquilar una casa tiene un costo mensual para enero que varía de los $ 18 mil a los 72 mil para una propiedad de tres dormitorios.

Los que ya se decidieron por este destino y los que lo harán en los próximos días se encontrarán con un Cariló que no para de sorprender, tanto como aquellos primeros pinos que sembrados en 1918 por Héctor Guerrero prendían y ganaban altura sobre una base de arena.

Por ejemplo, aquellos que disfrutan de caminar o recorrer en bicicleta esas serpenteantes calles se encontrarán con unos 40 chalets y casas que se estrenarán antes de la Navidad. Tantas como las que están en construcción y serán disfrutadas a partir del año próximo.

La tentación de echar raíces al reparo de estos árboles y médanos es grande, y se refleja en el activo mercado inmobiliario. Las consultas para invertir aquí no cesan y nuevos loteos, como Constancia y Zorzal, encontraron excelentes respuesta en muy poco tiempo.

Así como los propietarios buscan su propio rincón en este bosque, los que llegan de paso piden y encuentran alojamiento y servicios de alta calidad. Los complejos de aparts y cabañas tienen todo lo necesario para asegurarse una excelente estada, aun fuera de la temporada alta. Unidades bien equipadas y de jerarquía, piscina, gimnasio y, por qué no, un spa donde encontrar masajes y tratamientos de relax. La inversión en mejoras es constante. Se refleja en propuestas como las de Cariló Albatros, Ville Saint Germain, Cariló Soleil y Victoria Village, donde se aporta más infraestructura y, siempre, mejor calidad de atención. Estos y otros establecimientos apuestan siempre a una permanente puesta en valor pensando no sólo en el verano, período fuerte por excelencia, sino en la demanda de todo el año que como pocos balnearios puede ostentar Cariló.

A ellos se suman nuevos emprendimientos. Uno de los que está de estreno este verano es Sea View, una torre con amenities y la playa a sus pies. Otro edificio renovado, en este caso por obligación tras un incendio que arrasó con todas las instalaciones, es el de La Proveeduría, el principal mercado del balneario.

Y ampliando la oferta comercial, tres nuevas galerías están en construcción. Al menos una, Nuevo Espacio Cariló, estará habilitada esta temporada con más locales que se agregan a los que funcionaban. Las otras dos en marcha son La Ernestina, que sobre calle Castaño amplía la propuesta de gastronomía, y Las Golondrinas, con locales y espacios para profesionales que apuntan a dar respuesta a quienes atienden a su clientela durante todo el año.

Los paradores ya aprontan su puesta a punto y el clima de temporada se acerca con los vehículos 4x4 que recorren la costa más allá de las carpas y sombrillas. Cuatriciclos, surf, kitesurf y alguna sorpresa más prometen deporte y acción desde los médanos hasta las olas.

Frente al centro comercial de Cariló va por su segunda temporada el Bosque Aéreo, un bosque arbolado para que niños y no tanto avancen entre tirolesas, sogas, puentes y senderos en altura. Una alternativa para divertirse y jugar entre las copas de esos árboles que hace casi un siglo supieron brotar y crecer donde todo era arena y mar.