
Llegó mamita, y con ella, el retorno de la paz marital. O bueh, una linda noche en Pinamar.
Anoche nos fuimos a un restaurante en la playa, viejísimo. Comimos genial y de ahí nos fuimos a tomar algo a otro lugar más en Ostende que estaba lleno de juventud bronceada.
Yo, al contrario de mi marido, no tomo mucho alcohol, asi que a la segunda copita de champagne tenía un mareo que no les explico. El tema es que, también al contrario de mi marido, me sé controlar. Así que lo que perfilaba como vil borrachera quedó sólo en alegría alegría.
La pasamos genial.
Hoy es nuestro ultimo día completo. Tenemos un asado en lo de un "colega" de Nicolás. Mañana a la tarde nos volvemos.
Quién te dice, cito, la semana que viene ponga alguna foto.
Buen finde para todos!
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