La ruta 6 luce renovada. A la par que continúan las obras para mejorar ciertos sectores, nuevas propuestas se suman a las ya consolidadas.
Allí, a la altura del kilómetro 37, desde fines del año último funciona Don Vito Ranch, establecimiento que ofrece sencilla comida casera, calidez centroamericana y diversión concentrada en 10 hectáreas de parque; todo en chiquitico, como dice la venezolana Yanet, gerente del lugar, que aún intercala palabras caribeñas aunque desde hace diez años vive en la Argentina. En esas hectáreas se concentran los quinchos con pisos de ladrillo y techos de paja; las canchas de tenis, fútbol y voley; el playroom con pool, metegol y videojuegos; la pileta, y las sencillas cabañas alpinas para pasar la noche.
Si el clima acompaña, las personas almuerzan en las mesas dispuestas entre los árboles del parque. Es que el fuerte del sitio es la comida casera y la atención personalizada: pan caliente salido del horno de barro, berenjenas en escabeche y pastas recién amasadas.
Todos los domingos, el dueño de casa prepara asado. Empieza con empanadas para amenizar la espera, y luego van llegando chorizos, morcillas y chinchulines, el vacío y el costillar, más ensaladas y postres, todo regado con vino de la casa y gaseosas. La propuesta es sencilla, pero de muy buena calidad.
En este lugar se hace un culto a la comida, porque antes del mencionado aperitivo habían aparecido en el desayunador las medialunas caseras del desayuno tardío, y más tarde la merienda con pasta frola de membrillo y batata, y torta de ricota, todo casero.
Dispuestas en ronda, diez cabañas alpinas brindan alojamiento para 40 personas. No tienen cocina; sólo un baño sencillo y el cuarto principal en una buhardilla con vista al campo.
Finalmente, un pequeño corral sirve para despuntar el vicio de aquellos que quieran montar en la petisa o pasear en sulky por la tarde.
"Atendemos a la gente para que se sienta cómoda. Si se queda a dormir, organizamos juegos y campeonatos para que se integre y lo pase bien en un lugar seguro", contó Yanet.
Ella informó que los huéspedes prefieren quedarse tranquilos. Sin embargo, en la zona pueden visitar Open Door, Carlos Keen o Luján, a 15 kilómetros.
Corredor turístico
Sobre la misma ruta, en lo que casi podríamos denominar el corredor turístico de la ruta 6, también se encuentra la estancia San Ceferino. A la altura del kilómetro 34,5, está ubicada sobre 130 hectáreas y posee 47 habitaciones, 11 salones de trabajo, áreas recreativas y spa.
La novedad en San Ceferino es el Té con glamour : todos los domingos, a las 17, se sirven tortas caseras, saladitos y bebidas, con un costo de $ 50 por persona. Además, el Mora Spa ofrece un completísimo programa de masajes y tratamientos, entre los que se destacan el masaje a cuatro manos para parejas o el masaje sonoro.
Un poco más allá, apenas pasando el río Luján, está el Resort de Campo y Polo, con su propuesta de actividades tipo club de vacaciones para la familia, con clases de polo para principiantes y restaurante gourmet. Este se convirtió en el sitio para realizar vuelos en globo aerostático: cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, las salidas se hacen en las primeras horas del amanecer o dos o tres horas antes de la puesta del sol.
La experiencia dura tres horas, con un vuelo de aproximadamente una hora, y se recorre entre 10 y 20 kilómetros. El lugar del aterrizaje depende del viento, y los viajeros son rescatados por una camioneta después de brindar por la experiencia vivida.
Para los curiosos, el pintoresco pueblo de Open Door resulta una mezcla interesante de boliches de campo, baquianos y extranjeros a punto de comprar caballos. Allí, se puede comer o tomar algo en El Chango, bodegón que frecuenta el ambiente de polo cuando es temporada. Por las calles circulan caballos, petiseros, autos, carretas... Otras opciones son La Garza Lola y A lo Pampa, que ofrecen parrilla y pastas caseras.
Otra posibilidad, a 15 kilómetros, es recorrer Luján, donde se imponen las visitas a la basílica y a la cripta de la Virgen. Otra alternativa es el recorrido por el Museo Colonial e Histórico o por la Abadía de San Benito, donde se pueden ver plantaciones de frutillas, la huerta, el criadero de gallinas y comprar los dulces artesanales. O el Zoo local, con animales sueltos que, en algunos casos, se pueden tocar.
Por último, a 15 km de allí, por un camino lleno de baches que atraviesa varias chacras, está el pueblo de Carlos Keen, que parece permanecer detenido en el tiempo y conservar el encanto de antaño. Ahí, en un radio de un kilómetro y medio de pampa ondulada, están las casas con patios, la iglesia de principios de siglo, y los personajes de un lugar que, como en una vuelta de tuerca, parece ganarle al destino de la mano del turismo.
Datos útiles
Cómo llegar
Para llegar a esta zona hay que tomar el Acceso Oeste hasta el km 59, y allí doblar por la ruta 6 a la derecha. Otra opción es tomar la Panamericana ramal Pilar hasta el km 57. Allí, doblar por la ruta 6.
Son 70 km desde la Capital
Alojamiento
- Don Vito Ranch : ruta 6, km 37, Open Door, (02323) 48-6031 o (15) 4160-9645, www.donvitoranch.com.ar . Sólo con reservas. El día de campo con pensión completa cuesta $ 85 por persona (incluye desayuno, almuerzo, merienda y actividades; las raquetas y pelotas de tenis hay que llevarlas para poder jugar).
- Resort de Campo y Polo: ruta 6 y río Luján, (02323) 49-9996, info@poloresort.com
- San Ceferino Hotel de Campo & Spa: ruta 6 km 34,500 Open Door, (02323) 44-1500, ventas@estanciasanceferino.com.ar
Por Silvina Beccar Varela