
El viernes tuve un día maratónico. A la tarde me llamaron al celular. Mi madre tuvo un accidente en la calle y terminó en el hospital. Papá estaba en Paraná por trabajo así que me fui volando a ver qué había pasado.
Se estaba bajando de un taxi, pisó mal y se cayó. Se le quedó el taco enganchado en un agujerito de la calle y la pierna se le dobló de tal forma que se le destruyó la rodilla.
A la noche la operaron. Le pusieron 2 clavos. ¡Pobre!
Ya está bien, con toda la incomodidad del caso, pero tranquila y bien.
Se queda en casa porque mi padre no vuelve hasta la semana que viene, así que tenemos abuela con cama adentro. Lindo.
Los chicos ya saben de la existencia de L. Nicolás les contó el viernes que se estaba enamorando de una mujer y que eso lo hacía muy feliz. No dijeron mucho al respecto y tampoco quiero sacarles con tirabuzón. Estarán decantando la información. Cuando quieran hablar, lo harán.
Sólo Marcos, el sábado a la noche me dijo "papá nos contó que vos ya la conocés, que la viste cuando Lucas estaba internado. ¿Cómo es? ¿Tiene cara de buena? ¿A vos te puso triste?"
Le dije que me había encantado verla, que tiene cara sonriente (es verdad) y que me pone feliz que su papá pueda enamorarse.
A lo que me respondió "sí sí, todo bien con que papá tenga novia."
No entendí el "...con que papá...". ¿Qué quiso decir?
Ay, qué mal me veo.
JA!
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