
Viajamos espectacular. Llamé sólo 2 veces para ver cómo estaban los chicos (todo un record) y llegamos a La Pedrera tipo 5 y media de la tarde.
Acomodamos las cosas y nos tiramos media horita a dormir.
Abrimos los ojos a las 10, de casualidad porque alguien gritó por ahí cerca (si no seguíamos hasta hoy).
Nos fuimos a comer y volvimos raudos al hotel que, a propósito, está buenísimo.
Pedimos cafecitos (sí sí, cafecitos, no champagne, ja!) al cuarto y nos quedamos hablando hasta las 5 AM (al final la siesta estuvo buena!!).
Nico me propuso que busquemos un nuevo embarazo. Que nos hagamos algún estudio que crean pertinente y busquemos de nuevo tener un cuarto hijo.
La verdad, no me lo esperaba. No les respondí, porque no tengo idea de qué es lo que siento con respecto a eso.
O sí tengo idea, pero mis sentimientos con el tema cambian muy a menudo.
Anoche, con las cosas así tan perfectas, mi respuesta natural habría sido "sí!", pero no puedo ser tan infantil y basarme en la felicidad inmediata como para tomar decisiones tan serias.
O sí?
O debería relajarme y decir "sí, quiero que hagamos esto porque soy feliz ahora"?
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