Crearon una app educativa, recibieron apoyo de Amazon y ya tienen más de 37 mil alumnos

Check no necesita programación y se puede usar en cualquier dispositivo. Incorporan las más nuevas tecnologías, que utilizan Spotify o Netflix, a un precio razonable. En Uruguay se consolidó como una de las plataformas educativas más utilizadas. Además, tienen presencia en Argentina y están en tratativas para desembarcar en Perú, Paraguay y Estados Unidos.

Durante ocho meses planificaron y programaron. En 2017, con el apoyo de dos inversionistas, lanzaron la primera versión para dos academias. Pero para fin de año, los clientes decidieron no seguir. “Tocábamos puertas y todos nos decían que no. Hasta que llegó un instituto grande de 500 alumnos”, relata Rafael.

Los profesores hacían un seguimiento con una planilla de Excel los domingos. Check les permitió resolver eso de forma rápida y sencilla. Al brindar datos estadísticos del desempeño del alumno, el docente podía enfocarse en el aprendizaje individual. Felices con la solución, los referenciaron a otras instituciones y hasta los propios alumnos recomendaban la herramienta. Crecieron rápidamente e incluso regresaron los dos primeros clientes. De plataforma online pasaron a una app. “Queríamos que fuera más fácil para los profesores. Te damos un usuario y vos no tenés que instalar nada, ni preocuparte por actualizaciones o invertir en desarrollos. Está ahí para usar”, explica Diego.

Con la pandemia, la virtualidad en el mundo de la educación se hizo obligada hasta para los más reticentes. Para Check, representó una expansión. “Nunca quisimos suplantar al profesor. El año pasado, los que se sumaron la vieron como una herramienta que los acercaba a sus alumnos. El toque de presencialidad en la virtualidad”, asegura Rafael.

Pero ese crecimiento también implicó una elevación de los gastos de la empresa. “Fue un desafío enorme para reducir costos, manteniendo el servicio de calidad que ya dábamos”, señala Tomás. La estructura -del equipo y tecnológica- pudo adaptarse para acompañar a los docentes, que tuvieron que cambiar su modelo de enseñanza. “Los profesores lo necesitaban. En el momento en que se quedaron sin saber cómo hacer, tuvieron Check y pudieron seguir dando clases”, remarca Diego.