
OK, OK, anoche hablamos. Llegó con cara de traste y lo paré en seco.
Le dije "a ver, qué es lo que pasa? Entiendo que tengas un problema existencial y lo respeto, ahora, somos dos púberes que nos peleamos si el otro no quiere tener sexo una noche?".
Me dijo que le parecía que yo lo estaba castigando. Le hablé del egocentrismo y un poco más de la pubertad desubicada.
Le expliqué: estoy durmiendo, no nos conectamos ni por chat hace semanas, hace 5 días me decís que no sentís lo mismo, te repito: ESTOY DURMIENDO, y te digo "mañana"... dónde está la parte en la que yo te castigo? Por qué creés que todo pasa por vos? Que sos el filtro universal?
Se me quedó mirando pero no pudo decir demasiado porque, la verdad sea dicha, señores, yo tenía razón!
Comimos en semi armonía y nos metimos en la cama a ver el último de Lost. Se quedó dormido. Terminó el capítulo, dejé la compu en el piso y me acerqué.
Reaccionó como el boy scout que es.
Estuvo bueno. Un rato de desconexión con el mundo.
Bajamos a la cocina, y tomando agua me dice "ves? Yo no te castigo".
Comiendo una chocolina le dije "púber".
Y se rió.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
