
Hay una parte muy difícil en todo esto, y es cuando querés salir corriendo y no podés.
Tenés una familia, te decís. Tres hijos que son tres soles. Tu razón de vivir.
Tenés lo que buscaste y elegiste.
A veces, no poder salir corriendo, huir despavorida, te consume todas las energías. Las usás íntegras en quedarte.
Te tenés que concentrar tanto en no flaquear, que llega la noche y estás agotada.
Tan cansada estás, que ante la posibilidad de una nueva pelea (que ya se vislumbra), elegís irte a dormir al living.
Por tiempo indeterminado.
Anoche dormí acá abajo.
Me morí de frío y de angustia y de soledad y de incertidumbre.
Así las cosas: con la cotidianeidad complicada.
Con los chicos está todo bien. Es con Nicolás el asunto.
Vieron cuando no pasa nada en especial pero tenés la sensación de que todo está un poco mal?
No se llama crisis eso?
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